Me enamoré de doce santos
No tengo claro cuándo ni cómo sucedió, fue como si, por primera vez, los doce santos me hubiesen hablado y convencido de probar la fanesca y fue una verdadera epifanía.
Un platito amarillo al final del túnel
Para celebrar la esperanza que las cosas pequeñas nos devuelven estos días, he pensado en una receta sencilla, feliz y brillante como la lucecita que se ve al final de este túnel y que me ha devuelto la sonrisa y el apetito.
Pochoclo, canchitas, popetas ¿Qué?
Donde sea que esté, si hay canguil, todo mejora. Es un ejemplo perfecto de simplicidad y sencillez: con solo un poquito de calor, explota y nos regala lo mejor de él.
La calma a punto de nieve
Hornear es unir, es estar en casa y sentirse acompañado. Hornear es un momento de tranquilidad necesaria para los días de aislamiento.
La alacena llena, el corazón descontento
La tranquilidad no viene en un carrito de súper. Aquí una receta con solo tres ingredientes para mantener la calma en los días de aislamiento.
D’La Calle es un viaje por el mundo en una ferretería
Cuando el chef me dijo que la coliflor que me ofrecía era divertida, supe que había llegado a un lugar especial.
Bíbidi Bábidi Bu
La cocina es un momento de creación en el que la química, la física, la mística y el arte se juntan y, como si uno dijera ¡Bíbidi Bábidi Bu!, producen elixires de vida.
El glamour de desayunar pan perdido
El desayuno es el momento del día que más me emociona y saber que podía vivirlo a cualquier hora, me sacudió el corazón. ¡Qué vivan los desayunos lentos que nos van despertando en las mañanas!
Guía para enfrentar el coronavirus
Aquí algunos consejos para protegerte del coronavirus.
Dolly Parton también cocina entre semana
Cuando solo quiero echarme en el sofá y ser un zombie frente a Netflix, una latita de atún, redonda como un salvavidas, aparece en mi alacena y me anima a cocinar después de una larga rutina.