Más de nueve mil supuestos chats de Fernando Villavicencio fueron filtrados el 6 de noviembre de 2024. 

Villavicencio fue un político ecuatoriano, ex sindicalista y periodista que fue asesinado en agosto de 2023, a la salida de un mitin de su campaña presidencial. Era uno de los mayores enemigos de Rafael Correa, quien gobernó el Ecuador entre 2007 y 2017. 

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Las supuestas conversaciones fueron hechas públicas por Priscila Schettini, candidata a la Asamblea por Revolución Ciudadana, el partido correísta, y Angélica Porras, candidata a la Corte Constitucional en la terna enviada por la Asamblea Nacional, quienes atribuyeron estas conversaciones al teléfono del candidato presidencial.

Para filtrarlos, compartieron un enlace del sistema de almacenamiento en nube Google Drive, que 24 horas después dejó de funcionar. 

Un día antes de la divulgación, circuló un video anónimo en redes sociales advirtiendo la filtración, que sería enviada a medios de comunicación. 

Ese mismo 5 de noviembre, la Fiscalía desmintió el video, y dijo que dentro de su investigación por el asesinato del exasambleísta, el celular no fue sometido a pericias sino que fue entregado al FBI en diciembre de 2023, y estaba en cadena de custodia, en Estados Unidos. 

En el video, en el que aparecen Schettini y Porras, acusan a la fiscal Diana Salazar de haber filtrado información a Fernando Villavicencio sobre investigaciones previas, que son reservadas. 

“¿Para qué? Para pasarles a periodistas y generar noticia a su favor sobre los casos que se armaban en la Fiscalía General del Estado”, dice Schettini, quien es, también, esposa del ex defensor del pueblo, Freddy Carrión

Porras, también abogada de Freddy Carrión, que fue condenado a tres años de cárcel por abuso sexual en 2021, dijo que los chats corroborarían presuntas irregularidades en la detención de Carrión. 

Siete horas después del video de Schettini y Porras, Andersson Boscán, fundador de la plataforma de redes sociales La Posta e investigado por la Fiscalía por conversaciones que mantuvo con el narcotraficante Leandro Norero, publicó un video promocionando un programa titulado Los archivos secretos de FV. 

Boscán, quien aparece en videos en la casa de Nain Massuh —vinculado a la trama de corrupción del sector eléctrico—, dijo que el teléfono no tiene 5 mil sino 9 mil chats, y 68 gigabytes en documentos, fotos y videos. 

Casi a la misma hora del post de Boscán, Luis Eduardo Vivanco, el otro fundador de La Posta, escribió que hace más de un mes accedieron a los chats de Villavicencio. “Hay de todo: operadores, pagos, periodistas pagados, radiodifusores trolls, políticos haciendo ‘favores’, funcionarios judiciales repartiendo información bajo reserva, uffff es interminable”, escribió en X. 

En un aparente intento de deslindarse de la filtración de Porras y Schettinni, Vivanco también escribió: “El correísmo, que ha logrado acceso a parte de la misma información, lo ha lanzado hoy políticamente de manera irresponsable, pero eso no le resta valor a la información”. 

Dieciocho minutos después del mensaje de Vivanco, el ex presidente Rafael Correa y enemigo capital de Fernando Villavicencio republicó su mensaje también intentando distanciarse de La Posta. Insinuó con un emoji que Vivanco es un payaso y acompañó su publicación con el hashtag que se ha convertido en su forma de señalar a sus enemigos y desviar la atención de que él es un prófugo de la justicia condenado por corrupción: #LosCorruptosSiempreFueronEllos.  

En los siguientes dos días, 7 y 8 de noviembre, Boscán, Mónica Velásquez y Doménica Vivanco, también del equipo de La Posta, mostraron y comentaron indiscriminadamente los supuestos chats, en un programa que se transmite en vivo en sus redes sociales. 

La hija de Villavicencio, Amanda, reaccionó a las filtraciones en un video de dos minutos publicado en su cuenta de X.

Acusa a Boscán de haber compartido información privada de Villavicencio a Leandro Norero, y que, por eso, posiblemente lo asesinaron. Lo acusa, también, de haber manipulado los chats, y le recuerda que ha violado el secreto de correspondencia de su padre y de quienes mantenía conversaciones.

“Los mafiosos y su caja de resonancia, los narcoperiodistas de #LaPosta quieren por tercera vez asesinar a nuestro padre. No les hagamos el juego, el periodismo valiente no se amilana, no se rinde ante las amenazas de la boina ni se doblega ante el crimen organizado”, dice el mensaje que acompaña al video.

El 13 de noviembre, Amanda Villavicencio y su hermana, Tamia, presentaron una denuncia contra Luis Eduardo Vivanco, Boscán, Velásquez y Doménica Vivanco, de La Posta, y de Schettini y Porras, operadoras del correísmo. Según la Fiscalía, los acusan de violación a la intimidad. Según el artículo 178 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el delito se comete cuando se publican datos personales, mensajes de datos, voz, audio y video, entre otros, sin el consentimiento de la persona. La pena es de entre uno a tres años de cárcel.

Para Amanda Villavicencio, “es información de origen ilícito que ha sido usada por los enemigos políticos de mi padre para construir una narrativa que ensucie su nombre y legado periodístico”. Como parte de este proceso, las hijas del excandidato rindieron su versión libre y voluntaria, y esperan que la investigación avance lo más pronto posible. 

Pero esta no es la única denuncia tras la filtración de los supuestos chats del político. 

Amanda y Tamia Villavicencio denunciaron a Jeffrey B. Veltri, agente especial a cargo del FBI. El 2 de diciembre se iban a encontrar con sus abogados para conocer más detalles al respecto. 

Verónica Sarauz, viuda de Villavicencio, también inició un proceso por el delito de difusión de información de circulación restringida. Aunque en la denuncia no se especifica contra quién es, sí menciona, entre otros, a César Gonzaga, quien era el chofer de Villavicencio al momento de su asesinato, y al periodista Christian Zurita, que luego ocupó su lugar en la papeleta en las Elecciones Anticipadas 2023. 

El 28 de noviembre, Sarauz rindió su versión. 

Las personas involucradas en los supuestos chats

La parte 1 de Los archivos secretos de FV dura dos horas y media y está dedicada a la fiscal Diana Salazar, Zurita, y a Carlos Pareja Cordero, abogado de la transnacional brasileña de la construcción y la corrupción Odebrecht, quien también fue procesado por lavado de activos. 

Según La Posta, cuando Villavicencio fue asesinado, su hija Amanda le entregó el teléfono de su padre a Zurita, quien hizo una copia y la entregó al FBI, y se quedó con otra copia. 

La Posta sostiene que la copia que tiene en su poder no fue entregada por Zurita. El FBI le habría entregado a la Fiscalía del Ecuador la copia de la copia que les dio el periodista Zurita, lo que permitió que se filtrara. 

Los conductores muestran, también, un presunto chat entre Pareja Cordero y Villavicencio en el que Pareja le habría pedido que, en la Comisión de Fiscalización de la que Villavicencio era presidente en la Asamblea Nacional, no recibiera al hijo de Jorge Zavala Egas, abogado guayaquileño.

Luego, Pareja le habría enviado las preguntas para hacerle a Zavala. 

En esas conversaciones se revelarían pagos a funcionarios públicos —como Marcos Troya, entonces asambleísta del partido CREO, del ex presidente Guillermo Lasso— o favores a instituciones públicas. Según La Posta, contactaron a Pareja Cordero y negó la veracidad de los chats.

Xavier Jordán, buscado por la justicia ecuatoriana en investigaciones relacionadas con delincuencia organizada, tráfico de influencias, delitos aduaneros, estafa, entre otros, y que está prófugo, reaccionó a la filtración y la utilizó para sostener su argumento de que es un perseguido, señalando a Villavicencio y Zurita como extorsionadores y, sobre todo, mencionando a Pareja Cordero. 

“Un lobista vinculado a los casos de soborno de Odebrecht, que hizo un acuerdo por debajo de la mesa con la 10/20 para no ser sentenciado al haber recibido 10 millones de dólares en coimas de la empresa brasileña, está detrás de la feroz persecución, me ha dejado sorprendido. Pero ningún crimen es perfecto, prepárate, “CAPACO”, para responder ante la Justicia de USA por tus ilegalidades”.

Sobre la fiscal general Diana Salazar, hay supuestos chats desde el 2020 que incluyen presuntas conversaciones sobre casos de corrupción, como Singue, que investigaba el delito de peculado en la adjudicación del campo petrolero Singue, que habría perjudicado al Estado, durante el gobierno de Rafael Correa. 

En el chat, supuestamente de enero de 2021, cuando Villavicencio no era asambleísta, él le pregunta a la fiscal si sabe qué va a pasar. Y ella, supuestamente, responde 2-1.

– “Agridulce”.

– “Sí”.

– “Al menos algo”

Habría sido uno de los chats entre ambos, divulgado por La Posta, en referencia a la sentencia del Tribunal que falló 2 a 1 en el caso Singue. Boscán cuestiona cómo la Fiscal conocía cómo votarían los jueces. 

Otro, del 21 de febrero de 2021, supuestamente dice que los correístas estaban dispuestos a matar a la madre Salazar para impedir que fuera a Fiscalización (la comisión). 

“El lunes seré nombrado Presidente. Así que cuente conmigo al más alto nivel”, habría escrito Villavicencio. A ese mensaje, Salazar habría respondido: “Qué buena noticia. Igual cuente conmigo para todo. Éxito. Seguimos”. 

En otro supuesto chat de septiembre de 2020, entre Villavicencio, como ciudadano porque no era asambleísta todavía, y Salazar, él le envía una denuncia que tiene contra un fiscal. Ella responde que lo va a mandar a un cantón alejado.  

En otra supuesta conversación de marzo de 2021, cuando ya había sido electo como asambleísta, Villavicencio le habría pedido “una mano” a Diana Salazar en la denuncia de Santiago Cuesta, quien fue consejero presidencial del entonces presidente Lenín Moreno, contra su familia. 

“Siempre. Actuamos en justicia y sin persecución”, sería la respuesta de la Fiscal. Hay, también, supuestas fotografías de una indagación previa que Salazar envía a Villavicencio, y le pide que no publique porque “es delito”. 

Todas las supuestas conversaciones filtradas mostrarían una relación estrecha entre Villavicencio y Salazar, cada uno en un poder del Estado que debería ser independiente. 

Entre los chats filtrados presuntamente entre Villavicencio y Zurita, está uno en el que conversan sobre el supuesto involucramiento de Carlos Pareja Cordero en el caso Las Torres —por el que el ex contralor Pablo Celi fue condenado por delincuencia organizada. 

Conversan sobre la supuesta compra de Pareja Cordero de una mansión de 1,6 millones de dólares, y sobre un supuesto testaferro del ex presidente Alberto Dahik, y sus cuentas offshore. 

Enseguida Boscán señala que estas dos informaciones nunca fueron publicadas por Zurita, y sugiere es por las transferencias mensuales que habría hecho Pareja Cordero a Villavicencio para pagar los salarios de los reporteros del medio Periodismo de Investigación, del que Zurita también era parte.  

La parte 2 del programa, de dos horas, está dedicada a los pagos que habría recibido Fernando Villavicencio, y a sus relaciones con funcionarios públicos como la entonces asambleísta Ana Belén Cordero, el entonces asesor presidencial Aparicio Caicedo, y hasta un breve intercambio con el presidente Guillermo Lasso. 

Muestran chats con María Verónica Jairala, persona cercana a los hermanos Isaías, que sugerirían que ella le hacía pagos recurrentes al entonces asambleísta. Otras conversaciones son con César Gonzaga, amigo cercano de Villavicencio, y hoy candidato a la Asamblea Nacional por la lista que apoya a Andrea González para la presidencia. González fue la candidata a la vicepresidencia de Villavicencio en 2023.

Hay otros chats con su hermana, Aleczandra Villavicencio, quien habría cobrado pagos en nombre del entonces asambleísta, que eran depositados en cuentas de terceras personas. Y otros con el ex asesor presidencial de Guillermo Lasso, Aparicio Caicedo, con el cual habría mantenido también una estrecha relación en la que Villavicencio le habría pedido favores personales. 

Los riesgos de esta filtración para el periodismo 

Entre los chats de Villavicencio divulgados por las dos aspirantes a cargos públicos por el correísmo, hay, según el medio Plan V, conversaciones con al menos 150 periodistas de diferentes partes del país. La Posta ha anunciado que dedicará un programa especial para los reporteros. 

En estas conversaciones, los reporteros y editores conversan sobre fuentes —que son las personas que son entrevistadas para reportajes periodísticos, y muchas veces son reservadas por el riesgo que implica la información que dan—, y comparten información. 

De esos 150, la Mesa para la Articulación para la Protección de Periodistas, identificó que 31 son editores o periodistas que trabajan en temas de corrupción política, crimen organizado, sectores estratégicos o tienen alta presencia en la opinión pública, por ende están más riesgo. 

En otros chats, Villavicencio es también una fuente de información para los reporteros. 

Como asambleísta, Villavicencio fue funcionario público y sus conversaciones son de interés nacional. 

Pero todos los chats previos a su función en el Legislativo son privadas y las filtraciones, por ende, implican una violación a la intimidad, que está tipificada en el artículo 178 del COIP, como ya lo denunciaron las hijas de Villavicencio, Amanda y Tamia. . 

El abogado penalista Pablo Encalada dice que es “claramente una violación a los derechos de la intimidad”. 

Para los interlocutores, quienes mantuvieron conversaciones con el exasambleísta, dice, es una afectación al derecho a la intimidad. “Ha puesto en riesgo a periodistas con los cuales él tenía relación, y que compartían información súper sensible en casos de corrupción, narcotráfico. Entonces los han expuesto a ellos. Y esto sí creo que puede ameritar una investigación por el cometimiento de un delito”, opina Encalada. 

César Ricaurte, director ejecutivo de Fundamedios, la fundación que hace más de 15 años promueve la libertad de prensa en Ecuador, califica a la filtración masiva de chats entre Villavicencio y reporteros como “muy grave”. 

Dice que con el pretexto de exponer las conversaciones del exasambleísta, que antes fue periodista, se han expuesto chats con periodistas.

“Son implicaciones enormes que todavía no alcanzamos a visualizar porque incluyen indicios de investigaciones periodísticas que se estaban realizando, intercambios de información con periodistas que investigan el crimen organizado, la corrupción política, que han mantenido un perfil bajo a lo largo del tiempo justamente por cuestiones de seguridad”, dice Ricaurte. 

Una de ellas, cuyo nombre es reservado por temas de seguridad, le dijo a GK que ha puesto en riesgo a periodistas de una manera “absurda e inmerecidamente”. 

En su caso, explica, Villavicencio era su fuente, su relación era profesional y, como periodista que cubre temas políticos, Villavicencio le entregó información en calidad de fuente reservada.

Una fuente reservada es una persona que entrega información a los periodistas de manera anónima por el riesgo que implicaría dar su nombre real. Es una práctica en el periodismo mundial que tiene sus principales ejemplos en casos como el de Watergate, que terminó por impulsar la renuncia del presidente estadounidense, Richard Nixon.

“Lo que más me preocupa tiene que ver con que en noviembre del 2022 empecé a investigar a un narcotraficante albanés que tenía prelibertad pero que abandonó el país. Ante la negativa oficial de entregar información, pedí ayuda a Villavicencio quien, en calidad de presidente de la Comisión de Fiscalización, hizo un pedido de información al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) sobre el caso, luego me la compartió y esto sirvió para que ese acusado sea declarado oficialmente prófugo”, dice la periodista cuyo nombre se mantiene en reserva por su seguridad. 

Ricaurte dice que Villavicencio era una figura clave en el periodismo de investigación que “para bien o para mal, muchos sostienen que ese cruce entre la política y periodismo no era el mejor escenario para mantener la independencia, pero definitivamente tenía información abundante, que intercambiaba con otros periodistas, que trabajaba en algunos temas paralelamente con otros reporteros”.

La Mesa de Articulación para la protección de Periodistas publicó un comunicado en el que además de señalar que las filtraciones abren la posibilidad de que los periodistas “puedan ser identificados y luego presionados, intimidados o amenazados por quienes fueron objeto de sus investigaciones”. 

Por ejemplo, hay reporteros que investigaban a una institución pública o un funcionario, publicaron sus investigaciones de forma anónima, pero ahora sus nombres son públicos y podrían sufrir represalias. 

El 9 de noviembre de 2024, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) publicó un comunicado que dice que están profundamente preocupados por la difusión masiva de los chats. 

“Esta acción sin precedentes debe ser investigada de inmediato, ya que puede poner en peligro a reporteros que compartieron información y documentos sensibles y sus fuentes confidenciales”, dice.

La filtración de estos chats hecha por La Posta, de forma amarillista y sin matices, está acompañada de comentarios incendiarios de Boscán, que más parecen propios de un enemigo de la prensa que de un periodista que entiende los riesgos a los cuales están expuestos medios, reporteros y editores en el Ecuador, donde en 19 meses ha habido 14 reporteros exiliados por amenazas de muerte. Solo en 2024, hubo 150 agresiones contra la libertad de expresión, un canal de televisión secuestrado por un comando del crimen organizado e innúmeras señales de alerta para medios y periodistas. 

Boscán ignora su responsabilidad de proteger a fuentes, reporteros y editores, señala a ciertos medios tradicionales, y los acusa de “responder a los intereses de la política y no los intereses de la gente”, en un discurso panfletario más propio de un candidato populista que de un dueño de medio. 

Hablándole a su audiencia de tú, le dice: “Pregúntate por qué esos medios no te cuentan la verdad”. 

¿Quién fue Fernando Villavicencio?

Fernando Villavicencio fue un activista político que también se presentaba como periodista. 

Fue uno de los ocho candidatos a la presidencia en las elecciones anticipadas de 2023. La tarde del 9 de agosto de 2023, Villavicencio fue asesinado durante un mitin con jóvenes, en la calle Amazonas, el centro financiero de Quito. Al salir del mitin, recibió varios disparos en su cabeza y llegó muerto a una clínica. 

Villavicencio fue sindicalista en PetroEcuador y en 1999 fue despedido. 

Hasta antes de entrar a la Asamblea, fue parte del portal Periodismo de Investigación. Allí, firmó algunos reportajes sobre el Caso Arroz Verde, el Caso Odebrecht, entre otros

Fue asambleísta entre mayo de 2021 y mayo de 2023. En la Asamblea fue presidente de la Comisión de Fiscalización y Control Político.

Llegó al Legislativo por la Alianza Honestidad, cuyo candidato presidencial era César Montúfar, pero luego se separó de la organización y actuó  independiente —aunque era aliado del gobierno de Guillermo Lasso. 

Terminó anticipadamente su periodo tras la decisión del presidente Lasso de decretar la muerte cruzada. 

Un día después de la muerte cruzada, Villavicencio anunció su interés en ser candidato presidencial. Lo respaldó Construye, ex Ruptura de los 25. 

En los dos años de legislador, Fernando Villavicencio hizo varias denuncias contra políticos del correísmo, según él, relacionados con el narcotráfico y la corrupción, entre ellas el caso Las Torres, Pandora Papers, presunta corrupción del ex vicepresidente, Jorge Glas, irregularidades en Coca Codo Sinclair.

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