El Metro de Quito no tiene operadores, otra vez. El gerente de Operaciones del Metro de Quito, Roberto Custode, le confirmó al medio Primicias, que el proceso con el que se eligió a los operadores del Metro de la capital, después de años de tardanza, volvió a cero. 

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Custode no dio detalles sobre por qué el proceso se reiniciará. Sin embargo, aseguró que “hubo una dificultad dentro del proceso” y que este está de nuevo en la página web para que quienes deseen, apliquen a él. 

El 15 de julio se había confirmado que el consorcio entre la empresa transnacional Transdev, que tiene su sede en Francia, y la colombiana Metro de Medellín fue el oferente al que se adjudicó el contrato de operación del Metro de Quito. Los operadores habían sido seleccionados por el consejo técnico de evaluación de la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito.

La institución había oficializado la adjudicación el viernes 15 de julio de 2022, día en el que cumplió el plazo para definir qué propuesta técnica sería elegida, a menos de cinco meses de que el metro comience a funcionar. 

En ese entonces, el alcalde de Quito, Santiago Guarderas, señaló que el contrato con el consorcio internacional duraría seis años. Tras la adjudicación, se esperaba que comenzara la etapa precontractual del proceso y los documentos debían ser publicados en el portal de contratación pública. Pero esto no sucedió.

El proceso

El 22 de junio de este año, tras una convocatoria que comenzó en marzo, se presentaron las dos ofertas para la selección de la operación del metro de Quito: la de la unión entre el Metro de Francia y de Medellín y la segunda, que llegó desde el Metro de Sao Paulo de Brasil. De aquellas dos propuestas, una fue elegida para gestionar la explotación comercial del subsistema de transporte que, según el Municipio de Quito, sería “el más moderno del país”, aunque lleva una historia marcada por el retraso y acusaciones de corrupción. 

El consorcio elegido está compuesto por dos empresas. La transnacional Transdev, creada en 1995, que opera en al menos 18 países. Y la colombiana Metro de Medellín, que fue fundada en 1979. Esta última tiene como principales socios, según su portal, al Municipio de Medellín y a la Gobernación de Antioquia. 

Pero no fueron las únicas empresas que se habían interesado en operar al metro de Quito. De hecho, fueron 12, durante la etapa preparatoria de selección:

  1. Deutsche Bahn de Alemania 
  2. Metro de São Paulo de Brasil
  3. Metro de Santiago de Chile
  4. Metro de Medellín de Colombia
  5. Transportes Metropolitanos de Barcelona, España (TMB) 
  6. Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (Renfe)  
  7. Metro de Madrid de España
  8. Transdev, operadora de Francia 
  9. Keolis, Compañía Multinacional de Transporte Público de Francia 
  10. Transporte Público en París, Francia (RATP DEV) 
  11. Hitachi Rail STS de Italia
  12. Metro Santo Domingo de Santo Domingo.

Los retrasos y ofrecimientos tardíos: un breve recuento del Metro de Quito

La historia del metro de Quito tiene ya más de doce años. Comenzó en 2009, cuando el Municipio de Quito, presidido en aquel entonces por el exalcalde Augusto Barrera, firmó un Protocolo General con la Comunidad de Madrid para crear un sistema integral de transporte. 

Casi un año después, en septiembre de 2010, se suscribió el Convenio Específico de Cooperación Técnica para comenzar los estudios del Proyecto Metro de Quito a cargo del Municipio. El convenio fue respaldado por el gobierno a través de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).

En marzo del 2011, el Municipio de Quito designó la creación del proyecto a la empresa Metro de Madrid, que, de acuerdo con la institución, tiene experiencia en el manejo de estos sistemas de transporte público. En ese entonces se creó, además, la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito para el desarrollo, implementación y administración del nuevo sistema de transporte. 

Fue en enero de 2013 cuando comenzó el proceso de construcción del Metro de Quito. Tuvo tres etapas: la inicial, la segunda que arrancó a finales de ese año, y la que comenzó en enero de 2016 con la edificación de la estación de Quitumbe. El costo total de la construcción asciende a más de 2 mil millones de dólares. 

La apertura del metro de Quito ha sido un anuncio que no se ha cumplido al menos por cinco veces. En 2020 se había anunciado que la apertura sería en marzo de 2021, pero no se cumplió. En julio pasado, el Municipio de Quito dijo que la operación comenzaría en 2023. Pero, en 2022, la Empresa Metropolitana del Metro de Quito afirmó que sería en diciembre próximo. 

La construcción de la megaobra —al igual que muchas otras en Ecuador— ha estado empañada por acusaciones de actos de corrupción. El pasado 5 de abril, el medio español El Confidencial reveló en una investigación que un consorcio español presuntamente habría pagado sobornos de al menos 1,2 millones de dólares a funcionarios ecuatorianos para asegurar un contrato de asesoramiento de la construcción del Metro de Quito durante 2013. 

El Municipio, encabezado por el abogado Santiago Guarderas, prometió que el caso se investigaría a través de Quito Honesto —la comisión municipal anticorrupción de la ciudad—, pero aún no se han determinado presuntos responsables. 

¿Cómo funcionará el metro de Quito? 

El metro de Quito tiene 18 trenes y 15 estaciones entre Quitumbe en el sur y El Labrador en el norte de la ciudad. 

Cada tren tiene 6 vagones que mide 109 metros, con capacidad total para 1.200 personas. 

El pasaje costará 45 centavos de dólar, según una ordenanza municipal. Al ser parte de la red integrada de transporte, en caso de que se quiera tomar un bus o metro bus (como Ecovía o corredores), se pagará un total de 60 centavos.

La empresa Metro de Quito proyecta que sean al menos 400 mil pasajeros los que se transporten diariamente a través del sistema. 

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Karol E. Noroña
Quito, 1994. Periodista y cronista ecuatoriana. Cuenta historias sobre los derechos de las mujeres, los efectos de las redes de delincuencia organizada en el país, el sistema carcelario y la lucha de las familias que buscan sus desaparecidos en el país. Ha escrito en medios tradicionales e independientes, nacionales e internacionales. Segundo lugar del premio Periodistas por tus derechos 2021, de la Unión Europea en Ecuador. Recibió una Mención de Honor de los Premios Eugenio Espejo por su crónica Los hijos invisibles de la coca. Coautora de los libros 'Periferias: Crónicas del Ecuador invisible' y 'Muros: voces anticarcelarias del Ecuador'.
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