Ecuador pasó de ser uno de los países más seguros de América Latina, a ser de los más peligrosos. La crisis de seguridad ha escalado tanto que se ubica en el top 11 de países con mayor puntaje de criminalidad mundial con 7,07 sobre 10 en 2023. En la vida cotidiana eso se ha traducido en más robos, asesinatos y violencia en las ciudades del Ecuador que afectan el bienestar de los ciudadanos.
Este panorama preocupa día a día a los ecuatorianos que ya no se sienten seguros. Según la encuestadora Ipsos, la inseguridad, el crimen y la violencia son las principales preocupaciones de los ecuatorianos. Y, más del 46% de los encuestados creen que la inseguridad en el país aumentará mucho en los próximos 6 meses.
Las cifras refuerzan esta percepción. Según la Policía Nacional y el Ministerio del Interior, en 2023 los homicidios se incrementaron en un 67% en comparación a 2023. El aumento en la violencia se ha dado en ciudades específicas desde hace ya varios años.
De 2019 a 2021, Guayaquil tuvo un desproporcionado aumento en las muertes intencionales: pasaron de 269 en 2019 a 865 en 2021. Tres veces más en dos años. Para 2022 el aumento fue todavía mayor: llegó a 1.420.
Estos y otros datos sobre violencia se presentaron en foros dirigidos para jóvenes y universitarios en Quito, Guayaquil, y Manta. La presentación, acompañada de una charla, la hizo Quito Cómo Vamos, una iniciativa que genera datos de la capital para crear incidencia y lograr que las autoridades tomen mejores decisiones a nivel local.
Por ejemplo, la violencia en Guayaquil está estrechamente relacionada al tráfico de drogas. Según Quito Cómo Vamos, en la ciudad costeña, en 2022, el 77% de las muertes intencionales fueron por microtráfico. En 2022, Guayaquil fue considerada como una de las ciudades del país con más muertes intencionales relacionadas al tráfico de drogas, de acuerdo a informes de la Policía Nacional.
Otras causas de muertes intencionales en Guayaquil fueron riñas, amenazas y robos. Este último delito se triplicó entre 2019 y 2022, según la Fiscalía ecuatoriana. Pasó de 18.123 en 2019 a 66.817 en 2022. Para finales de ese año, Guayaquil se ubicó en el puesto 24 de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, superando a Chihuahua, en México, y a Cali y Cartagena, en Colombia.
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En los foros en las tres ciudades también se mostró información para entender más de cerca la realidad estadística de la seguridad de estas ciudades. Cada una tiene características específicas, pero comparten una: en las tres ha aumentado la violencia en el último año.
Aunque las cifras no son tan altas como en Guayaquil, la violencia en Manta va en constante crecimiento. En los últimos años, la ciudad portuaria, en la provincia de Manabí, se ha convertido en uno de los distritos más violentos a nivel de la provincia, junto a Portoviejo y Pedernales.
Según los datos presentados por Quito Cómo Vamos en el foro, las muertes intencionales en Manta están en su mayoría relacionadas al tráfico internacional de drogas y al microtráfico. Por ejemplo, en 2022, hubo 90 muertes intencionales, en comparación a las 13 que hubo en 2019. De las muertes en 2022, el 50% fue por microtráfico y el 35% por tráfico internacional de drogas.
Manta, al igual que Guayaquil, tiene un puerto internacional que ha sido un punto clave para el tráfico de drogas a Estados Unidos y Europa.
Hasta julio de 2023, hubo 88 homicidios en Manta, según la Gobernación de Manabí. Uno de esos fue el de Agustín Intriago, alcalde de la ciudad, quien fue asesinado la tarde del 23 de julio de ese año mientras hacía un recorrido de un barrio al oeste de Manta. En ese mismo ataque también fue asesinada una deportista que estaba en el evento.
Otros delitos también se han incrementado en Manta. Según la Fiscalía, en 2019 hubo 1.084 robos en esta ciudad. Incluyendo atracos a personas, casas, carros, bancos y otros tipos de robos. En 2022, hubo un total de 3.748 robos en Manta.
En la capital ecuatoriana las cifras también han aumentado. Según Quito Cómo Vamos, en la ciudad las muertes intencionales pasaron de 135 en 2019 a 183 en 2022. De esas, la mayoría está relacionada a riñas, amenazas y robos.
En 2023 la cifra aumentó más: llegó a 257 muertes violentas, según dijo Francisco Orquera, subcomandante de Policía de Quito, en una entrevista con Primicias. En este año, Quito fue el escenario de un ataque sin precedentes: el magnicidio de Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia. Villavicencio fue asesinado la tarde del 9 de agosto de 2023, recibió varios disparos al salir de un mítin con jóvenes en la calle Amazonas, en el centro financiero de Quito.
Al igual que en las otras ciudades, en Quito los robos aumentaron. Según la Fiscalía, en 2019 hubo 16.486, para 2022 los robos aumentaron a 59 mil.
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Los escenarios en estas tres ciudades reflejan el panorama general de violencia que vive el país. Sólo entre 2021 y 2022, las muertes violentas a nivel nacional crecieron en un 85%. El 2022 cerró con 4.632 muertes violentas, según la Policía Nacional. Para septiembre de 2023 ya se habían superado las muertes violentas de todo 2022 con 4.835.
Ecuador cerró 2023, el año más violento de su historia, con más de 7 mil muertes violentas.
Lo mismo ha pasado con otros delitos. Las denuncias de extorsión —cuando una persona presiona a otra para que haga algo sobre su voluntad— pasaron de 2.700 en 2021 a 7.740 en 2022. La modalidad más común de extorsión en Ecuador son las vacunas, como se conocen comúnmente cuando los delincuentes piden dinero para “garantizar” seguridad.
Otro de los delitos que ha aumentado son los robos. Entre 2021 y 2022, los robos a personas aumentaron en un 22%, el robo a motos un 55% y el robo a carros en un 52%. En 2022 hubo más de 260 mil robos a nivel nacional, casi 4 veces más que en 2019.
Aunque las cifras oficiales de todos los delitos en 2023 todavía no han sido publicadas oficialmente por las autoridades, es evidente que la violencia ha continuado en las primeras semanas de 2024. Sólo entre el 7 y 9 de enero de 2024, líderes delictivos se fugaron de las cárceles, secuestraron guías penitenciarios, hubo coches bomba y otras explosiones. El punto máximo de la violencia de esos días fue cuando un grupo de encapuchados se tomó TC Televisión y transmitió en vivo el ataque terrorista al canal.
Ante la violencia, el 8 de enero el presidente Daniel Noboa decretó estado de excepción y, al día siguiente resolvió que Ecuador vive en un conflicto armado interno. En términos puntuales, desde la segunda semana de enero de 2024, el país está en estado de guerra contra un enemigo interno.
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