La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de 2023 comenzó el 19 de septiembre. En este espacio los representantes de los 193 Estados miembros se reúnen una vez al año para tomar decisiones sobre asuntos internacionales que incluyen temas de seguridad, educación, medioambiente, entre otros. 

En esta entrevista, Hernán Pérez Loose, representante permanente de Ecuador ante la ONU, habla sobre cuáles son las prioridades de Ecuador en este encuentro. También habla de su papel como representante del país ante el Consejo de Seguridad de la ONU, organismo del que Ecuador es parte desde enero de 2023 y en el que estará hasta 2025.

¿Cuáles son las prioridades de Ecuador en la Asamblea General de la ONU?

Esta semana que viene es de alta importancia; se le llama semana de alto nivel. Según la práctica de las Naciones Unidas, es cuando asisten presidentes, primeros ministros, jefes de Estado, cancilleres y otros funcionarios. 

El 19 de septiembre ya comienza el trabajo de la nueva Asamblea General en las sesiones ordinarias. Es un buen momento para tener reuniones bilaterales y para reafirmar obviamente el compromiso de los países a la carta de las Naciones Unidas, reiterar en nuestros deseos de paz, etcétera. 

Ese más o menos es el contexto. 

Este año hay una peculiaridad que lo diferencia a los años anteriores: el Secretario General ha organizado una serie de eventos —digamos cumbres— dentro de esa misma semana. Así que estamos aquí las misiones con trabajo intenso. Vamos a tener una reunión preparatoria a nivel ministerial de la Cumbre del Futuro del próximo año, va a haber una reunión sobre el estatus de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Nota de la editora: La Cumbre del Futuro es un evento que se hará en 2024 para “mejorar la cooperación en desafíos críticos y abordar las brechas en la gobernanza global, reafirmar los compromisos existentes, incluidos los ODS y la Carta de las Naciones Unidas”, según la ONU. 

Ahora con respecto a Ecuador, el presidente Lasso viene a dar el discurso ante la Asamblea General. Este año estando el Ecuador en el Consejo de Seguridad, el presidente Lasso también va a ir al Consejo. 

En esa sesión van a estar también presidentes, cancilleres o primeros ministros de otros países de los miembros del consejo. Así que estos días van a ser de mucha actividad. 

Para hablar de un tema concreto, tomando en cuenta que al presidente Lasso le quedan pocos meses de gobierno, hace pocos días le volvió a pedir la exoneración de la visa al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. ¿Van a abordar ese tema en alguna de las reuniones bilaterales en la Asamblea General?

Yo creo que con esa conversación telefónica probablemente ya no haga falta, pero creo que sí va a haber otro encuentro.

De nuevo, aunque el tiempo de Lasso en el poder es corto, ¿piensa el gobierno pedir financiamiento en las reuniones de la Asamblea General de la ONU? 

Va a haber un encuentro con el gobierno de Corea del Sur, que es preparatorio a la firma del tratado de libre comercio (TLC). Va a haber reuniones bilaterales con otros Estados miembros. El canciller [Gustavo Manrique] también tiene una serie de reuniones. Ecuador todavía es presidente pro tempore en la XXIX Cumbre Iberoamericana, entonces va a haber una reunión de eso y además algunas reuniones bilaterales. 

El Presidente va a tener una reunión con miembros de la Casa Real de Inglaterra, creo que con el Príncipe de Gales porque están extremadamente interesados en el canje de deuda. Eso ha llamado mucho la atención a nivel internacional, entonces quieren conocer más. 

Ecuador ya lleva varios meses en el Consejo de Seguridad. ¿Cuál ha sido el papel del país en estas sesiones? 

Ecuador ha estado tres veces en el Consejo de Seguridad. Por la época de los años 1950, luego en los 1960 y luego de ahí en al inicio de los 1990. Curiosamente, son tres momentos completamente diferentes. Nuestra primera presencia fue pocos años después de que se fundaron las Naciones Unidas.

En 1950, el mundo acababa de terminar una guerra de esas dimensiones y la ONU comenzaba recién a funcionar. En 1960 estábamos políticamente en uno de los más intensos periodos de la Guerra Fría. 

En los años 1991 y 1992 que nos tocó por tercera vez estar, curiosamente había terminado la Guerra Fría. Había un gran optimismo en el mundo, parecía que finalmente el fantasma o el peligro de una guerra con la población mundial había desaparecido. Se sentía como que las Naciones Unidas podían ahora dedicarse a mantener un poco a seguir manteniendo la letra de la carta, a garantizar la paz y seguridad internacionales. En efecto así sucedió. Hubo un acercamiento de las potencias y de alguna manera se creó un consenso de paz. 

Ahora ese consenso ha sufrido obviamente una merma, un golpe, a raíz de la guerra en Ucrania, de la agresión de Rusia. En el Consejo hay un antes y un después. Luego de la guerra de Ucrania, no es el mismo Consejo de Seguridad que había antes. 

Obviamente tampoco es el mismo que teníamos en los años 90, cuando Ecuador estaba como miembro. En estos años, el mismo Consejo ha cambiado, en el sentido de que su agenda se ha expandido enormemente. Es mucho más compleja y el trabajo mucho más intenso. 

También se han multiplicado los órganos subsidiarios del Consejo. Ecuador está dirigiendo dos de esos órganos. Uno que tiene que ver con las sanciones a los talibán. El otro es sobre la implementación de una resolución que se aprobó en el 2004 que se dedica a prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva a grupos terroristas. 

En el Consejo en sí, Ecuador ha venido con una línea muy coherente con la que hemos tenido tradicionalmente nuestra política exterior. Hemos defendido la solución pacífica de las controversias, la integridad territorial de los miembros de las Naciones Unidas, por lo tanto hemos condenado los intentos de anexión que está conduciendo Rusia sobre Ucrania. 

También hemos participado y colaborado en otros temas, por ejemplo en África. Me tocó viajar a la República Democrática del Congo en marzo en una misión con los miembros del Consejo para ver de cerca el deterioro de la situación que está sufriendo el país, y los problemas que tiene con sus vecinos. 

Además, somos parte de la Comisión  para el desarrollo de la Paz y formamos parte de otros organismos.  

Tenemos cada mes que informar al grupo latinoamericano. Hoy en día estamos dos gobiernos:  Ecuador y Brasil. Ya Brasil termina su presencia ahora en diciembre, le sustituye Guyana por la región.

Nota de la editora: El Consejo de Seguridad tiene 15 miembros y cada miembro tiene un voto. Únicamente, 5 de ellos son permanentes. Los otros 10 son miembros no permanentes y cada año se renueva a 5 de ellos. Hay dos miembros por la región de América Latina y el Caribe. Ecuador estará en el Consejo hasta 2025. 

¿Qué se ha hecho en las sesiones del Consejo de Seguridad?

Venimos trabajando intensamente en negociaciones, aprobación de resoluciones, en renovación de mandatos. Sin embargo, debo reconocer también que a pesar de eso hay un componente de conflicto en el ambiente, en las resoluciones. No avanzamos. 

Una excepción, de la que podemos sentirnos complacidos, es una resolución sobre Haití. A pesar de todos los conflictos, logramos pasar por unanimidad una resolución que renovaba, fortalecía y ampliaba el mandato de las Naciones Unidas en la hermana República de Haití. 

Se está organizando a una fuerza de apoyo multinacional para fortalecer la labor de la Policía en Haití. La situación ahí es dramática y Ecuador ha venido poniéndole mucha atención a ver cómo superamos esa crisis humanitaria, política y de seguridad. 

La aprobación de esa resolución de forma unánime ha sido mencionada en el Consejo como un ejemplo de que no está todo perdido, que sí hay momentos o espacios de consenso, pero son cada vez más reducidos. 

Lamentablemente en otros temas, como Siria o Myanmar, se nota que no se avanza, que algunas resoluciones no se aprueban. Desde hace poco la Federación Rusa ha venido utilizando ya de una manera un poco excesiva y recurrente el veto; eso nos limita.

¿No veta sólo temas relacionados a Ucrania?

No. 

Hace poco lamentablemente la República de Malí pidió a las Naciones Unidas que se retire la misión de paz que había estado trabajando allí por mucho tiempo. Con mucho dolor se comenzó a retirar la presencia de la ONU en esa zona. Pero había un asunto pendiente que era otra resolución en la que se impuso sanciones a ciertos actores políticos de Malí. 

Para eso había un panel de expertos que informaban al Consejo sobre lo que estaba sucediendo en territorio y su mandato debía ser renovado. Esta presencia de la ONU formaba parte de un acuerdo de mediación internacional de la cual el gobierno de Malí formó parte. 

Entonces una vez que se retiró la misión en Malí quedaba pendiente renovar la de los expertos. Se preparó una renovación de su mandato por un año más, pero fue vetada. 

Este tema del veto ha sido y es materia de debate, de mucha preocupación y de mucha literatura. 

Hay una resolución que se aprobó con la cual ahora los países que ejercen el veto legítimamente o legalmente, a pesar de ciertos cuestionamientos, tienen que recurrir a la Asamblea General a dar una explicación sobre la razón de hacerlo. 

Hace una semana, tuvimos una sesión dedicada a escuchar a la Federación Rusa explicar por qué hizo el veto de Malí cuando en este caso había prácticamente unanimidad, incluyendo a los tres países del África que estaban de acuerdo en que había que renovar el mandato de esos expertos.

El Consejo de Seguridad de la ONU tiene varias formas de mantener la paz entre países. Sé que también hay misiones dentro de los países en casos especiales. Con la situación por la que está pasando Ecuador con una tasa creciente de homicidios y una penetración del crimen organizado, ¿se ha considerado pedir una de estas misiones? 

No, Ecuador no ha pedido una misión de paz. Las misiones de mantenimiento de paz generalmente tienen lugar cuando hay confrontaciones bélicas entre países, y se pide que exista una fuerza de las Naciones Unidas para separar a las partes en conflicto básicamente. 

Hay otras misiones de paz también que están presentes en otros casos, como en Haití. Por ejemplo, ahí no hay un conflicto de esos niveles, pero sí hay un problema humanitario muy serio. Ecuador, si bien está enfrentando una grave crisis de seguridad, no ha llegado a los niveles como el caso de Colombia con los acuerdos de paz en los que las Naciones Unidas están actuando como una especie de supervisor o de garante del cumplimiento. 

Pero evidentemente eso no quita que la situación en nuestro país se haya complicado muchísimo. De hecho, a nosotros como Ecuador nos toca presidir el Consejo de Seguridad en diciembre y estamos pensando dedicar nuestra sesión especial al problema de la seguridad, y de los actores no estatales. 

Hablo de estas nuevas fuerzas que están interrumpiendo en el sistema internacional: narcotráfico, tráfico de niños y de mujeres, tráfico de órganos, crimen organizado y hasta hay mercenarios. 

El derecho internacional público sigue basado en el rol fundamental de los Estados. Toda la arquitectura jurídica y política se basa en eso: en que el Estado o los Estados son los protagonistas. 

No estamos tan preparados para enfrentar situaciones en las que hay actores no estatales que actúan de una manera transnacional sin reconocer fronteras. Actores que están afectando y causando graves daños, grandes efectos humanitarios. Piénsese en el tema básicamente del crimen organizado, cómo se ha presentado como un desafío a países como México y ahora para Ecuador. 

Hay esta idea de que lo que hace la ONU es muy lejano para los ciudadanos. ¿Cuál es el rol de la misión para hacer que desde aquí las cosas en Ecuador funcionen mejor?

Hay una famosa frase de Dag Hammarskjöld, ex Secretario General de las Naciones Unidas. Cuando le preguntaban: ¿qué hacen las Naciones Unidas para las personas que están en la calle, sobre todo cuando hay guerras, violencia?. Él respondía: “las Naciones Unidas no fueron hechas para llevar a la humanidad al cielo, fueron hechas para evitar que se vaya al infierno”.

Para eso estamos. 

Naciones Unidas es un gran espacio de convergencia multilateral prácticamente de todos los Estados de la humanidad. 

Lo que hacemos es básicamente discutir, cruzar ideas, avanzar en algunas cosas, estancarnos en otras. Y, de alguna manera, tener siempre como meta disminuir los efectos de las guerras, prevenir las guerras, y actuar como mediadores.

Con respecto a Ecuador, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tiene una presencia importante. Las Naciones Unidas viene desarrollando también un programa con una oficina con sede en Viena y en Nueva York con respecto al delito. Ellos están muy involucrados también al dar asesoramiento en los temas de seguridad. Hay un entrenamiento permanente de funcionarios públicos en programas de las Naciones Unidas. 

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) también tiene una presencia importante para los niños. Lo mismo a través del sistema de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). 

El sistema del Consejo Mundial de Derechos Humanos también es un foro importante de protección de derechos humanos. 

Lamentablemente, Naciones Unidas no es como un supermercado en el que uno entra, compra algo y se va a la casa y se lo come. Trabajamos para el mantenimiento de la paz. Estamos cerca, podemos vernos mutuamente, ver al delegado de Rusia, al denegado de Ucrania, a los delegados de Ecuador interactuando a nivel diplomático en varios frentes y con bastante intensidad en muchos casos. 

Esa es nuestra contribución, pero no es una contribución inmediatista. 

Las demandas humanitarias son obviamente enormes. Esta mañana [jueves 14 de septiembre] hemos tenido un debate abierto sobre el rol que puede jugar el sector privado en colaborar. Ahí se enfatizó mucho la falta de recursos de las Naciones Unidas. 

La ONU avanza en la medida en que los Estados miembros le dan autoridad. Entonces si los Estados miembros no dan suficiente autoridad o no dan suficientes recursos no se le puede pedir a Naciones Unidas que haga muchas cosas. 

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Susana Roa Chejín
(Ecuador, 1997) Periodista lojana y jefa de la redacción de GK. Cubre economía, sexualidad y derechos. Le interesan los temas de empleo, educación financiera y salud sexual y reproductiva.
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