El 26 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Prevención del Embarazo Adolescente. La fecha se estableció para crear conciencia sobre la importancia de la educación sexual para evitar el embarazo en estas edades.

Ecuador es uno de los países con mayor tasa de embarazos adolescentes en América Latina: 111 embarazos por cada 1.000 niñas entre 15-19 años. El Análisis Rápido de Género (ARG) de la organización Care dice que el 12% de las adolescentes ecuatorianas han estado embarazadas al menos una vez. El 78 % de esos embarazos fueron de niñas entre los 10 y 14 años. 

Además, el análisis dice que “Ecuador reconoce que el 80% de los embarazos adolescentes son consecuencia de violencia sexual”. Una investigación de la Fundación Desafío dice que cada año “se embarazan más de dos mil niñas, el 80% producto de violación”. 

En esta entrevista, Virginia Gómez de la Torre, médica y directora de Fundación Desafío, habla sobre el embarazo de niñas —de 10  a 14 años— y el embarazo adolescente en Ecuador y cuáles son sus razones. Además, la experta habla sobre los riesgos del embarazo adolescente y por qué es importante que se trabaje en su prevención. 

¿Cuál es la causa principal del embarazo en niñas en Ecuador?

En el caso del embarazo de niñas, su causa fundamentalmente es la violencia sexual y el incesto.

Las niñas de entre 10 y 14 años están entre comillas protegidas por el Código Penal porque incluso ha incorporado el delito de violación incestuosa. La violencia en el entorno más cercano es la causa más grande del embarazo en niñas. A las niñas las violan en sus familias; las violaciones incestuosas que ya tienen larga data. 

En muchos casos, son niñas que ya vienen siendo abusadas sexualmente antes y cuando están más grandecitas, cuando ya las pueden penetrar pues lo hacen y las embarazan. Son niñas generalmente pobres que no tienen la protección de una familia, de una comunidad, y por supuesto tampoco tienen protección del Estado, que es lo fundamental.

Muchas veces se dice que las niñas que quedan embarazadas son inmaduras. Pero uno no puede decir que son inmaduras. Una niña es madura de acuerdo a su edad. Entonces, claro, una niña entre 10 y 14 años tiene la madurez de esa edad. No se puede pedir que tenga las habilidades para darse cuenta de lo que le está sucediendo.

Además, hay que tener claro que muchas de estas niñas son intimidadas, amenazadas, y a veces también, seducidas. Entonces sus habilidades, su conocimiento de la vida no les alcanza para entender lo que les está sucediendo, y peor aún si no tienen información de su escuela o colegio. Algunas niñas no están ni siquiera escolarizadas y a eso hay que sumarle la pobreza. Muchas niñas son entregadas a hombres muchísimo mayores a cambio de sostener y dar plata a la familia. 

El embarazo en las niñas es un tema estructural como es estructural la violencia. Es un tema que afecta a las niñas pobres, indígenas, de la ruralidad y a las niñas negras. 

Pero también está la violencia intrafamiliar que es un factor de riesgo.

Y en el caso de los embarazos en la adolescencia, ¿cuáles son las principales causas? 

En la adolescencia las causas principales son la desinformación, la curiosidad, y el hecho de que las adolescentes viven en entornos violentos. Pero la desinformación y la falta de ejercicio de derechos, y no entender la dimensión de lo que significa tener una relación sexual es un factor de riesgo. 

Otra causa es que muchos chicos que tienen relaciones sexuales lo hacen en un marco de violencia. Las niñas que están iniciando su vida sexual tienen curiosidad pero a veces se niegan a la relación sexual y los chicos terminan violándolas. Además, hay chicas que acarrean relaciones sexuales incestuosas o relaciones sexuales producto de la pobreza, y claro, en ese contexto se embarazan. 

Las adolescentes se embarazan mucho más que las niñas. 

¿Cuáles son los riesgos del embarazo de niñas y adolescentes?

En las niñas y adolescentes, el riesgo es afectar su salud integral, que es un derecho que tenemos todos los seres humanos. No solo tenemos derecho a que no nos duela nada, a que no nos enfermemos de algo; la salud integral es mucho más que un dolor o una enfermedad. Plantea estar sanas en el cuerpo físico pero también en el cuerpo mental y en el cuerpo social.

Las tres dimensiones configuran  la salud integral y esta tiene una relación intrínseca con el bienestar. Y en ese marco, las niñas tienen afectada su salud integral y las adolescentes también. 

Más allá de la edad, el embarazo es un factor de riesgo. Cualquier embarazo, así sea en la edad adecuada, en el cuerpo adecuado, con el círculo social y económico adecuado, siempre va a tener riesgos. Pero en niñas es peor porque no han madurado su cuerpo físico. 

Son inmaduras para tener un embarazo. Las niñas embarazadas viven un proceso de maduración brutal cuando son forzadas a ser madres. El cuerpo tiene que adecuarse a ese embarazo y muchas veces no lo logran. 

Son niñas pequeñas, son niñas que cuando ya han parido no tienen ni pezones. La mayoría son niñas pobres y muchas llegan con una serie de complicaciones. Son guaguas que todavía no han crecido y esos fetos son grandes para su pelvis, entonces les tienen que hacer cesáreas, lo cual es un riesgo adicional. 

Y no se diga la salud mental. Recordemos que muchos de estos embarazos son producto de la violencia. Entonces son niñas violadas que de un día para el otro tienen un hijo en brazos y no saben qué hacer. Están absolutamente despojadas de su identidad de niñas para pasar a una identidad de señoras, de mamás. Y ese cambio no es fácil. Ese es un cambio al que muchas no se acostumbran y a veces por eso rechazan esos hijos.

Y la salud social, que es esta dimensión de la que poco se habla, también es importante. Son niñas que tras su embarazo van a ser rechazadas en el entorno. Son niñas a las que el entorno social ya no las ve como niñas sino como mamás, como señoras y son más susceptibles de vivir nuevas violencias. 

Además, son niñas que dejan de estudiar y que por eso mismo luego no pueden trabajar o tienen trabajos muy precarios. Por eso es que el embarazo adolescente afecta también al desarrollo libre de la personalidad, que es un derecho humano. Las niñas que no se embarazan desarrollan su personalidad libremente mientras otras no. 

¿Cuáles son las mejores estrategias que se pueden implementar para prevenir el embarazo de niñas y adolescentes?

Son varias. El embarazo adolescente y el embarazo infantil son indicadores de un país con unos modelos de desarrollo que privilegian el capital. Modelos de desarrollo como el del Ecuador no privilegian y priorizan al ser humano. Entonces yo diría que lo primero que hay que hacer es atacar un tema estructural y darle más importancia a las personas, a las mujeres.  

También hay un punto fundamental que es la educación sexual integral, tan vilipendiada, tan atacada por personas como el mismo presidente Guillermo Lasso. Él representa a la población que está en contra de que las niñas, las adolescentes, los hombres y mujeres tengan acceso a esa información. Tener acceso a la información es prevención, es prevenir el embarazo adolescente y prevenir la violencia

Una niña que sabe que lo que le está sucediendo es violencia, es una niña que puede denunciar, que puede avisar a un adulto lo que le está pasando. Pero si esa niña no tiene información, está confundida, no dice nada. Y entonces la pueden seguir manoseando, violando, e intimidando. Pero el sistema educativo, el sistema de salud de este país no dan la información suficiente. 

Yo conozco profesores, psicólogas y médicos que hacen todo lo posible para enfrentar esto de la desinformación. Pero no es suficiente; ellos no son los únicos responsables. La responsabilidad está en una política de protección, una política que asigne recursos, que asigne profesionales y que no sea tacaño con la información. ¿Cómo es posible que seamos un país en el que no se da información? 

Lo que estamos viviendo ahora con los índices de embarazo infantil y adolescente es producto también de la falta de acceso a los anticonceptivos, a los preservativos, y acceso a la idea de que la sexualidad no es mala. ¿Por qué se castiga la sexualidad? Las niñas y las adolescentes crecen con un castigo a la sexualidad cuando la sexualidad es una dimensión de la vida que debería ser recuperada, respetada. Pero eso no sucede, es todo lo contrario. El mensaje es “cuidado tienes relaciones sexuales”, “cuidado te masturbas”, “cuidado usas anticonceptivos”.

Otras estrategias como que el aborto sea legal en todas las causales también es una herramientas para permitir que la niñez y adolescencia sigan siendo niñez y adolescencia. Sino estamos abonando a que las niñas se conviertan en madres prematuramente y esa no es una buena inversión para el desarrollo del país. Eso cuesta dinero y eso está demostrado. Las niñas y adolescentes que llegan a la adultez con  hijos tienen menos oportunidades de estudiar y no tienen oportunidades de conseguir empleos adecuados, y eso impacta el desarrollo. 

¿Por qué es importante empezar a prevenir el embarazo en niñas y adolescentes?

Porque es un tema de derechos humanos. Es un tema de garantía de derechos, de protección y de responsabilidades del Estado. 

Es un tema en el cual se tiene que garantizar el ejercicio de los derechos humanos, los derechos reproductivos y el derecho a una vida libre de violencia. Son derechos que están consignados en la Constitución, y están consignados en estándares internacionales, en convenciones que hemos firmado. Entonces no es cuestión de decir “esta chica fue a meterse ahí porque es una tal y cual” o “a las niñas también les gusta”. 

Esas son barbaridades que se dicen. Pero hay que entender que las niñas y adolescentes que se embarazan, se embarazan producto de una violencia que viene desde el Estado porque el Estado no las protege. El Estado no les da entornos saludables, no les da entornos de derechos porque no garantiza la sobrevivencia. 

Como decía, son niñas y adolescentes pobres que tienen muchos riesgos y vulnerabilidades más que las niñas y adolescentes de clase media. Las niñas pobres, que son un montón, son las que se embarazan producto de violencia. 

Ahora que tenemos despenalizado el aborto por violación podemos avanzar en algo. Pero ni siquiera a esa causal se la puede acceder adecuadamente porque lo que ha hecho este gobierno es construir una ley para que la mujer tenga dificultades en abortar en casos de violacion. 

Aun así nosotras como Fundación Desafío, como coalición nacional de mujeres, defendemos esta ley. No es la mejor ley, pero antes no teníamos nada. Ahora por lo menos tenemos esta y estamos luchando para que esta ley cambie y mejore. Pero no pretendemos de ninguna manera que esta ley se derogue porque es ponernos en la misma posición que los antiderechos.

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Doménica Montaño
(Quito) Ex reportera de GK. Cubre medioambiente y derechos humanos.
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