Cerca del 40% de los votantes ecuatorianos casi no están presentes en el radar de los presidenciables. Este porcentaje representa a los jóvenes, una población que dice no sentirse representada por prácticamente ningún candidato. A pesar de esto ha buscado que su voz sea escuchada.
Tras la declaración de la muerte cruzada, por parte del presidente Guillermo Laso el pasado 17 de mayo, se empezaron a organizar las elecciones anticipadas. Es en este contexto, y con una preocupación creciente por el futuro del país, que líderes juveniles de 38 organizaciones se unieron para formar la coalición Ecuador Joven.
Ecuador Joven es una plataforma para que los y las jóvenes encuentren un espacio seguro para hablar de procesos democráticos “lejos de banderas y militancias partidistas que es lo que caracteriza a la política tradicional”, aclara Daniel Valdez, presidente y fundador de Unión Estudiantil, una de las organizaciones pertenecientes a esta coalición.
Para estas elecciones se han propuesto que la política sea el tema “de moda” entre los jóvenes. Para ello han hecho encuentros juveniles en distintas localidades del país; los han llamado Encuentros por la Democracia.
Fortaleciendo los procesos democráticos
Evelin Yucailla, presidenta nacional del Consejo consultivo de Jóvenes, dice que al principio se llamaban Festivales de la Democracia porque nacieron con la idea de que los procesos democráticos deben vivirse como un compartir. “Pero dada la ruptura que representó el asesinato del presidenciable Fernando Villavicencio, obviamente la atmósfera cambió”.
Sin embargo, lejos de amilanarse, optaron por imprimirle más urgencia y seriedad a su mensaje, pues para ellos ahora más que nunca es necesario defender la democracia.
A la par del presidencial, hubo un debate de jóvenes para conversar sobre sus preocupaciones. Fotografía cortesía de Daniel Valdez para GK.
“Somos una parte importantísima del padrón electoral. Eso significa que la juventud pone presidentes, pone a personas en la política” dice Daniel Valdez, con una energía que es contagiosa.
Estos encuentros buscan precisamente empoderar a los jóvenes con jornadas informativas en las que esperan que otros jóvenes comprendan el peso que tendría un voto juvenil informado. Además del compromiso que tienen derecho a exigir a las autoridades respecto a la agenda para ellos.
Otro componente importante de los Encuentros por la Democracia es el juego. Tanto Eveling Yucailla como Daniel Valdez coinciden en que la política está comenzando recién a permear entre este grupo etario, por lo que los espacios lúdicos sirven para que los jóvenes la sientan como algo más cercano a sus actividades cotidianas.
“La nueva política de los jóvenes parte de una idea: tú eres otro yo, y yo soy otro tú”, explica Daniel Valdez, recalcando la neutralidad de los espacios que lleva adelante Ecuador Joven, pero también la nueva manera en la que la juventud espera hacer política: “un espacio de encuentro más que de luchas partidistas que es lo que se lleva en una política más tradicionalista”.
Hasta ahora, han hecho 6 de los 24 encuentros que tienen previstos: 4 en Pichincha y 2 en Imbabura. Esperan alcanzar todo el territorio ecuatoriano, teniendo en cuenta que es muy posible que se desarrolle una segunda vuelta.
Sobre la convocatoria ambos son optimistas porque perciben un interés creciente entre los jóvenes: hay entre 35 a 40 asistentes en cada encuentro, a lo que se suman las reacciones en redes sociales. Este, consideran, es un espacio idóneo para la interacción y que además están siendo tomadas por otros jóvenes, quienes al igual que ellos luchan porque el discurso político en el país sea más diverso y participativo.
Diálogos políticos hasta en TikTok
El tiktoker Ángel Aragundi, un joven de 19 años estudiante de derecho en la Universidad Espíritu Santo, es un ejemplo de cómo las redes sociales sirven en procesos electorales. Él crea contenido de análisis político, y tiene más de 50 mil seguidores en TikTok.
El viernes 18 de agosto realizó, junto al también tiktoker Valentino Toledo, una transmisión en vivo a través de Twitch, una plataforma de live streaming conocida por la comunidad principalmente gamer. Ambos jóvenes hicieron un análisis exhaustivo del desempeño de los presidenciables en el debate del 13 de agosto. “Aprovechando la desocupación de un viernes de ley seca”, en palabras del mismo Ángel Aragundi. A pesar de la broma, su transmisión sumó 2818 visualizaciones hasta la publicación de esta nota.
Es precisamente atendiendo el creciente deseo de participación de los jóvenes que Ecuador Joven junto a otras organizaciones de la sociedad civil como Fundación Esquel, Datalat, el Centro de Innovación Disruptive, entre otras, promovieron “un debate sobre el debate Presidencial” en palabras de Daniel Valdez.
Un debate con voz joven
El domingo 13 de agosto las redes sociales de la Fundación Esquel retransmitieron en vivo el debate presidencial.
Yucailla y Valdez coinciden en que los presidenciables les quedaron debiendo en este debate. “Nos pareció una pantomima porque terminaban muchos de ellos echándose culpas y mirando al pasado cuando lo que nosotros queremos es que nos digan qué, cómo lo van a hacer y cuanto presupuesto va a costar” señala Yucailla. También se queja del tratamiento superficial que se dio a la juventud durante el debate. “Existe legislación y acciones a favor de los jóvenes que los candidatos simplemente parecían desconocer”, opina.
Daniel Valdez, por su parte, habla de tres áreas clave que los candidatos no supieron tratar con una perspectiva intergeneracional, o que directamente no mencionaron. “No es lo mismo un joven desempleado, que una persona con formación técnica o título de tercer o cuarto nivel desempleado. Los dos tienen la misma necesidad, pero los mecanismos de inserción laboral no son los mismos, por lo que se debe hacer esa diferenciación en política pública”.
Valdez también critica que la educación en campaña se haya convertido en “una herramienta política más, pues únicamente se abordan temas de infraestructura o cupos para la educación superior, cuando a esto hay que sumarle problemáticas como la deserción estudiantil que en el caso de las universidades llega hasta el 29% antes del tercer año de carrera; el trabajo infantil; la violencia en las aulas, etc.”
Por otro lado, la salud sexual y reproductiva fue un tema que ningún candidato aludió. “En los planes de trabajo sí se encuentran propuestas, aunque les falta claridad”, opina Valdez. Si nos damos cuenta, dice, no forman parte del discurso político, porque el tema es un tema tabú todavía.
Yucailla critica que se los encasille en un estereotipo, producto del enfoque adultocentrista —en el que los adultos son los únicos con una voz autorizada— de hacer política. “La población joven es la más diversa del país. Un tema que falta mucho hablar son los jóvenes en frontera, en movilidad humana, y los que están en los centros de rehabilitación”, opina. Esto porque según el censo penitenciario de 2022, el 40% de la población carcelaria tiene entre 18 y 29 años.
La joven critica que durante el debate y el resto de la campaña ningún candidato mencionó propuestas de políticas públicas respecto a salud mental. También dice que el cuidado al medio ambiente fue un tema que los candidatos prefirieron evadir durante el debate. “A muchos jóvenes nos preocupan estos temas, y no vemos la calidad de propuestas que quisiéramos”.
Finalmente, ambos líderes instan a los jóvenes a participar en la vida política del país, desde una perspectiva democrática y pacífica. “Necesitamos empoderarnos de nuestro voto. Si todos los jóvenes que estamos debidamente empadronados pudiéramos salir a votar, conscientemente, podemos hacer un cambio significativo en estas elecciones”, opina Daniel.
Eveling Yucailla recuerda que “anteriormente era muy común dejarnos llevar o guiar por partidos, por su camiseta, por su color o por quien está al frente y no porque analicemos al candidato, y creo que eso está comenzando a cambiar; nos lo demostró este debate que brotó desde los jóvenes” dice con orgullo. Para Yucailla, el voto informado no es sólo empezar a encontrar quiénes son culpables de la crisis que tenemos como país, sino al contrario, mirar qué propuestas van a beneficiar a la sociedad “y poner nuestro granito de arena para que se lleguen a ejecutar”.
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