Intimidaciones, humillaciones, críticas e insultos son las formas más evidentes de acoso laboral, también conocido como mobbing. Cuando estos comportamientos suceden en la calle y son, por ejemplo, perpetrados por extraños, es solo acoso. Es incómodo y desagradable, sí. Pero cuando suceden en un espacio de trabajo, transgrede otra línea que debe reconocerse a tiempo.

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Por lo general, el acoso laboral está marcado por relaciones de poder. Es decir, desde alguien que jerárquicamente tiene una posición superior dentro de la compañía u organización. Y se caracteriza por comportamientos que pretenden dañar la reputación de una persona en su espacio de trabajo. 

Esto no quiere decir que un compañero no pueda cometer acoso laboral a una compañera del mismo rango jerárquico. 

Denunciar el acoso laboral es difícil. Es común que la víctima sienta miedo a denunciar porque a diferencia de señalar a un extraño en la calle, en este caso está involucrada la fuente de ingresos, el sustento diario, así lo explica el Protocolo Interno para la Prevención, Actuación y Eliminación de todas las formas de Acoso u Hostigamiento Laboral del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador.

Es normal preguntarse ¿Y si pierdo mi trabajo por denunciar una situación que me hizo sentir incómoda? ¿Será para tanto? o simplemente no querer hacer de un comentario algo que parecería “muy grande”.

También es común que “por mantener su trabajo, los trabajadores dejan que se vulneren sus derechos integrales, como la dignidad humana”, dice una tesis de Maestría en Desarrollo del Talento Humano de la Universidad Andina Simón Bolívar.

Pero el acoso laboral no es, como muchos aún repiten, una exageración de los empleados que “tienen algo en contra de sus superiores”. De hecho, en mayo de 2021 fue incluido como un delito en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), y se sanciona con una pena de uno a tres años de cárcel.

El Código lo define como un delito que se da “en el ámbito de una relación laboral, de manera reiterada, persistente y demostrable, realice actos atentatorios a la dignidad de un trabajador” y que cause “graves daños a la persona afectada, ocasionando perjuicio en su estabilidad laboral o provocando la renuncia a su puesto de trabajo”.

¿Cómo identificar el acoso laboral?

Primero, es importante tener siempre en mente que el acoso, en cualquiera de sus formas, sea callejero o laboral, es una forma de violencia. Por lo tanto, atenta contra los derechos de las personas, entre ellos el derecho a la dignidad personal. 

El protocolo de Empresa Segura, creado por una alianza público privada en Ecuador, dice que el acoso laboral se manifiesta en etapas. 

La fase inicial para una víctima de acoso laboral incluye el desconcierto. En esta etapa se dan las primeras señales, como cuando la mujer (porque las principales víctimas son ellas) nota que en su trabajo:

  • le niegan el saludo
  • le cancelan de manera imprevista reuniones
  • le asignan más trabajo
  • le niegan  permisos

El desconcierto surge por el cambio en las situaciones mencionadas. 

Después de esta primera etapa, aparece la autorecriminación o censura, una especie de autocastigo. Es decir, cuando la víctima empieza a identificar que en el espacio laboral nadie la escucha, que sus argumentos son tergiversados, y se siente culpable y su autoconfianza empieza a disminuir, a la par de su autoestima.

Como consecuencia de esta pérdida de confianza, decae el interés por el trabajo, y puede empezar a incumplir con sus obligaciones. 

Luego, la víctima puede entrar en una fase de rebeldía, en la que, en un intento de demostrar su valor y hacerse escuchar, trata de sobreponerse a los demás, incluso si esto implica hacerlo de manera agresiva. 

Y la última etapa del acoso laboral es el estado depresivo, que se da cuando los intentos por alzar la voz fracasan, y las personas temen perder sus empleos, la productividad puede disminuir, y la desvalorización de su trabajo frente al resto les genera un gran estrés.

Si sientes que estás viviendo una de estas etapas, es probable que seas víctima de acoso laboral. 

Otras manifestaciones del acoso laboral pueden incluir:

  • Burlas constantes
  • Sobrecarga de trabajo injustificada
  • Sanciones sin razones justificadas

El acoso laboral también puede incluir acoso sexual. Este último transgrede el derecho a la intimidad, el derecho a la libertad sexual, y cuando esto se da en espacios de trabajo se ve vulnerado el derecho a la seguridad y salud, y a trabajar en un ambiente libre de todo tipo de violencia, explica el protocolo de Empresa Segura.

Según la Organización Internacional del Trabajo, algunas formas para identificar el acoso sexual en el trabajo son:

  • Bromas o comentarios inapropiados y de carácter sexual por parte de compañeros o jefes.
  • Comentarios y preguntas sobre el aspecto, el estilo de vida o la orientación sexual.
  • Llamadas de teléfono ofensivas o sobre temas ajenos al trabajo. 
  • Silbidos, miradas o gestos de connotación sexual.
  • Propagar rumores sexuales acerca de la trabajadora.
  • Mostrar, dar o dejar imágenes sexuales, fotografías, ilustraciones, mensajes o notas sexuales.

Hay que recordar que el acoso laboral es un delito que no incluye tocamientos indebidos, como por ejemplo que alguien te toque la pierna en contra de tu voluntad. Si esto se da, el delito cambia y se llama abuso. 

¿Cómo denunciar un caso de acoso laboral en Ecuador?

Según el Ministerio del Trabajo, hasta 2019 el 97% de las mujeres afectadas por acoso laboral no interponían una denuncia. Por eso, dice un comunicado oficial, desarrollaron el Protocolo de Prevención y Atención de casos de Discriminación, Acoso laboral y toda forma de Violencia en los espacios de trabajo.

El protocolo presenta una guía para prevenir los casos de acoso laboral, pasando por la atención cuando estos suceden, hasta las sanciones. Su objetivo es que sea socializado entre los trabajadores para que todos entiendan qué acciones no son permitidas y cuáles son las consecuencias directas de cometer estas infracciones.

Este Ministerio recibe denuncias si el empleado es víctima de discriminación, acoso laboral o violencia dentro del trabajo. La denuncia se puede hacer llenando un formulario de forma virtual, por medio del Sistema Único de Trabajo en línea o presencialmente en la Dirección del Ministerio del Trabajo más cercana.

Si la denuncia viene de un trabajador del sector público, deberá acercarse a la Unidad de Talento Humano de esa institución pública.

En un plazo máximo de 10 días la institución deberá recopilar información necesaria para analizar el caso. Si existen indicios de que en efecto hubo discriminación, acoso laboral o cualquier forma de violencia contra la mujer en el espacio laboral, se debe crear un Comité Asesor encargado de la intervención y se agendará una inspección al lugar de trabajo.

Si se comprueba que hubo acoso laboral:

  • En el sector público, se aplicará el régimen disciplinario correspondiente a la normativa laboral vigente. 
  • En el sector privado las sanciones deben constar en el reglamento interno. Esta sanción no superará el 10% de la remuneración del trabajador, conforme al artículo 44 del Código del Trabajo.

Como es un delito en el COIP, el acoso laboral también se puede denunciar ante la Fiscalía General del Estado

Cómo prevenir el acoso laboral

Para evitar que se den estos casos y por lo tanto el proceso de denuncia, y crear ambientes más seguros para todas y todos los trabajadores, en su Protocolo de Prevención y Atención, el Ministerio hace énfasis en la importancia de crear espacios de aprendizaje y fomento hacia una cultura de prevención y respeto. 

Por ejemplo, a través de “talleres de sensibilización en temáticas relacionadas a la prevención de discriminación, acoso laboral y toda forma de violencia contra la mujer en los espacios de trabajo, además de derechos laborales, lenguaje positivo e inclusión social”. 

El portal empresarial Mi propio jefe, resalta que también es importante realizar constantemente jornadas informativas sobre los diferentes canales disponibles para reportar casos de acoso y que estos sean de fácil acceso para los trabajadores, los valores de la empresa, y hacer recordatorios de las conductas que no están permitidas.

En general, es importante cambiar las mentalidades, no necesariamente desde lo coercitivo, sino desde la cultura y el aprendizaje.

Otro consejo del portal empresarial Mi propio jefe es promover a más mujeres en posiciones directivas, para que tengan representación.

Camila Giron 150x150
Camila Girón
(1996). Periodista colombiana. Reportera de redes sociales y gestora de audiencias en GK.
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