La polémica barcaza eléctrica turca, explicada

A inicios de agosto de 2024, el gobierno de Daniel Noboa trajo una barcaza al país para aliviar la crisis energética que Ecuador enfrenta desde finales de 2023. Una crisis que produjo cortes de energía programados y racionamientos a nivel nacional. Las barcazas son plantas de energía flotantes; es decir, plantas que generan energía y están sobre una embarcación. 

En 2023, la falta de lluvias limitó la producción de electricidad en varias hidroeléctricas del país. Ecuador, según Fabián Calero, gerente general de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), tuvo que pagar 300 millones de dólares para importar energía desde Colombia. 

Poco más del 90% de la energía eléctrica que consumimos en Ecuador viene de las  71 centrales hidroeléctricas. Entonces, cuando no llueve, no pueden generar la energía suficiente para abastecer a todo el territorio. El resto de energía viene: el 7% de centrales térmicas, y el 1% restante de fuentes solares, eólicas, de biomasa, biogás, entre otras. 

En 2024, Roberto Luque, ex ministro encargado de Energía y Minas, dijo que entre el 16 y el 24 de abril de 2024, que empezaron los cortes de luz, Ecuador perdió al menos 576 millones de dólares por la falta de electricidad. 

La barcaza para aliviar la crisis llegó a las costas ecuatorianas el 4 de agosto de 2024 desde Panamá, pero su origen es turco. Su nombre es Emre Bey, fue construida en 2002 y es de la empresa turca Karpowership. 

Según el gobierno de Daniel Noboa, la barcaza proveerá al país 110 megavatios de electricidad por 18 meses. Fabián Calero le dijo a GK que esos megavatios serán repartidos a las distribuidoras de energía por el Operador Nacional de Electricidad Cenace. Es decir, la Cenace se encargará de seleccionar los sectores a los que dará energía, dependiendo de la demanda. La barcaza permanecerá en el sector de Las Esclusas, al sur de la ciudad portuaria de Guayaquil. 

Fernando Santos, abogado y analista petrolero y ex ministro de Energía en el gobierno de Guillermo Lasso, le dijo a GK que la barcaza es una buena decisión para enfrentar la crisis pero que “el déficit que se espera durante el estiaje es mayor”. Por eso, dice Santos, la barcaza no será suficiente. Santos se refiere al estiaje —caudal mínimo que en ciertas épocas del año tienen las aguas de un río por la sequía y falta de lluvias— que empezó el 15 de agosto de 2024 en Ecuador.

Así funciona una barcaza de generación eléctrica 

Las barcazas son embarcaciones largas y planas usadas para transportar productos como petróleo o derivados, químicos y otros a través de ríos u océanos. En este caso, la barcaza eléctrica tiene una planta de energía sobre la embarcación. La barcaza que llegó a Ecuador mide 178,6 metros de largo por 25,6 metros de ancho. 

La barcaza es de la empresa turca Karpowership. Fotografía cortesía del vocero de la empresa.

Está diseñada para un total de 45 personas —son 29 oficiales y 16 tripulantes. Tiene 28 cabinas para los oficiales y 10 cabinas para la tripulación, también cuenta con un atrio—centro de operaciones—, un comedor, una sala de descanso y un hospital.

“La barcaza es una planta flotante de generación eléctrica”, dice Fernando Santos. El ex ministro dice que, una vez que la barcaza está anclada en el muelle o puerto, la subestación que tiene se conecta a una línea de transmisión—una estructura metálica por donde se transmite, a grandes distancias, la energía— a través de cables subterráneos. 

En el caso de la barcaza que está en Ecuador, se va a conectar a una línea de transmisión de 200 metros sobre el río Guayas y otros 260 metros en tierra hasta la subestación Las Esclusas de la unidad de negocio Transelectric. La unidad de negocio Transelectric, según Celec, es la responsable de la transmisión de energía en todo el país, a través del Sistema Nacional de Transmisión (SNT). Este sistema transporta la energía desde las centrales de generación (por ejemplo, la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair) hasta las empresas distribuidoras a nivel nacional.

En la barcaza, la energía se genera a partir de la quema de combustible en los motores. Es decir, convierten la energía mecánica del combustible en energía eléctrica. 

La energía mecánica es la combinación de energía cinética y energía potencial. La cinética es la asociada al movimiento de los cuerpos, es decir, la acción que hace que un objeto pase de un estado de reposo al movimiento. Por ejemplo, en el caso de la barcaza, la quema de combustible. 

La energía potencial, en cambio, es la que está almacenada en los objetos. Es decir, la energía que está en el combustible, que en el caso de la barcaza es heavy fuel oil 6 (HFO), un derivado del petróleo. La barcaza tiene la capacidad de almacenar 5411 toneladas de HFO, según su ficha técnica. 

Según el ex ministro Fernando Santos, este tipo de generación de energía con barcazas es común en países de Centroamérica y África que tienen racionamientos de energía, como Cuba y Sudáfrica. “Es la manera más fácil y rápida de proveer electricidad”, dice Santos.

El exministro dice que la contratación de una barcaza de generación de energía tiene ventajas y desventajas. 

Entre las ventajas están que se puede remolcar a diferentes lugares según la demanda energética que haya. Como es una embarcación puede navegar a otro lugar en el mar o río en el que esté. Además, su instalación —conectar la planta de energía a la estación de electricidad para la distribución de la energía— y puesta en funcionamiento es rápida. Dura 30 días, según la Corporación de Electricidad (Celec). 

Otra de las ventajas, explica Santos, es que al estar en el agua, no tiene un impacto ambiental en la tierra, ya que no hay que talar árboles para construir una planta eléctrica. 

Entre las desventajas está que la barcaza depende de combustibles. En este caso el heavy fuel oil 6 que es un derivado del petróleo, que al igual que otros combustibles como el diésel, contamina el ambiente al lanzar gases como dióxido de carbono cuando se queman. Todos estos gases contribuyen al calentamiento global. 

Los 100 megavatios de energía, que deberá proveer la barcaza una vez que esté instalada, durante 18 meses cuestan aproximadamente 114,39 millones de dólares, según Calero. Es decir, 0,11 centavos por kilovatio/hora de energía. 

A esto hay que sumar otros 45 millones de dólares que estiman costará el combustible para abastecer a la barcaza los 18 meses. El combustible lo pagará Celec. Calero dice que con este costo, el precio por kilovatio/hora de energía sería de 0,14 centavos. Uno menor al que Ecuador pagó el año pasado a Colombia por energía. Según el gerente de Celec, el Estado pagó entre 0,30 y 0,60 centavos por kilovatio/hora de energía en 2023. 

Los problemas para que opere la barcaza, en breve

Fabián Calero dijo, el 14 de agosto de 2024 a GK, que esperan que la barcaza comience a funcionar entre la última semana de agosto y la primera semana de septiembre de 2024. Pero esto no pasó: el lunes 26 de agosto, cuando debían comenzar las pruebas de conexión de la barcaza, no pudieron hacerlas  porque la corriente del río Guayas no dejó que anclen la embarcación al sector de las Esclusas. 

Según el ministerio de Energía dijo a Ecuavisa “el sistema de anclaje que tiene no fue suficiente para estabilizar a la nave” y que varias veces tuvo “el riesgo de virarse”. Así que la instalación e inicio de operación eléctrica se retrasó. 

En un comunicado, la empresa turca Karpowership, dueña de la barcaza, dijo que están trabajando en una solución para poder protegerla de las corrientes del río y retomar la instalación. Sin embargo, no especificaron el tiempo que tomaría. 

El 27 de agosto, en una entrevista en Radio Huancavilca, Antonio Goncalves, ministro de Energía y Minas, dijo que la barcaza está en Guayaquil, y que están haciendo “las maniobras necesarias para lograr un anclaje seguro con el fin de evitar riesgos de navegación que comprometan la entrega de energía eléctrica”.

Hasta el 30 de agosto de 2024, las autoridades de Celec no han dicho nada sobre este problema de anclaje, ni la empresa turca se ha pronunciado otra vez. GK preguntó a Celec y a la empresa sobre el estado de la barcaza, pero hasta las 5 de la tarde del 30 de agosto, no respondieron a los varios pedidos de información que enviamos. 

Nueve días después, el Ministerio de Energía y Minas publicó un comunicado en su cuenta de X en el que afirma que el 8 de septiembre “iniciaron las pruebas técnicas del barco de generación flotante EMRE BEY, contratado por el Gobierno Nacional”. 

Las pruebas comenzaron, pero no en el sector de Las Esclusas, como estaba previsto. Según el comunicado, Celec y la empresa turca Karpowership firmaron un contrato modificatorio que garantiza el anclaje “temporal de la embarcación en el muelle de ex Ecuagran, en el río Guayas”. Porque el subsuelo “ofrece mejores condiciones”.   

Ese día, Rafael Quintero, viceministro de Energía y Minas dijo que la operación de la barcaza en ese sitio durará 90 días, hasta que puedan solucionar el problema del anclaje en Las Esclusas. También dijo que los costos adicionales “no serán asumidos por el Estado”, sino por la empresa contratista. 

Según el viceministro Quintero, durante estos días se harían “las pruebas técnicas en operación experimental”. Dijo, además, que posiblemente desde el jueves 12 o viernes 13 comenzará “la operación comercial”. Es decir, a generar electricidad para el país. 

La denuncia por la contratación de la barcaza

En abril de 2024, en medio de la crisis energética y de racionamientos de energía para bajar la demanda, el entonces ministro encargado, Roberto Luque, dijo que desde el Ministerio de Energía y Minas estaban “revisando la posibilidad de contratar barcazas de generación eléctrica como medida de emergencia”. 

Sin embargo, Luque dijo que para eso había que revisar propuestas y que la adquisición podría tomar entre 15 y 20 días. Después, a inicios de julio de 2024, el ministro encargado dijo que contratarían una barcaza por un año y medio “para afrontar la crisis eléctrica del país”. Y que la principal empresa interesada en la licitación era la turca Karpowership. 

Luego, una investigación del medio digital Primicias, descubrió que la barcaza Emre Bey salió del puerto de Estambul, en Turquía, el 16 de junio de 2024, días antes de que Celec convocara al proceso de contratación. El 8 de julio, Luque dijo que la barcaza estaba en camino a Ecuador por decisión de la empresa Karpowership, a pesar de que el contrato aún no había sido firmado.

Diez días después, el 18 de julio de 2024, Marlon Pasquel Espín, ex candidato a la alcaldía de Quito, presentó una denuncia por supuesto tráfico de influencias contra Roberto Luque, ministro de Obras Públicas, y Fabián Calero, gerente general de Celec.

Según Espín, encontró “inconsistencias en el proceso de contratación del alquiler de la barcaza”. 

Un día después, Roberto Luque publicó un video en su cuenta de X en el que dijo que con la declaración de emergencia del sistema eléctrico, hecha por el presidente Noboa en abril de 2024, el gobierno podía “contratar directamente generación eléctrica”. Y, que dentro de esta contratación buscaron que sea en “menor plazo y menor precio”. 

Luque explicó que recibieron sólo dos ofertas por medio de la licitación para el alquiler de la barcaza: una tenía un sistema de anclaje, era nueva y estaba en alquiler, y otra que no tenía ese sistema, era de 1971 y estaba a la venta. El Ministro dijo que buscaban una barcaza con un anclaje propio para evitar la construcción de espacio específico para la embarcación, llamado sistema de atraque.

A finales de julio, el Ministro también dijo que presentarían una solicitud de examen especial a la Contraloría General del Estado “para que controle este proceso de adquisición de alquiler de barcaza”. 

En una entrevista para el portal La defensa, Pasquel explicó las razones de la denuncia. Dijo que Luque había dicho que fueron dos ofertas para las barcazas, cuando realmente fueron 17. También dijo que el traslado de la embarcación fue antes de la selección de la empresa y que los precios “no son acordes”.

Sobre el traslado anticipado, Luque dijo, en entrevistas a varios medios de comunicación, que “fue un riesgo que tomó la empresa turca y que no tiene que ver con el gobierno”. En una entrevista con el periodista Carlos Vera, el ministro Luque dijo que la empresa turca se arriesgó. 

“Aquí nosotros empezamos un proceso y ese proceso ha seguido su curso. Si los señores adelantaron el tema y se presentaban y perdían [el concurso para la licitación de la barcaza], era a riesgo y cuenta de ellos”. 

Fabián Calero le dijo a GK el 14 de agosto que Celec, en medio de la declaratoria de emergencia en el sector eléctrico, podía contratar directamente la barcaza. “Yo podría adjudicar directamente a un proveedor, sin embargo, no se lo hizo”, dijo. El gerente explicó que por temas de transparencia hicieron “un proceso competitivo, llamamientos a presentación de ofertas y se inició todo un proceso de selección” en el que la mejor oferta resultó la de la barcaza turca.  

El 8 de agosto, la Fiscalía notificó a Luque, Calero y Paquel del inicio de la investigación previa. El 14 de agosto, Calero dijo a GK que aportaran a la investigación y “todo lo que tenga que seguir a través de la ley”. También dijo que “el señor Pasquel tendrá que sustentar lo que él dijo”. 

La crisis energética del Ecuador

La crisis energética en el país ha sido intermitente desde finales octubre de 2023, cuando el entonces ministro de energía Fernando Santos Alvite anunció que en el Ecuador habría cortes de luz programados. Las razones que mencionó fueron la época de estiaje, los bajos niveles de agua en las hidroeléctricas y, el hecho de que Colombia limitó la venta de energía al país. 

Los racionamientos de energía fueron constantes en el último trimestre de 2023. En noviembre de ese año Daniel Noboa asumió la presidencia con su gabinete y nombró a Andrea Arrobo como la ministra de Energía y Minas. 

La crisis en 2024 comenzó el 15 de abril. Ese día, el Ministerio de Energía y Minas dijo que la causa era la “extensión de la sequía, el incremento de las temperaturas climáticas, la falta de mantenimiento a toda la infraestructura del sistema eléctrico en años anteriores y la presencia de caudales mínimos históricamente”.  

También el Ministerio anunció cortes programados para los siguientes días. El presidente Noboa declaró en emergencia el sector eléctrico, creó un Comité de Emergencia, liderado por él, para resolver los problemas, y pidió la renuncia de Arrobo. Noboa dijo que inició una investigación por posible sabotaje en ciertas zonas y plantas eléctricas. 

La acusación salpicaba a Arrobo y a otros funcionarios del mismo Ministerio. A partir de ese día, los cortes de luz en el país fueron ininterrumpidos y por varias semanas. Hubo excepciones como en el día del Padre o en la consulta popular y referéndum constitucional de Daniel Noboa.  

A mediados de mayo pararon, y el 7 de junio el entonces ministro encargado Roberto Luque dijo que no había riesgo de cortes programados. Pero el 16 de junio, algunos sectores en Quito, la capital ecuatoriana, se quedaron sin luz. ¿La explicación? La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair salió de operación porque la lluvia causó sedimentos en los caudales. Además otras hidroeléctricas también tenían fallas. Hubo cortes sectorizados y duraron entre una y dos horas. 

Semanas después, el 19 de junio de 2024 hubo un gran apagón a nivel nacional. ¿El motivo? Un blackout en una línea de transmisión. Luque dijo que el blackout se dio por una falla en la línea de transmisión Milagro-Zhoray, pero no especificó qué ocurrió. Dijo que después se comenzó a transmitir por otras líneas, pero estas también fallaron y todo el sistema colapsó. 

Luego, hasta los primeros 15 días de agosto de 2024 no ha habido cortes a nivel nacional, solo en algunas provincias del país por trabajos de mantenimiento. Y, desde el Ministerio de Energía y Minas dijeron que están trabajando en otros proyectos para cubrir el déficit energético que tendrá el país en la época de estiaje, que podría empezar a partir de septiembre de este año. 

El 3 de agosto, Antonio Goncalves, ministro de Energía y Minas dijo en su cuenta de X que contrataron “energía adicional que se instalarán en Quevedo, Salitral y arrendamiento de generación flotante en Las Esclusas [la barcaza turca]” para enfrentar la crisis energética y próximo estiaje.  

Tres días después, Fabián Calero, dijo, en una entrevista el 6 de agosto, que a través del Ministerio de Energía “trabajamos en cambios normativos para que los privados [las empresas privadas] puedan entregar energía durante el estiaje”. 

También dijo que están trabajando en la incorporación de la hidroeléctrica Toachi Pilatón, que, según la Contraloría General del Estado, está fuera de operación por tener fallas en su estructura. Y, habló sobre otros proyectos que ayudarán en la época de estiaje como “optimizar el embalse [depósito para recoger agua, que se transporta hasta la central eléctrica para generar electricidad] de Mazar” y más.

Los días sin apagones parecían haber quedado atrás. Sin embargo, la mañana del 7 de septiembre de 2014 hubo otro apagón nacional que afectó a al menos 14 de las 24 provincias del país. 

¿La razón? Una falla en la subestación El Molino, que está conectada a la central hidroeléctrica Paute, en la provincia austroandina de Azuay. Ese día el servicio eléctrico fue restablecido luego de tres y cuatro horas. 

Un día después del apagón, el 8 de septiembre el viceministro de Energía y Minas, Rafael Quintero dijo que la Agencia de Regulación y Control de la Electricidad (Arconel) aprobó que el sector privado pueda aportar con “generadores de emergencia durante el estiaje, a cambio de un incentivo que cubrirá los costos operativos, tanto de combustible como de mantenimiento”.

También dijo que a partir del 9 de septiembre, “los interesados ya pueden ingresar las solicitudes en las empresas distribuidoras”. Y que el proceso toma alrededor de dos semanas. Quintero explicó que “los valores generados por la energía que despachen (los privados) será descontado de su planilla eléctrica, mediante una nota de crédito”. 

El 9 de septiembre, en un video, el presidente Daniel Noboa dijo que el gobierno pagará por la planilla de luz de los ecuatorianos de hasta 180 kilovatios de diciembre, enero y febrero.