La decisión fue insólita: la tarde de este viernes, 22 de abril de 2022, el juez Pedro Moreira Peña, de la Unidad de Garantías Penitenciarias de Guayaquil concedió un hábeas corpus con la que Junior Alexander Roldán Paredes, alias JR, el líder delictivo alineado a Los Choneros y la subcélula Los Águilas, cuyo nombre resuena como uno de los responsables de las masacres carcelarias en Ecuador, saldrá de su celda en la cárcel regional. El juez Moreira dispuso el traslado domiciliario «preventivo y temporal» de alias JR, a quien se le atribuyen al menos dos decenas de asesinatos —aunque dos sentencias de 22 años por ese delito—, en un domicilio ubicado en el cantón El Triunfo, en la provincia del Guayas. La razón, según el juez: «su inminente riesgo a su vida y a su salud».
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El domicilio al que llegará alias JR está ubicado, según consta en la resolución, en las calles Safadi, entre Diez de Agosto y 24 de Mayo. Además, según el juez Moreira, en aquella vivienda «hay equipos altamente tecnológicos» para atenderlos, similares a los que existen en el policlínico de la cárcel. Alias JR uso todo un arsenal legal para recuperar su libertad. No solo fue una acción de habeas corpus, fueron tres. Lo insólito es: el juez Moreira ya había dictaminado traslado al hospital Abel Gilbert Pontón el 20 de abril, alias JR prefirió permanecer en la cárcel regional por seguridad, hasta que llegó la nueva resolución del juez.
Mientras miembros de bandas como Los Lobos, Los Tiguerones y Los Chone Killers, las tres enemigas de Los Choneros, son detenidos, alias JR, uno de sus cabecillas más importantes, deja la prisión.
Gobierno dice oponerse; los cuestionamientos se replican
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, cuestionó, la noche del 22 de abril, que no existen informes médicos que justifiquen aquel «inminente riesgo» a la vida de alias JR. Luego de conocer la sentencia oral del juez Moreira que, a las 11:28 de la mañana de hoy, decidió cambiar el traslado hospitalario a arresto domiciliario alegando que, además del inminente riesgo a la salud, y una desprolija protección de su vida, Carrillo lo calificó la decisión como «ilegal», y un «abuso del derecho» y dijo que no hubo evidencia probatoria que demostrara lo que alegó alias JR para recuperar su libertad.
Alertó, además, que el juez Moreira «basó su argumento en la acusación que hizo JR sobre el requerimiento de atención médica especializada. No hay evidencia alguna de haber realizado el análisis documental, fáctico y probatorio que motive el cambio de su decisión», afirmó.
En un principio, dijo Carrillo, el habeas corpus se sustentó en el «riesgo a la salud» del líder delictivo para trasladarlo al hospital. Para la resolución final, anunciada hoy, se planteó una falta de protección a la vida y, por lo tanto, un riesgo inminente a la vida. La decisión de Moreira, refuta Carrillo, no se basó ni en informes que confirmaran si había o no capacidad de camas habilitadas en el hospital Abel Gilbert Pontón, tampoco se respalda en informes avalados por el Ministerio de Salud, ni se dispuso una inspección de seguridad al domicilio al que será trasladado alias JR para evitar una fuga.
Carrillo exhortó al Consejo de la Judicatura a que adopte «medidas correctivas y disciplinarias sobre este nuevo episodio de abuso del derecho en el otorgamiento de habeas corpus por parte de quienes lo manipulan y de los jueces que no lo aplican correctamente» en un visible incumplimiento de la Ley Orgánica de Garantías Constitucionales y Control Constitucional, cuestionó.
El argumento de alias JR —quien, junto a Adolfo Macías Villamar, alias Fito, buscan el liderazgo absoluto de las cárceles ecuatorianas— es el mismo que han utilizado ex políticos como Jorge Glas: un quebrantamiento de su salud, además de las condiciones indignas que se viven en las prisiones. Es conocido, sin embargo, por fuentes carcelarias y personas presas, que tanto él como alias Fito no sobreviven en la precariedad de la cárcel, sino que liderarían el sistema de privilegios en la cárcel regional de Guayaquil, donde ambos cumplen sus sentencias.
La defensa de alias JR presentó un informe médico en el que se detalló que el líder delictivo padece cuatro enfermedades: hipertensión arterial, diabetes Mellitus, esteatosis hepática, grado 3, y cirrosis Hepática.
Explosivos y alertas acompañaron las audiencias de JR
La audiencia telemática para la primera acción habeas corpus debía instalarse antes de las nueve de la mañana del 20 de abril. Sin embargo, la defensa técnico legal de alias JR informó que el líder delictivo desistió de aquella acción. Pero no era la única: había una segunda acción, cuya audiencia arrancó a las tres de la tarde en un día convulso para la Unidad Judicial de Albán Borja. Desde las nueve y media de la mañana, según informó la Corte Provincial del Guayas, se recibió alertas sobre explosivos en el estacionamiento del complejo. A la una y media de la tarde, se encontró tres cartones con seis tacos de pentolita. Se evacuó al personal y la Policía realizó la detonación de los tacos.
Incluso organismos internacionales lo han denunciado, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe publicado en marzo de 2022. Los comisionados entrevistaron a alias Fito y JR y, tras escucharlos, la CIDH reconoció su “control interno” en el complejo penitenciario de Guayaquil. Reportó además que, de acuerdo a su vestimenta, variada y en mejor estado, los “líderes cuentan con un trato diferenciado y preferente por las autoridades” en contraposición a otras personas presas.
GK solicitó información al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI), la institución que rige a las prisiones ecuatorianas. Momentos después, el Servicio calificó, a través de un comunicado, al pedido de hábeas corpus “un abuso de los principios básicos del Derecho” y dijo que se han accionado tres demandas simultáneas, ingresadas por una tercera persona, tal como ocurrió con el ex vicepresidente Jorge Glas.
El SNAI exhortó “a los administradores de justicia y a los profesionales del derecho a considerar y hacer buen uso de las garantías jurisdiccionales reguladas”. Ahora, habrá que esperar el dictamen el juez Dávila Gabino —que puede aceptar la acción o, en su defecto, descartarla— para saber si el SNAI apelará a su decisión.
La Fiscalía, por su parte, advirtió también sobre el abuso del hábeas corpus y recordó que sobre alias JR pesan dos sentencias, de 22 años, por asesinato, aunque se le atribuyen más.
No es la primera vez que Junior Roldán interpone acción de hábeas corpus
Roldán, alias JR, ha presentado antes acciones como ésta. En febrero de 2021 alegó que su seguridad estaba en riesgo. Lo hizo el 24 de febrero de 2021, un día después de la primera masacre documentada en Ecuador, que dejó 81 muertos.
Lo insólito: su compañero, alias Fito, con quien comparte la carrera de Derecho Internacional en la Universidad de la Rioja, en España, incluso intervino en el proceso con un amicus curiae, para sustentar la acción de hábeas corpus.
La Defensoría del Pueblo también presentó un oficio en el que instaba a las autoridades a precautelar la vida de Roldán. La audiencia se instaló en marzo y el juez acogió la acción.
El poder de alias JR en el mundo carcelario
Junior Roldán es un nombre conocido en todas las cárceles ecuatorianas, no solo por su poder como líder delictivo alineado a la banda Los Choneros y la subcélula que lidera, Los Águilas, ambas involucradas en las masacres carcelarias documentadas entre 2021 y 2022, sino por su largo historial delictivo entre asesinato y delincuencia organizada.
JR no es un líder forjado en Los Choneros, sino que se unió después, en una alianza con los Águilas. Personas presas, entrevistadas por GK, han dicho que es un líder visceral y sanguinario. En julio de 2021 él y alias Fito, sin embargo, firmaron un pacto de paz, que parece no haberse cumplido. El domingo 17 de abril, una familia fue masacrada, incluido un pequeño bebé que murió asfixiado cuando el cadáver de su madre cayó sobre él. La banda Los Tiguerones dijo, desde la cárcel, que alias JR era uno de los responsables de aquella masacre, pues dos de las víctimas formaban parte de esa organización.
Durante varios años, JR y Fito fueron los hombres de confianza de alias JL, el líder que logró centralizar el negocio del narcotráfico en el país, manejado desde las cárceles. Desde su asesinato, en diciembre de 2020, aquel liderazgo vacío es ahora la fuente de la violencia, en medio de la vulneración de derechos en las cárceles ecuatorianos.
Alias JR lideró un grupo criminal en el cantón El Triunfo, que ahora es conocido como Los Águilas, aliados de Los Choneros. En 2015, el ex ministro del Interior, José Serrano, había dicho que JR ordenó matar a 32 personas, desde el Centro de Rehabilitación Social de Turi, en Cuenca, donde cumplía ya una condena por asesinato. Información de la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial, según Serrano, reveló que un policía lo ayudaba a ingresar herramientas. “De estas 32 órdenes, (Junior) concretó 20 y 12 logramos evitar. Lastimosamente un sargento de policía está involucrado”, informó Serrano.