¡Hola, terrícola!
Hace tres años, en la era pre covid, cinco mil pequeños “ojos” de fibra óptica se abrieron para otear el espacio sideral.
OTRAS HAMACAS
Eran —son— parte del gran DESI, siglas en inglés de Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura, un aparato que nos permitirá desentrañar los secretos del universo y que ya nos ha dado el más completo mapa tridimensional de nuestro cosmos —lo que le faltaba a Arthur Dent, proverbial viajero intergaláctico.
Ver hacia el Universo, como decíamos la semana anterior, es viajar en el tiempo. DESI, que está montado sobre el telescopio Mayall, en el Observatorio Nacional Kitt Peak, en el desértico estado de Arizona, hace exactamente eso.
Empezó a funcionar en octubre de 2019, tras una década de desarrollo hecho por un conglomerado de instituciones y científicos liderado por la Universidad de Berkeley.
Lo que hace DESI es apuntar sus ojitos a ciertos conjuntos de galaxias (que están en un tercio del cielo), reunir la luz que emiten y luego dividirla en bandas estrechas de color, mapeando con precisión su distancia desde la Tierra. “En condiciones ideales, DESI puede recorrer un nuevo conjunto de 5.000 galaxias cada 20 minutos”, dijo la Universidad de Berkeley en el comunicado con el que nos dio la buena nueva del despliegue del fabuloso aparato.
Al recolectar muchísimas imágenes espectrópicas de la luz de las galaxias, los científicos pueden ver cómo ha cambiado la frecuencia de esa energía. Ese cambio nos dice si el objeto está más cerca o más lejos de la Tierra.
Es un poco complicado pero en resumen es lo siguiente: si la onda se va más hacia el lado rojo del espectro, la galaxia se está alejando de la Tierra. Si se va más hacia el lado azul, se está acercando. Con estos datos, podemos saber cuánto se expandió el universo cuando esta luz viajó a nuestro planeta: se estima que el Universo se ha expandido al menos 92 millones de años luz desde el Big Bang.
Ahora, más de dos años y una pandemia después, DESI nos ha dado el mapa tridimensional más grande de nuestro universo y recién ha cumplido 7 meses de sus 5 años de misión. Esto quiere decir que recién nos ha mostrado ¡el 10% de su trabajo!
¿Qué muestra el mapa del universo hecho por DESI?
El nuevo mapa del universo está hecho en 3D. Muestra las ubicaciones de más de 7,5 millones de galaxias, “superando con creces el récord anterior de aproximadamente 930.000 galaxias establecido por Sloan Digital Sky Survey en 2008”, explica el periodista Tom Metcalfe en Space.com.
La Sloan Digital Sky Survey (SDSS, por sus siglas en inglés y cuya traducción es más o menos El Sondeo Digital del Cielo de Sloan) hizo grandes aportes a la ciencia. O, dicho en otras palabras, nos dio nuevas herramientas para asegurar el bienestar y el futuro de la humanidad.
Por ejemplo, y a propósito de una película de moda, el SDSS amplió nuestro catálogo de asteroides conocidos. También mostró la existencia de ciertos patrones en las galaxias que observó, permitiéndonos entender los puntos comunes a la formación de estos hermosos enjambres de estrellas.
Hizo todo eso midiendo “solo” 930 mil galaxias. Desde 2019, DESI apuntó a más de 7,5 millones de galaxias. ¡Imagínense el nuevo mapa!
Con un mapa 3D del cosmos en la mano, dice el comunicado de la Universidad de Berkeley, los físicos podrán trazar cúmulos y supercúmulos de galaxias. “Esas estructuras llevan ecos de su formación inicial, cuando eran solo ondas en el infantil cosmos”, dice el comunicado. “Nuestro objetivo científico es medir la huella de las ondas en el plasma primordial”, dijo Julien Guy, del laboratorio de la Universidad.
Comprender la historia de la expansión del universo es crucial: está en juego el mismísimo destino de todo el universo. ¿Por qué?
Pues porque alrededor del 70% del contenido del universo es energía oscura, una forma misteriosa de energía que impulsa, cada vez más rápido, la expansión de nuestro cosmos.
Es un curioso círculo: a medida que el universo se expande, surge más energía oscura, lo que acelera aún más la expansión. Es decir, cada vez hay más energía oscura en el universo y, por ende, este se expande cada vez más y más rápido. “La energía oscura determinará en última instancia el destino del universo: ¿se expandirá para siempre? ¿Volverá a colapsar sobre sí mismo, en un Big Bang inverso? ¿O se desgarrará solo?”, preguntan retóricamente los investigadores de DESI.
Y sí, yo sé lo que me vas a decir: la data indica que el universo se va a expandir para siempre. El telescopio Planck de la Agencia Espacial Europea nos dio el primer gran mapa de nuestro universo y mostró su expansión (no era tridimensional). Nos permitió ver cómo el cosmos se expande —más rápido de lo calculado— desde el Big Bang y nos mostró que el 95% del universo es energía y materia oscura.
Ahora, DESI nos ayudará a responder cómo será el verdadero gran final. Hay cuatro posibilidades dice la astrofísica Katie Mack en su libro El fin de todo (astrofísicamente hablando).
La primera, es que después de expandirse para siempre, llegue un punto en que haya un Big Bang inverso —o sea, un Big Crunch. En esta teoría, la atracción gravitacional de los objetos en el universo detendrá la expansión y “halará” todo hacia un punto de singularidad.
La otra es que el Universo llegará a un punto de máxima entropía y mínima temperatura. Sus objetos estarán tan lejos entre sí, y habrá tan poca energía, que no se crearán nuevas estrellas. “Es como la sofocación de toda actividad astrofísica”, dice el astrofísico y escritor Ramin Skibba en la revista Nature.
La tercera se llama el Big Rip (el gran rasgado). “A medida que el Universo se hincha, eventualmente, las fuerzas gravitatorias no podrán mantener juntos los cúmulos galácticos”, dice Skibba. Entonces, las estrellas se separarán unas de otras y los sistemas solares como el nuestro no tendrán fuerza para permanecer juntos. “Las estrellas y planetas restantes explotarán. Finalmente, los últimos átomos serán desgarrados”, dice Skibba. La última, dice Mack, la descomposición del vacío. Esta, que es muy poco probable, es también la más difícil de explicar así que se las dejo de tarea, que esta hamaca ya está larguísima.
Nada de esto pasará en los próximos 200 mil millones de años. Pero es increíble que ya podamos ver y tengamos las vías para leer nuestro porvenir —no se me ocurre ninguna bruja ni astrólogo capaces de predecir el futuro con esta precisión. Tampoco hay baraja, taza de café o palillos que sirvan con la exactitud y belleza de DESI o el telescopio James Webb.
¡Hasta el próximo domingo!