Jhajaira Urresta es asambleísta por la provincia de Pichincha. En las elecciones de febrero de 2025 fue reelegida por tercera vez con el respaldo de la Revolución Ciudadana, el movimiento correísta al que pertenecía desde su llegada a la Asamblea en el año 2021.

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En 2025, apenas dos meses después de asumir su curul, se apartó del bloque. La decisión sorprendió porque Urresta había sido una de sus figuras más visibles, cercana a las bases y con un discurso alineado con el proyecto político de Rafael Correa.

El quiebre, sin embargo, fue abrupto. Urresta dijo que el detonante fue un supuesto chat entre Luisa González, presidenta del movimiento, y el abogado correísta Eduardo Franco Loor, ex consejero del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. 

En ese chat, según Urresta, González la habría llamado “tuerta de mierda”, en referencia a la lesión que sufrió en su ojo durante las protestas de octubre de 2019, cuando perdió un ojo por el impacto de una bomba lacrimógena.

Cuando intentó confrontar a González, asegura que solo recibió una respuesta evasiva: “¿Qué tengo que aclararte?”.

La salida de Urresta no ocurrió en un momento cualquiera. 

Su ruptura con la Revolución Ciudadana se dio en medio de una de las mayores crisis internas del movimiento, marcada por la denuncia de violación contra Santiago Díaz Asque, asambleísta correísta, acusado de la violación de una niña de 12 años. Mientras varios dirigentes optaban por guardar silencio o minimizar el hecho, Urresta fue una de las pocas voces dentro del correísmo que se pronunció públicamente

Dijo que su empatía con las víctimas era más fuerte que cualquier lealtad política y que no podía callar ante crímenes de esa gravedad. Para ella, el manejo del caso fue una muestra más de que el movimiento se alejaba de los principios que decía defender.

Después de su salida de la bancada de la Revolución Ciudadana, hubo reacciones

Urresta no renunció a su curul: sigue siendo asambleísta, pero ahora actúa de forma independiente. 

Esa decisión también generó cuestionamientos, especialmente porque desde entonces ha votado en varias ocasiones junto al bloque oficialista Acción Democrática Nacional (ADN), el principal rival político del correísmo en la Asamblea.

Para miembros del movimiento, ese giro ha sido interpretado como una “traición”. Para Urresta, en cambio, es una forma de seguir legislando sin ataduras partidistas, dijo. 

Rafael Correa, líder de la RC, escribió en su cuenta de X que todo era un “pretexto”, que el chat entre Eduardo Franco Loor y Luisa Gonzalez no existía y que Urresta debía renunciar a su curul si realmente quería demostrar dignidad. 

También aseguró que ella no llegó al movimiento por méritos propios, sino por recomendación del abogado Fausto Jarrín

Urresta respondió con un comunicado en el que dijo que su entrada a la Asamblea fue parte de una lucha social, no por favores ni amistades políticas. 

El 14 de julio de 2025, apenas cuatro días después de anunciar su salida de la Revolución Ciudadana, Urresta denunció públicamente que uno de los miembros de su equipo legislativo había recibido amenazas. En un comunicado, dijo que por motivos de seguridad cancelaba su agenda de medios y actividades previstas en Quito y otras provincias. 

También dijo que no retomaría sus actividades públicas hasta que se presenten las denuncias formales y se implementen medidas de protección para su equipo.

Te contamos quién es Jhajaira Urresta.

Una herida que marcó su vida

Antes de incursionar en la política, Jhajaira Urresta se dedicaba a la comunicación estratégica en el ámbito privado y también colaboraba con organizaciones sociales, enfocándose en derechos humanos y gestión de riesgos.

El nombre de Jhajaira Urresta se hizo conocido en octubre de 2019, durante uno de los paros más intensos que ha vivido Ecuador en su historia reciente. 

La movilización, que duró once días, paralizó gran parte del país en rechazo al paquete de medidas económicas impulsadas por el entonces presidente Lenín Moreno, entre ellas la eliminación del subsidio a los combustibles.

Durante esas jornadas hubo enfrentamientos violentos, represión policial, saqueos y más de una decena de víctimas. Una de ellas fue Urresta, que entonces vivía en el barrio La Tola, centro de Quito.

Ella participaba en un cacerolazo organizado por su comunidad como forma de protesta pacífica contra el gobierno, cuando fue impactada en el rostro por una bomba lacrimógena disparada por la Policía. La herida le provocó la pérdida total del ojo izquierdo.

Urresta fue una de, al menos, 15 personas que perdieron un ojo en esas protestas. Desde entonces, su imagen —con un parche ocular o mostrando las cicatrices— se convirtió en un símbolo de la represión vivida en esa jornada, según Urresta.

En una entrevista con el programa radial La Otra FM, contó que cada mañana maquilla esas heridas para que “el pueblo no vea cuánto duele”.

Después del paro, en el que el principal blanco fue el gobierno de Lenín Moreno —enemigo político de Rafael Correa—, la Revolución Ciudadana empezó a acercarse a figuras que simbolizaban resistencia a ese régimen. 

Urresta, como una de las víctimas más visibles de la represión, encajaba en ese perfil. Aunque no tenía militancia política previa, fue incorporada por el movimiento correísta como parte de su estrategia para recuperar terreno político.

Según entrevistas que ha dado Correa, su candidatura fue un homenaje a quienes fueron reprimidos durante esas jornadas. Así fue como pasó a formar parte de las listas correístas en las elecciones de 2021.

Su carrera en la política

En las elecciones generales de 2021, Jhajaira Urresta fue electa asambleísta por la provincia de Pichincha con la alianza Unión por la Esperanza (UNES), que agrupaba al correísmo y al movimiento Centro Democrático

Esa coalición respaldó la candidatura presidencial de Andrés Arauz, el postulante del correísmo. Aunque inicialmente actuaron bajo el nombre de UNES, con el tiempo el bloque legislativo pasó a identificarse públicamente como Revolución Ciudadana, el movimiento liderado por Rafael Correa.

En 2022, fue parte del grupo de legisladores que apoyó el intento de destitución del ex presidente Guillermo Lasso por presunta mala gestión.

En 2022, Urresta impulsó la destitución de Yeseña Guamaní, entonces segunda vicepresidenta de la Asamblea, por supuesto incumplimiento de funciones. Ese mismo año también participó en el juicio político contra Patricio Carrillo, ex ministro del Interior del gobierno de Guillermo Lasso, por su manejo durante el paro nacional de junio de 2022.

En 2024, ya de regreso en la Asamblea —tras las elecciones anticipadas provocadas por la muerte cruzada—, Urresta retomó su curul con Revolución Ciudadana y se integró a la Comisión de Fiscalización. Desde ahí presentó el juicio político contra la canciller de Daniel Noboa, Gabriela Sommerfeld, por el allanamiento a la Embajada de México, ordenado por el Presidente.

En las elecciones generales del 9 de febrero de 2025, Urresta fue reelegida como asambleísta por Pichincha, una provincia que obtuvo 19 curules, repartidas principalmente entre Revolución Ciudadana y el movimiento oficialista Acción Democrática Nacional (ADN)

Su relación con el bloque cambió drásticamente luego de que denunciara haber recibido un insulto por parte de Luisa González y por su desacuerdo con el manejo interno del caso de Santiago Díaz Asque, asambleísta suspendido acusado de violación.

En redes sociales y medios de comunicación, Urresta ha mantenido un discurso enfocado en la justicia social, la defensa de los derechos humanos y la denuncia de la violencia política. Hoy, sin partido ni bancada, asegura que continuará con esa agenda, pero sin ataduras partidistas.

Formación académica e información pública

En 2016, Jahajaira Urresta obtuvo el título de Comunicadora Social con énfasis en Comunicación Organizacional en la Universidad Central del Ecuador, según la Senescyt. 

Según el Consejo de la Judicatura, en 2017 tuvo una denuncia por robo de documentos. No se conocen más detalles sobre esa causa ni si fue archivada o sigue en trámite.

En 2021, ya como figura pública tras su elección como asambleísta, presentó una acción de protección contra varias autoridades del gobierno de Guillermo Lasso. 

Demandó al ex ministro de Economía Mauricio Pozo, al ex presidente Lenín Moreno, al ex ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño y a Edmundo Moncayo, ex director del SNAI, presentando en 2021 una acción de protección por vulneración de derechos humanos durante el paro nacional de octubre 2019

Acusó a estas autoridades de ser responsables directos o cómplices de la represión policial que resultó en su lesión ocular y en otras violaciones al debido proceso y garantías constitucionales. 

En 2023, Urresta también fue parte de un proceso contra el juez Ángel Lindao. Junto a otras personas, presentó una solicitud de declaratoria jurisdiccional previa, al considerar que Lindao incurrió en negligencia al aceptar una acción de protección que, según los denunciantes, fue tramitada de forma irregular

Este mecanismo permite evaluar si un juez cometió dolo, error inexcusable o negligencia grave, como paso previo para iniciar acciones legales en su contra para abrir procesos contra jueces, bajo condiciones muy específicas.

Ese mismo año, presentó otra acción de protección, esta vez contra la Procuraduría General del Estado y contra Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral. Urresta solicitó una medida cautelar para evitar que se tomen acciones en su contra

Según la Fiscalía General del Estado, Urresta ha presentado tres denuncias penales. 

  • En 2021, denunció por robo a un ciudadano identificado como René Urresta, cuyo parentesco con ella no ha sido aclarado públicamente.
  • En 2022, presentó una denuncia por extorsión contra Melanny García e Iván Mendoza. 
  • En 2023 denunció un caso de intimidación, aunque no se especifica quién habría sido el responsable.

Según el Sistema Único de Pensiones Alimenticias, no mantiene pensiones alimenticias pendientes.

Según la Contraloría General del Estado, no registra bienes inmuebles a su nombre. En una declaración de 2021, cuando fue elegida asambleísta, reportó un patrimonio de 6.288,08 dólares.

Según el Servicio de Rentas Internas, en los últimos cuatro años ha pagado lo siguiente: 

  • 2024: 6.133,59 dólares en impuesto a la renta, y 0 dólares de impuesto a la salidas de divisas. 
  • 2023: 1.665,07 dólares en impuesto a la renta, y 0 dólares de impuesto a la salidas de divisas
  • 2022: 6.684,17 dólares en impuesto a la renta, y 0 dólares de impuesto a la salidas de divisas
  • 2021: 521,31 dólares en impuesto a la renta, y 0 dólares de impuesto a la salidas de divisas
Nicolas Jacome
Nicolás Jácome
Reportero de redes en GK. Periodista por la Universidad de las Américas.
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