La falta de financiamiento climático es uno de los mayores obstáculos para implementar las acciones que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y construir resiliencia al cambio climático.
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Los costos de la acción climática se han valuado en miles de millones de dólares. En el Acuerdo de París que se firmó en 2015, los países desarrollados se comprometieron a movilizar 100 mil millones de dólares por año desde 2020. Pero en la última Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático —COP26— se verificó que esa meta aún no se ha cumplido.
Pero incluso si se llega a cumplir, los 100 mil millones de dólares anuales serían insuficientes. El presidente de la COP26 Alok Sherma dijo en la conferencia, que se necesitaban billones de dólares para realmente suplir las necesidades de los países en desarrollo contra el cambio climático.
Los últimos dos reportes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) —sobre adaptación al cambio climático y la mitigación del cambio climático— son claros: sin financiamiento será muy difícil evitar un colapso climático.
El financiamiento climático para la adaptación
En febrero de 2022, el IPCC publicó un informe sobre los impactos, la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático. Ese informe dice que los esfuerzos de adaptación no están bien distribuidos y que el mayor reto es el financiamiento. Los países menos desarrollados son los que menos recursos tienen, y por ende, los que menos planes de adaptación pueden implementar.
Además, la falta de recursos, dice el IPCC, es un limitante para la implementación de los planes de adaptación al cambio climático. Según el reporte, hay muchos planes de adaptación pero poca implementación debido a la falta de presupuesto.
Sandra Guzmán, gerente de financiamiento del Climate Policy Initiative (CPI) dice que esto sucede porque “menos del 10% [del financiamiento climático] va hacia la adaptación”.
Los expertos dicen que para que la brecha de financiamiento en este aspecto se reduzca es necesario cuantificar y estimar los costos y beneficios de la adaptación al cambio climático. Guzmán dice que el financiamiento en adaptación“es la inversión de nuestras vidas”. Según la experta, “sin ella [adaptación] simple y sencillamente no habrá sector que resista, no habrá actividad que mantenga a la población”.
El financiamiento climático para la mitigación
Aunque la mayor parte del financiamiento climático —el 90%— va a la mitigación del cambio climático, el último informe del IPCC sobre la mitigación dice que la falta de recursos económicos sigue siendo un problema para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático.
La evaluación del IPCC concluyó que los montos que se invierten actualmente para evitar que la Tierra se caliente, son seis veces menores a los que se deberían estar invirtiendo. (La mayor brecha de financiamiento la enfrentan los países menos desarrollados).
Pero la falta de financiamiento para la mitigación, explica el documento, no viene de la falta capital, sino de la falta de inversión. El informe explica que “hay suficiente capital global y liquidez para cerrar las brechas de inversión”.
El problema es que no hay voluntad para invertir. Ni siquiera aunque los beneficios a largo plazo son más.
El informe dice que incluso “sin tener en cuenta los beneficios económicos de la reducción de costos de adaptación y de impactos climáticos evitados”, el Producto Interno Bruto (PIB) global en 2050 podría ser solo un poco más bajo si tomamos las medidas necesarias para limitar el calentamiento global. Es decir, el impacto en la economía de tomar medidas de adaptación no sería tan fuerte como se puede pensar.
Si se mantienen las políticas actuales, dice el informe, el PIB global en 2050 podría ser muchísimo más bajo debido a los impactos causados por el calentamiento del planeta. Eso significa que sería más caro permanecer con una economía tal como la conocemos que empezar a adaptarla a las necesidades del cambio climático.
¿Qué es el financiamiento climático?
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) dice que el financiamiento climático es cualquier tipo de “financiación local, nacional o transnacional que se usa para apoyar e implementar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático”. Ese financiamiento, dice la Convención, puede provenir de diferentes fuentes públicas, privadas y alternativas.
El financiamiento climático, dice la Convención, es fundamental para que los países en desarrollo “puedan pasar al verde sus economías y crear resiliencia” frente a los efectos del cambio climático.
Hay diferentes instrumentos de financiamiento climático. Algunos de los más comunes son:
- Los bonos climáticos o bonos verdes: son un tipo de préstamo utilizado para financiar proyectos que abordan el cambio climático. La deuda debe ser pagada en un plazo de tiempo y a un interés determinado.
- El co-financiamiento: es un financiamiento conjunto entre dos entidades que trabajan para financiar un proyecto de cambio climático.
- Canjes de deuda: es la venta de una parte de la deuda externa a cambio de inversión en actividades relacionadas con el cambio climático.
También hay otros instrumentos como los pagos por los servicios de los ecosistemas, las subvenciones, y el financiamiento climático basado en resultados.
En 2021, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) lanzó la Estrategia Nacional de Financiamiento Climático del Ecuador (EFIC). La estrategia contempla la gobernanza efectiva del financiamiento climático, la consolidación de un sistema financiero que integre el enfoque climático de forma transversal, y el acceso y movilización efectiva de financiamiento climático.
Las más de 83 acciones que incluye el documento serán implementadas a corto plazo —hasta 2023—, a mediano plazo —hasta el 2026— y a largo plazo —hasta el 2030—.