Ya son 41 los cuerpos identificados después de la masacre en la Penitenciaría del Litoral del 12 y 13 de noviembre. La mañana de hoy, 14 de noviembre de 2021, los cuerpos identificados eran 34, pero la cifra ha ido subiendo. Hoy en la tarde, la Secretaría de Derechos Humanos confirmó que de los 41 cuerpos identificados, 15 ya habían sido entregados a sus familiares. 

Desde las nueve de la mañana de hoy, los familiares de los presos que murieron fueron a identificar sus cuerpos en la Unidad de Criminalística de Guayas. La Secretaría de Derechos Humanos dijo hoy en su cuenta de Twitter que le dará “atención psicológica y social” a los familiares que están reconociendo los cuerpos. Según la Secretaría, hoy han atendido a 76 familiares de personas presas que murieron en la masacre. 

Además, la Secretaría dijo que estaba trabajando con instituciones para gestionar la donación de féretros, bóvedas y nichos para “darles una digna sepultura” a los fallecidos. 

Hoy en la mañana, la Fiscalía dijo que habilitó un punto de atención en Criminalística para “asistir y agilitar el proceso de entrega de cuerpos” a los familiares de las personas fallecidas. La Fiscalía abrió una investigación de oficio sobre la masacre.

Un breve resumen de la masacre

Una persona que cumple su condena en el pabellón 2 de la Penitenciaría —la zona que fue atacada— le dijo a GK que los presos de los pabellones 3, 6 y 12 intentaban ingresar a su zona para asesinarlos. 

La fuente reservada dijo que estaban liderados por los dos hombres que intentan asumir el control máximo de la prisión, alias Junior y alias Fito, que están ligados a bandas delincuenciales que operan dentro de la cárcel.

Ante la desesperación por los ataques a los lugares en los que estaban recluidas, una de las personas privadas de la libertad del pabellón 2 contó lo que estaba pasando en una transmisión en vivo en Facebook.

En la transmisión —que comenzó pasadas las doce y media de la noche y se terminó casi dos horas después cuando ingresaron al pabellón— se escucha a varias personas reclamarle al Estado por no garantizar su seguridad, pidiendo ayuda y narrando lo que pasaba en las explosiones y agresiones que había afuera de su pabellón. 

Para protestar por la violencia, ayer los presos de las cárceles de Azuay, Riobamba, en la provincia de Chimborazo, y en la de Cotopaxi se unieron a una huelga de hambre y se negaron a comer el desayuno y el almuerzo.

Hoy se confirmó que una de las personas asesinadas en la masacre era Víctor Guaillas, un defensor del agua y de los derechos de la naturaleza que fue detenido en el paro de octubre de 2019. Fue sentenciado a 5 años de cárcel por sabotaje, pero su condena todavía no estaba en firme. 

En 2021 se han confirmado 324 muertes violentes en las cárceles del país. Es decir, 6 veces las muertes violentas que hubo en las cárceles en 2020, año en el que hubo 54.