¡Hola!

Soy yo de nuevo y todavía no llego a Glasgow, pero estoy cerca. Hoy (por fin) terminé mi cuarentena y a mediodía salí hacia el aeropuerto para tomar mi vuelo a Edimburgo. Lo más probable es que esté viajando cuando recibas este newsletter

Hoy en la mañana de Reino Unido el presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, tenía que hacer un “anuncio importante” en una rueda de prensa desde la COP26, pero algo pasó con la organización de la cumbre y había decenas de personas acreditadas que no podían entrar a ninguno de los eventos. Entonces decidieron posponer la rueda de prensa para hoy a las 2PM (hora de Glasgow), osea ahora mismo (9AM) en Ecuador. Esperemos que realmente sean buenas noticias.  

(Si de verdad lo son, te avisaré enseguida).

Ahora, volviendo a la COP26 en general: ayer fue la apertura de la Cumbre. He estado pensando mucho en algunas cosas que se dijeron en la apertura y en la conferencia de prensa que hubo más tarde que quisiera compartir contigo. (Hoy es la ceremonia inaugural propiamente dicha, y en ella va a hablar el príncipe Carlos que según la BBC, va a decir que la respuesta a la crisis climática exige una especie de “paso de guerra”). 

Pero bueno, sobre lo de ayer: 

Lamentablemente, como ayer seguía en cuarentena tuve que ver todos los eventos por transmisiones en vivo. Pero creo que el mensaje que recibí es el mismo que recibieron las personas que estuvieron físicamente ahí. 

flecha celesteOTROS CONTENIDOS SOBRE LA COP26

apertura de la COP26

Los mensajes clave fueron:

Del discurso de Alok Sherma, el presidente de la COP26, dos de los mensajes más importantes en los que creo que debemos reflexionar fueron:

1. Que “la actividad humana es inequívocamente la causa del calentamiento global”. 

Sí, cada cosa que hacemos los humanos tiene un impacto en el planeta que a veces ignoramos: no pensamos en la cantidad de agua que desperdiciamos al bañarnos más tiempo del necesario. No nos damos el tiempo de reflexionar de dónde viene el agua que tomamos (hace poco publiqué un texto sobre el agua de Quito que creo que deberías leer). Tampoco pensamos en nuestra huella de carbono cuando usamos un auto, tomamos un Uber, o viajamos en avión, y muchas veces ignoramos el impacto que tiene en la Tierra la comida que desperdiciamos cuando vamos a un restaurante, o botamos porque se pasó la fecha de expiración, o simplemente dejamos pudrir en la refri porque compramos demasiado. 

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2. Que “en cada uno de nuestros países estamos viendo los impactos devastadores del cambio climático”. 

Sé, porque lo he escuchado, que muchos de nosotros creemos que los impactos del calentamiento global y el cambio climático son un problema en lugares que están muy lejos de Ecuador o América Latina: en África o en la Antártida. Pero ignoramos que nosotros ya estamos viviendo el cambio climático. ¿Sabías que solo entre 1960 y 2010 la temperatura de la Sierra ecuatoriana aumentó 1,1 grados? Además, ¿sabías que un estudio dice que si seguimos como ahora, hasta finales del siglo la temperatura en nuestro país habrá aumentado 2 grados y que la temperatura en lugares como Galápagos y la Amazonía podría aumentar incluso más? 

Los impactos devastadores de esta crisis ya están pasando en Jubones, al sur del país, donde las mujeres agricultoras han tenido que innovar para adaptarse al cambio climático (pueden leer este reportaje de Isabela Ponce, directora editorial de GK, con el que ganó el Ortega y Gasset), y está pasando hasta en Guayaquil, donde este año las lluvias intensas han inundado las calles de la ciudad en tan solo horas. 

El cambio climático es una crisis, que según el último reporte del IPCC está en código rojo. El planeta se está calentando a un ritmo que no se había visto nunca antes, y muchos de nosotros seguimos ignorando que la causa de eso somos nosotros.

Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), dijo un par de cosas interesantes ayer en las que creo que todos debemos pensar:

  1. U optamos por lograr una reducción rápida y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero para mantener el límite del calentamiento global en 1,5 grados, o aceptamos que la humanidad se enfrenta a un futuro sombrío en este planeta.
  2. O elegimos aceptar los esfuerzos de adaptación para hacer frente a los desastres climáticos extremos actuales y futuros, o aceptamos que más personas morirán, más familias sufrirán y más daño económico seguirá.
  3. O elegimos reconocer que el modelo de negocio tradicional y actual no vale el precio devastador que estamos pagando y hacemos la transición necesaria hacia un futuro más sostenible, o aceptamos que estamos invirtiendo en nuestra propia extinción.

¿Es muy fuerte no? Pero es cierto. 

Quizá algunos de nosotros que no estamos en la política o en posiciones de poder no tenemos mucha incidencia para decidir cómo cambiamos la matriz energética del país, cómo distribuimos el presupuesto estatal para la conservación de los ecosistemas y la mitigación y adaptación al cambio climático, o cómo vamos a colaborar con otros países para hacerle frente a la crisis climática. 

Pero sí podemos hacer otras cosas como: dejar de usar un auto o un Uber cuando tenemos que movilizarnos a distancias pequeñas, tomar baños más cortos, dejar de desperdiciar la comida y usar menos plástico. Sé que puede sonar insignificante pero al menos a mí, me ayuda saber que estoy haciendo algo por la Tierra. 

Sí, es verdad que los grandes países contaminantes son los que tienen que dar los mayores pasos para combatir la crisis climática. Pero una vida individual más consciente sobre cómo consumimos recursos básicos  ayudará a preservar los ecosistemas locales de los que depende nuestra vida cotidiana . 

¿Tú qué haces para conservar el planeta? ¡Cuéntame, podemos intercambiar ideas!

Y ya que mencioné a los países que más contaminan:  ayer los líderes del G20 —el grupo de los países más poderosos del mundo— se reunieron y acordaron algunas acciones para mantener el límite del aumento de la temperatura global de 1,5 grados. 

Algunas de las cosas que acordaron fue dejar de financiar proyectos de carbón en el extranjero y ampliar su apoyo para incentivar el uso de energías limpias. 

Mañana estaré contándote más detalles sobre el anuncio del presidente Lasso y qué opinan los expertos al respecto. No olvides leerme e invitar a tus amigos y familiares a suscribirse a este newsletter.

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Doménica Montaño
(Quito) Ex reportera de GK. Cubre medioambiente y derechos humanos.

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