Durante su carrera como bióloga, Claudia Segovia ha tenido que soportar que les digan doctorita, flaca, ‘churoncita’, o señora mientras a sus colegas hombres les dicen Doctor. Ha tenido que sentarse en una mesa, para un foro o ponencia, donde el cartel que lleva su nombre dice Señora mientras el de sus colegas dice Máster o PhD, cuando ella tiene también esos dos títulos, y, muchas veces, más experiencia y recorrido que sus colegas.
Estas situaciones son frecuentes para las científicas en el Ecuador. Tres de ellas —Segovia, Linda Guamán y Dámaris Intriago— cuentan cómo a pesar de todas sus credenciales académicas se enfrentan a comentarios y actitudes machistas que caracterizan a la Ciencia, la Academia y tantos otros espacios que durante siglos fueron exclusivos para los hombres. Las investigadoras cuentan también cómo deben esforzarse más, siempre, para que reconozcan su trabajo.
Aunque la misma Ciencia ha demostrado lo necesarias que son las mujeres para los avances de las investigaciones, la desigualdad de género sigue siendo un obstáculo para ellas.
Mujeres fuertes inspiran niñas fuertes
Tener referentes es clave para que las niñas puedan dibujar un futuro para ellas que se aleje de los estereotipos.
Fuerte como una niña
El triunfo de Neisi Dajomes en Tokyo 2020 ha conmovido, naturalmente, a todo un país. Pero hay un grupo en particular al que este triunfo podría significar mucho más que un orgullo que saca lágrimas: las niñas.