Una radiografía del fuerte invierno del 2023

Casas y escuelas inundadas, carreteras destruidas y miles de personas damnificadas son una breve radiografía del fuerte invierno de 2023. El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha asegurado que las lluvias bajarán su intensidad en las próximas semanas. Sin duda, los ecuatorianos esperan que pase abril para que termine la temporada invernal que comenzó en enero.

La Secretaría de Gestión de Riesgos explicó que hasta el 18 de marzo de 2023, el fuerte invierno había afectado directamente a 17.491 personas. Sin embargo, esta cifra subirá tras la inundación que sufrió la ciudad costera de Guayaquil, que amaneció con sus calles y veredas sumergidas bajo una espesa marea marrón el 23 de marzo de 2023.

Las precipitaciones se intensificaron desde el 15 de febrero. Varias ciudades ecuatorianas sufrieron destrozos por deslizamiento de tierra o inundaciones, al punto que fueron declaradas en emergencia San Jacinto de Yaguachi, Montalvo, Milagro, Chone, Salinas, Santa Elena y Nangaritza. Todos cantones de  la Costa ecuatoriana.

Hasta el 15 de marzo, en el cantón agrícola de Milagro hubo inundaciones y el agua se estancó en algunos sectores. Sus habitantes tuvieron que improvisar balsas o colchones inflables para poder salir a hacer sus actividades. 

Seis días después, el 21 de marzo, el gobierno de Guillermo Lasso declaró en emergencia a 14 de las 24 provincias del país afectadas por los temporales y el terremoto del 18 de marzo. 

¿Dónde hay más muertes, daños y afectados? 

Hasta el momento, las provincias más damnificados son: 

• Manabí, con 5.685 personas
• Guayas, con 3.891
• Los Ríos, con 2.727 y
•  Morona Santiago, con 2.210.

Se espera que aumenten  las cifras en lo que queda de la temporada invernal.

Se han registrado un total de 21 muertes por el invierno. Sucedierom en: 

• 4 en Chimborazo, 
• 3 Carchi, 
• 3 en Manabí, 
• 3 en Morona Santiago y
• 3 en Pichincha 

Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, estos son los daños materiales registrados:

• 63 viviendas destruidas 
•  3.835 viviendas afectadas en todo el territorio nacional
• 321 unidades educativas afectadas, 63 de ellas con daños estructurales y 258 con daños funcionales.
• 5.917 hectáreas de cultivos afectados

¿Ha sido un fuerte invierno?

Christopher Velasco, presidente de la Asociación de Profesionales de Gestión de Riesgos de Ecuador, explica que el invierno de 2023 no puede ser considerado como un invierno más fuerte de los que hemos vivido en el país, o catalogarlo como parte del fenómeno de El Niño. 

“El país ha tenido inviernos más intensos y agobiantes como del 2008 y 2010”—que no pueden ser catalogados como fenómenos de El Niño— pero que sí sobrepasaron las características habituales del invierno. 

Velasco recalca que en aquel entonces se sintió menos los efectos del invierno por el contexto socioeconómico que vivía el país — el precio del petróleo estuvo en sus niveles más altos— por lo que la calidad de vida de los habitantes era mejor. Eso  se refleja cuando existen eventos adversos, explica. 

Un ejemplo de esto es que cuando una familia no tiene una casa y no puede pagar un alquiler “las personas se asientan en zonas de mayor peligro”, dice. Velazco explica que a mayor vulnerabilidad, mayores impactos de los eventos naturales.  

Velasco recalca que las consecuencias de los desastres no dependen de un solo gobierno, sino de las políticas socioeconómicas que se han aplicado en los últimos años. Dice que la pandemia del covid-19 generó mayor empobrecimiento, desempleo y “una lógica de segregación y de crecimiento desorganizado en las ciudades”. 

¿Cuál ha sido el problema con este invierno?

Christopher Velasco dice que el problema que “ahora tenemos no es un problema del invierno o de fuertes lluvias” , sino de las políticas socioeconómicas y del mal manejo de desarrollo. 

El experto señala que si no se invierte en obra pública o no se genera una lógica de prestaciones de servicios que contemple potenciales eventos  naturales —como las inundaciones, las erupciones volcánicas o los sismos—, el país seguirá teniendo escenarios adversos. 

Entre ellos, tener la costa ecuatoriana inundada, el empeoramiento de los sistemas de salud, de educación. Incluso dice, la afectación se da a nivel petrolero, lo que impacta a la economía nacional: las fuertes lluvias obligaron a suspender por cinco días el bombeo de crudo, debido a que un oleoducto estaba en peligro por la caída de un puente.

Además, Velasco asegura que en varios sectores del país hay mayor riesgo de inundaciones por el nivel de altura frente al mar como sucede en Babahoyo, Milagro, Chone, Santa Lucía. En esos lugares, es necesario realizar más intervenciones preventivas.

Lo mismo sucede con la red vial. El país tiene identificadas las carreteras que son más propensas a verse afectadas en el invierno, pero si no hay un adecuado mantenimiento, el impacto durante las épocas de lluvias son peores. Como es el caso de  de las vías de Alluriquín, en la Piedra— en Bolívar— en la Crespa—en Manabí. 

La deforestación, otro elemento de riesgo 

Velasco asegura que otro factor para que el invierno haya causado más estragos es que el Ecuador es un país exportador de materias primas, por lo que hay monocultivos que provocan deforestación en algunos espacios, como es el caso de Manabí. 

En esta provincia se han deforestado muchas zonas para hacer cultivos como el de la pitahaya. Esto ha provocado una degradación del suelo. Por ende, hay más inundaciones. 

El sector agrícola, duramente golpeado 

El Ministerio de Agricultura ha dicho que se han visto afectadas alrededor de 7 mil hectáreas. El ministro Eduardo Izaguirre, en una entrevista con Ecuavisa, dijo que hay un aproximado de 5.000 hectáreas de cultivos destruidos solo en Manabí. 

En el resto del país , “hay que esperar que bajen las aguas para poder entrar y hacer una evaluación”, dijo. Apuntó que las mayores pérdidas económicas se verán en las plantaciones de maíz y arroz.Pero también hay reportes de cultivos afectados de cacao y plátano.

Izaguirre también destacó que más de 1,2 millones de aves han muerto debido a la influenza aviar. Sin embargo, descartó que sea el motivo del aumento en precio de los huevos, como han denunciado muchos ciudadanos en las últimas semanas.

El aumento en el precio de los comestibles se ha extendido en varios productos, como frutas y verduras. Los transportistas aseguran que es por el mal estado de las vías. En algunos casos, alegan, toma el doble del tiempo hacer una ruta, e incluso se ven obligados a tomar otras rutas. Estas variaciones aumentan el costo del flete.

Entre los productos que más han subido de precio está la caja de tomate, que pasó de 12 a 25 dólares, es decir subió en un 108%.  El saco de cebolla de 32 a 40 dólares. La caja de frutilla subió de 18 a 30 dólares.

Leptospirosis

Las inundaciones por las fuertes lluvias también han traído enfermedades a las personas que viven en estas zonas. Francisco Pérez, subsecretario de Vigilancia del Ministerio de Salud Pública, explica que tras el fuerte invierno han aumentado los contagios de leptospirosis, una enfermedad infecciosa por una bacteria llamada leptospira y que por lo general vive en los animales, principalmente en las ratas. Hasta el momento, en Ecuador se han reportado 80 casos.

Pérez explica que cuando hay inundaciones la orina de las ratas —que se acumula en los riñones y que contienen leptospira— se mezcla con el agua. Al  estar en contacto con la piel humana, se producen infecciones. También, Pérez dice que aumentan los contagios porque las ratas que están en las calles se mueren ahogadas y al morir eliminan lo que tenían en los riñones. 

Por ende, pueden aumentar los casos ya que las personas que viven en zonas de inundaciones tienen que caminar a través del agua. También se han visto caso de niños que  nadan en esas aguas, lo que incrementa el riesgo de contagio. En ocasiones, puede llegar a ser mortal, ya que genera problemas hepáticos y renales. 

El subsecretario Pérez destaca que aunque hay más casos reportados en zonas donde han habido inundaciones, también pueden suceder contagios en otros contextos. Por ejemplo, personas que viven en condiciones de extrema pobreza y pueden tener contacto con la orina de ratas.

Las zonas donde más se han reportado estos casos no tienen saneamiento. Entre ellas,  algunas zonas de Durán, Guayas, Manabí y Santo Domingo.

Aunque esta es una enfermedad endémica en el país— es decir que siempre ha existido— hasta el 22 de marzo, el Ministerio de Salud ha registrado 30 casos más que en años anteriores. Es posible que la cifra aumente hasta el fin del invierno y hasta el fin de año.

¿Cómo prevenir los contagios de leptospirosis?

• Bañarse con agua limpia y jabón después de haber estado expuesto a aguas estancadas.
•  Eliminar la basura en bolsas o usar tachos con tapa para evitar roedores.
• Usar botas de caucho para actividades en sitios de inundaciones.
• Cuidar que las heridas tengan contacto con el agua empozada.
• Estar atentos a eventos febriles.

Guayaquil, dramáticamente inundada

Apenas salieron los primeros rayos de luz del 23 de marzo de 2023, la dimensión del diluvio que azotó a la segunda del Ecuador fue clara.  La tormenta estuvo acompañada de una tormenta eléctrica que comenzó la madrugada de ese jueves. 

Usuarios de redes sociales compartieron imágenes de la impresionante lluvía que caía. Otros aseguraron que recibieron un mensaje de una aplicación de detección de sismo, ya que se habría activado como consecuencia de la intensa lluvia lluvia y los potentes truenos.

Cinthya Viteri, alcaldesa de Guayaquil, dijo que “esto es similar a lo que nos sucedió en 1982 y 1998, es un evento así de grande y fuerte que puede repetirse desde esta noche al sábado”.

Sin embargo, este evento natural ya había sido alertado por el Inamhi el 21 de marzo. Había predicho “eventos de lluvias intensas”, que se iban a incrementar gradualmente en la Costa. 

Y el 23 de marzo de 2023, la misma institución ha pronosticado que durante la “noche y la madrugada— del 23 de marzo— se presentarán lluvias muy fuertes con tormentas y ráfagas en varias localidades de Guayas, Los Ríos, Santa Elena, Manabí, Bolívar y Chimborazo». Además, destacó que estas lluvias durarán hasta el 24 de marzo próximo, y volverán a retomarse el 27 de este mes.

¿Por qué se inundó Guayaquil?

Tras la fuerte lluvia, el Inamhi explicó que la inundación se produjo  por el periodo de aguaje que durará hasta el 24 de marzo. “Las condiciones de precipitaciones en la cuenca alta y media del río Guayas han provocado el aumento de caudales y de sus niveles en alrededor de 40 centímetros», explicó el instituto. Es decir, el desbordamiento se produjo “por la amplitud de la marea externa” más el incremento de los niveles del agua del río, producto de las lluvias.

Habitualmente, Guayaquil está  a 4 metros sobre el nivel del mar, pero el 23 de marzo, según datos oficiales, la marea alcanzó los 5,1 metros.

Por lo que el Municipio de Guayaquil recomendó a la ciudadanía no salir de las casas hasta el sábado, a menos que sea estrictamente necesario. Además, pidió al sector privado que se acojan a la modalidad de teletrabajo. Mientras que el presidente Lasso, anunció que la Secretaría de Riesgos levantará un albergue temporal para las personas, además, que se inicie la entrega de ayudas.

Sectores afectados en Guayaquil 

Hasta el momento, los sectores que más se han visto afectados son:

• Sauces 6
• Av. Benjamín Carrión
• Av. Daule
• Mucho Lote
• Vergeles Norte
•  Av. Barcelona
•  Av. Juan Tanca Marengo
• Vía a Daule km 14

Los  bomberos han usado botes inflables para sacar a personas que quedaron atrapadas en zonas inundadas. Como en el populoso sector de Sauce,  donde se ha rescatado a madres con niños y a personas mayores de 65 años.