La compañía Oleoductos de Crudo Pesados (OCP Ecuador), que opera la tubería homónima, afirma que reparó su oleoducto.
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La empresa transportadora de petróleo reinició sus operaciones de bombeo el 7 de febrero de 2022, según anunció mediante un boletín de prensa. Once días antes, hubo un derrame de petróleo en el sector de Piedra Fina, en la provincia de Napo, ocasionado por la rotura de ese oleoducto.
OCP explicó que ha contratado a tres empresas especializadas que trabajan con más de 790 personas y maquinaria especializada en la zona. Afirmó, en su comunicado, que “está preparada para recibir y despachar petróleo nuevamente”. Sin embargo, no dio detalles de cómo se reparó el oleoducto averiado.
Dos expertos cuestionan si se reparó adecuadamente y si existen garantías de que esta reparación no vulnerará, en el futuro, a los derechos de la naturaleza y de las comunidades aledañas.
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¿Cómo se debería reparar el OCP?
Al ingeniero en petróleo, Fernando Reyes, le preocupa que la respuesta de OCP al derrame de petróleo en Napo haya sido “contingente”. Es decir, que haya atendido la emergencia sin comunicar cómo se actuará en el futuro para que esto no vuelva a suceder.
OCP dijo en su comunicado que la recepción de petróleo ya se normalizó y que han conseguido “nivelar con las reservas existentes los días de paralización de bombeo”. El problema es, según Reyes, que una de las razones del derrame es que no cumplieron con las buenas prácticas operacionales que se tiene en la industria petrolera. “Se tardaron 6 o 7 días en repararlo”, dice Reyes. “Lo que habría que investigar es si la variante reparada está totalmente enterrada”, dice Reyes, quien también es vicepresidente del Colegio de Ingenieros Geólogos, de Minas, Petróleos y Ambiental (Cigmipa). Si el oleoducto no se entierra adecuadamente, el riesgo sigue siendo latente.
“Tenemos mucha experiencia en Ecuador acerca de esto”, dice Reyes sobre los correctos procedimientos en la reparación de oleoductos. El oleoducto en Piedra Fina está en una zona muy erosiva e inestable, que vuelve impredecible el curso de los eventos climáticos. De hecho, esta zona está pasando por un proceso de erosión regresiva que ha causado derrames anteriores.
¿La remediación ambiental ha sido suficiente?
Según OCP, se han recogido más de 1000 metros cúbicos de tierra con restos de crudo y se ha abastecido con agua a 29 comunidades afectadas.
En su último comunicado dijo que se entregaron 120 mil litros de agua mediante tanqueros. Asimismo, la empresa aseguró que ya empezaron jornadas médicas que atenderán a las poblaciones cercanas en “temas de salud básica”.
Gustavo Redin es abogado ambiental y presidente de la Coordinadora Ecuatoriana de Organizaciones para la Defensa de la Naturaleza y Medio Ambiente (Cedenma). “Me genera mucha preocupación”, dice Redin acerca de las declaraciones de OCP y la reanudación de sus operaciones. Él piensa que, a pesar de las remediaciones ambientales que ha anunciado la empresa, no hay ninguna garantía de que realmente se esté velando por los derechos de la naturaleza o de que otro derrame no vuelva a suceder.
En su comunicado, OCP dice que las acciones de remediación ambiental y la compensación social a las comunidades aledañas “se están llevando organizadamente de acuerdo al plan aprobado por las autoridades”. El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate) dijo que se encuentra en la zona monitoreando la limpieza y la remediación en las zonas afectadas. Adujo, además, que existen cuatro equipos técnicos distribuidos a lo largo de 360 kilómetros alrededor de los ríos Coca y Napo. Estos equipos tomaron 20 muestras de agua, 53 de suelo y 44 de sedimento hasta el 31 de enero de 2022.
Aun así, Redin dice que “el proceso de reparación ha sido muy opaco”. Como un ejemplo, menciona que las afectaciones a los ríos se pueden ver “claramente” en los videos que publican los habitantes de la zona o las organizaciones indígenas a través de las redes sociales, y que esto no se ha tratado dentro de los comunicados de la empresa.
Vídeo de Amazon Frontlines que muestra el camino del petróleo, desde la ruptura del oleoducto, hacía el Río Coca.
El 27 de enero de 2022, el Ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, Juan Carlos Bermeo, aseguró que no se produjeron derrames ni afectaciones ambientales de ningún tipo en Piedra Fina. “No hubo una sola gota de derrame a los ríos que cruzan la zona”, aseguró Bermeo.
La rotura del oleoducto de OCP, en breve
La tarde del 28 de enero de 2022, OCP confirmó que uno de sus oleoductos se había roto.
Un desprendimiento de piedras, provocado por las fuertes lluvias, habría sido lo que ocasionó que una roca cayera, de al menos dos metros de altura, hasta el enorme tubo. Como resultado, el oleoducto tuvo una rotura.
Esto ocurrió en el sector de Piedra Fina, en la provincia amazónica de Napo, y ocasionó un derrame de petróleo en ese lugar, cerca de los ríos Coca y Napo. El Ministro Bermeo, junto el presidente de OCP, Jorge Vugdelija, dijeron que se derramaron 6.300 barriles en Piedra Fina. En la Comisión de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Asamblea, también explicaron que se han recolectado 5.300 barriles de petróleo; es decir, el 84% del petróleo derramado.
Cuando el derrame sucedió, el dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana (Confeniae), Andrés Tapia, le dijo a GK, que la empresa no se había comunicado directamente con las comunidades frente a lo sucedido.