¿Por qué las lluvias son más intensas que antes?

En los primeros cuatro meses de 2023, el invierno ha golpeado de forma muy severa al Ecuador. Entre marzo y mitad de abril hubo deslizamientos de tierra e inundaciones que han dejado al menos 50 muertos, alrededor de 60 mil personas afectadas y múltiples daños estructurales. Muchos piensan que los daños son culpa de la intensidad de las lluvias. Pero esa justificación es incompleta. La pregunta es: ¿por qué las lluvias son más intensas?

Primero, es importante entender que las lluvias son intensas cuando la cantidad de lluvia que se espera para un periodo determinado más largo, se da en pocos días o en periodos cortos de tiempo. 

Bolívar Erazo, director ejecutivo del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explica que en la época de lluvia de este año, “en un lapso de 24 horas, se produjeron cantidades de lluvia que por estadísticas históricas se esperaba que ocurran de forma bien repartida durante todos los días del mes”. 

Erazo menciona que el aumento en la intensidad de las lluvias se da por la “variabilidad climática de origen antrópico”. Es decir, por los impactos que ha tenido el ser humano sobre la Tierra alterando así sus ciclos naturales. 

La Tierra tiene ciclos naturales de variabilidad climática. Es decir, procesos de enfriamiento y calentamiento naturales de la atmósfera propios de cada estación. Por ejemplo, en la estación húmeda se producen los eventos de lluvias, y en la estación seca hay ausencia de lluvias y alta radiación solar. 

Erazo agrega que la variabilidad climática natural se ve modificada por la variabilidad climática de origen antrópico (la creada por el hombre). Esta produce estaciones húmedas y secas cada vez más hostiles. 

Es decir, produce un nuevo tipo de clima con eventos extremos cada vez más recurrentes. Épocas húmedas con presencia de lluvias muy intensas y épocas secas con periodos cada vez más extensos sin lluvias.

Pero estos ciclos naturales de la Tierra se han alterado por el ser humano. “La variabilidad climática producida por el ser humano ha sido bastante rápida, considerando la edad de la Tierra”, agrega Erazo. 

Las distintas afectaciones del ser humano a la naturaleza contribuyen al cambio climático y al calentamiento global. Fotografía de PIRO en Pixabay.

Los principales impactos causados por el ser humano son el aumento de la población, la tala indiscriminada y el uso de combustibles fósiles. Estos tres factores han acelerado la generación de gases de efecto invernadero. Estos gases “retienen [la energía solar] y hacen que el planeta esté cada vez más caliente con el paso de los años”, explica Erazo. 

Un planeta más caliente tiene más energía y el exceso de energía “potencialmente calienta más la superficie y el océano”. Esto, a su vez, provoca que haya más humedad —vapor de agua—en la atmósfera que causa que las lluvias sean cada vez más intensas.

Según un estudio del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las actividades humanas son las responsables de que el planeta se haya calentado en 1,1 grados centígrados desde 1900 hasta ahora. 

El aumento de la población

Uno de los principales impactos humanos en la Tierra es el aumento de la población. Cuando hay un crecimiento exponencial en la población también aumenta la ocupación del suelo. Es decir que más población necesita más recursos para alimentarse, protegerse, convivir, relacionarse, entre otros. 

Según un informe de las Naciones Unidas, publicado en junio de 2019, “la población mundial aumentará en 2000 millones de personas para 2050”. También mencionan que se proyecta que “India supere a China como el país más poblado del mundo alrededor de 2027, mientras la población de África Subsahariana se duplicará para 2050 con un crecimiento de 99%”. Es decir, las actividades que hace el humano que afectan al planeta van a seguir en aumento. 

Esto se debe a que la mayoría de estas actividades provocan que se produzcan más gases de efecto invernadero, como por ejemplo, la quema de combustibles para la producción de electricidad. 

Este incremento poblacional, dice Erazo, causa un “desarrollo desorganizado en temas de planificación territorial en las ciudades”. Es decir, no hay planes de mitigación para evitar el calentamiento de la Tierra. 

Aumento de la deforestación

Para vivir, las personas necesitan vivienda, agua, y alimentos, y para obtenerlos están destruyendo los sumideros. “Es decir, los ecosistemas que absorben el carbono”, según Erazo. Algunos de estos ecosistemas afectados son los bosques, páramos y humedales. 

La tala indiscriminada o afectación de estos ecosistemas influye directamente a que haya lluvias más intensas. Debido a que, “el carbono, en lugar de estar en forma orgánica en el suelo, está en forma de gas de efecto invernadero en la atmósfera calentando más al planeta”, menciona Erazo. 

Los bosques, páramos y humedales se encargan de secuestrar el carbono. Es decir mantienen el mineral bajo el suelo e impiden que salga de forma de gas hacia la atmósfera. Según la Enciclopedia Británica, el secuestro de carbono es un fenómeno natural, ya que las plantas necesitan dióxido de carbono para vivir y lo absorben del aire para crecer. Al deforestar los bosques esta barrera se rompe y el gas sale a la atmósfera. 

La quema de combustibles fósiles

Los combustibles fósiles —carbón, petróleo y sus derivados, y gas natural— generan dióxido de carbono, metano y otros gases que causan que la atmósfera ya no se comporte como antes. Ya que los gases se acumulan en la atmósfera y no dejan que la energía solar pueda salir. 

Al impedir que salga la luz solar, esta se queda dentro del planeta y empieza a calentarlo más. Erazo menciona que de ahí surge el término calentamiento global. 

Soluciones macro y micro 

Todas las personas pueden hacer pequeñas cosas para reducir su huella de carbono y contribuir al medioambiente. Fotografías tomadas de Pexels y Pixabay. Montaje de Emilia Paz y Miño para GK.

Si la humanidad sigue haciendo las cosas de la misma forma y no reduce el uso de combustibles fósiles “la temperatura en la Tierra va a seguir aumentando y por ende los eventos extremos como lluvias muy intensas o periodos de sequías pueden ser cada vez más severos”, dice Erazo. 

Por eso, año a año, desde 1979, 196 países más la Unión Europea se reúnen en la Conferencia de las Partes (COP) para discutir las acciones sobre el cambio climático que los países deben tomar en el corto, mediano y largo plazo para mitigar los efectos del mismo. 

Uno de los temas más discutidos en las COPs 26 y 27 y que quedó pendiente para la COP28 de este año que se realizará en Dubai, fue la reducción del uso de combustibles fósiles. 

Según un informe de las Naciones Unidas para el Cambio Climático “hasta ahora los esfuerzos para no aumentar la temperatura mundial en 1,5 grados centígrados para finales de siglo no están dando resultado”.

En el informe explican que para lograrlo se debería “reducir en 45 % las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030”, algo que no ha sucedido, ya que los países no han llegado a ningún acuerdo. 

Cada año se sienten algunos estragos de un planeta más caliente. No obstante, se verán consecuencias cada vez más graves y más extremas. Es por ello que, según Erazo, la ciudadanía puede hacer varias cosas para reducir su huella de carbono—totalidad de gases de efecto invernadero que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano. 

Algunas de estas son: 

• Cambiar a medios alternativos de transporte como la bicicleta. 
• Si es posible, migrar a un vehículo eléctrico.
• Si las distancias no son muy lejanas y es seguro, caminar. 
• Comprar y consumir sólo lo necesario. 
• Reciclar la basura. 
• Evitar el consumo de productos cuya cadena de producción use muchos combustibles fósiles.