El lenguaje kitsch de la revolución ciudadana: la nostalgia del pasado que jamás existió
La Revolución Ciudadana será recordada como una época de harta paja y pocas agujas. La abundante paja es la retórica bolivariana, antiimperialista, nacionalista y retrógrada con que nos han inundado: desde esa extraña prosopopeya de una espada que camina hasta la creación del chupacabras de la tecnocracia del siglo veintiuno, el intelectual orgánico. Esa forma de hablar, esa estética sacada de la Ostalgie —la nostalgia por la forma de vida de la Alemania comunista— y esa trova atascada en el tiempo (¿hasta qué hora quieren cantar a Silvio como si Obama no hubiera ido a pavonearse en la Plaza de LEER MÁS
Los desempleados mejor calificados del mundo
¿Qué va a hacer tanto becario sobrecalificado en un país donde cada vez hay menos trabajo?
Ay, Rafa, políticos como tú mueven montañas
Rafael Correa ha dicho que él se considera feminista. “A pesar de ciertas feministas” —ha explicado en su Enlace Ciudadano 466— “pero no creer que somos iguales, que el género es una construcción social y esa doctrina medio novelera de los últimos tiempos”. Por supuesto que no tendría mucho sentido hacer aquí una larga exposición de los motivos por los cuales el Presidente del Ecuador no solo no es lo que dice, sino que —en realidad— es la peor versión del machista: el que dice (y está convencido) que no lo es. Correa es, en rigor, un neomachista: sonriente machito LEER MÁS
Nada que celebrar
Mañana, 8 de marzo, a más de un diligente hombre se le ocurrirá comprarle flores a sus compañeras de trabajo, de estudio o de vida. En realidad, lo que debería hacer es pasar el día pensando en lo que les pasó a María José Coni y Marina Menegazzo en Montañita. Mañana, 8 de marzo, es un día internacional con la suerte torcida: ha pasado de una conmemoración por la lucha de los derechos de las mujeres a una fiestecilla mercantil más, que muchas veces tiene el tufo de la apología a la versión más retrógrada de lo que es ser LEER MÁS
El país paralítico
Hay tensión entre civiles y militares en el Ecuador. La ceremonia de cambio del alto mando en la Escuela Superior Militar en Quito lo reflejó. Mientras las bandas de guerra y tropas desplegaban descargas simbólicas sobre disciplina y lealtad, un grupo de oficiales militares pasivos rompían con esos valores al retirarse intempestivamente de la ceremonia cuando asumía el podio el Comandante en Jefe de las FF.AA. Aún más viscerales fueron las indirectas de los Jefes del Comando Conjunto saliente y entrante respecto al rol de las FF.AA. En cuanto al primero, el general Luis Garzón dijo que son la columna LEER MÁS
El verbo se hizo gato
Hay que dejar algo claro: las fotografías que el gobierno del Ecuador publica en redes sociales son de todos los ecuatorianos. No tiene sentido alguno que estén marcadas con la máxima protección que da el copyright mundial: todos los derechos reservados. El símbolo de una c dentro de un círculo ha sido —por décadas— el epítome de la propiedad privada. Es curioso que un gobierno que, a pesar de todo, insiste en llamarse de izquierda recurra a la forma más conspicua de la propiedad privada para etiquetar bienes públicos. Eso es algo que no resiste ningún análisis. Es un despropósito LEER MÁS
«Mimadasso»
Los medios del Ecuador no han aprendido nada: diez años después, han vuelto a escoger candidato. Así como en 2006 le pusieron la ficha a Rafael Correa para no tener que padecer a Álvaro Noboa, ahora han decidido —frontal e indiscretamente— apoyar a Guillermo Lasso para librarse de su anterior campeón, Rafael Correa. ¿Hay algo malo en esto? No necesariamente. En muchos otros países con democracias más sólidas, los medios suelen plantarse, sin miedo ni complejos, en algún lugar del espectro político. En Estados Unidos, la prensa está dividida entre la más liberal (que se ha cerrado filas con ciertos aspectos LEER MÁS
Llueve sobre mojado, bla, bla, bla, bla-blá
El alcalde Nebot tiene un paraguas inmenso, útil para estos días de invierno. Está hecho de una cobertura mediática gigante y por eso cuando dice cosas como que las inundaciones de Guayaquil son causadas por un sabotaje delincuencial para taponar las alcantarillas no se moja. No sé qué es más tierno: que alguien crea que los ladrones quieren esperar a los pocos carros que se aventuren durante esos diluvios para atracarlos sin tener cómo escapar —nadie que quiera robar dos celulares va a ir con un motor fuera de borda para huir, no es que haya carros blindados dando vueltas LEER MÁS
La careta de Guillermo Lasso
La expresión facial de Guillermo Lasso no dice nada y, al mismo tiempo, lo dice todo. Lo define. Esa sonrisa dibujada por un artesano poco hábil, sus ojos de pupilas negras e inescrutables, como de tiburón, y las marcas de la piel bajo el pelo hirsuto e inmóvil lo dejan clarísimo: ese rostro no es un rostro. Es una careta. Como de Año Viejo. Estuve tentada a quemarlo el 31, pero desistí: para qué invitar a una fiesta familiar a un personaje que nadie quiere en su mesa. Lasso es un robot de la política. Se ha programado con una LEER MÁS
El saludo
Fue Carlos Pólit, contralor del Estado desde épocas gutierristas, el que lo logró. Los invitó a la inauguración del nuevo edificio del brazo público que se encarga de —eso dice la Constitución y la Ley— vigilarlo todo y —viéndolo todo el país todo—, ocho años después, Rafael Correa y Jaime Nebot se dieron la mano, intercambiaron un par de palabras y hasta se sonrieron. ¿Qué se dijeron? Es difícil saberlo porque el Alcalde de Guayaquil habla de lado y el Presidente del Ecuador de espaldas. Solo Pólit y los otros dos personajes que aparecen en este vídeo podrían decírnsolo. A LEER MÁS