En 2021, la periodista filipina María Ressa ganó el Nobel de la Paz junto con el reportero ruso Dimitri Muratov.

El jurado de uno de los premios más prestigiosos del mundo reconoció el trabajo de ambos por su “lucha valiente” por la libertad de expresión en sus países” y por “defender los derechos humanos”.

Ressa asistió al Media Forum, organizado por el Media Development Investment Fund, en Chiang Mai, Tailandia. Allí, conversó con GK y El Búho, medio peruano. 

En esta breve entrevista, Ressa discute el rol del periodismo en la democracia y los retos que enfrentan los medios en el mundo. 

Reflexiona sobre cómo, aunque atravesamos una profunda crisis, esta también es una época para repensar cómo el periodismo debe actualizarse para ser relevante para las audiencias.

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Eres periodista y hace dos años ganaste el premio Nobel de la Paz, ¿qué nos dice esto sobre el rol de los periodistas hoy en día?

La última vez que un periodista ganó un Premio Nobel de la Paz fue en 1936. En realidad en 1935 lo nombraron y un año después tenía que aceptar el premio. Pero Carl von Ossietzky estaba en un campo de concentración nazi, y no pudo ir a Oslo. 

La situación es muy parecida a 2021, cuando le dieron el premio a Dimitri Muratov de Rusia y a mí, de Filipinas. Pero el Comité del Nobel fue muy claro con que nosotros dos somos representantes de todos los periodistas de todo el mundo que están bajo ataque

En la última década, el número de periodistas que han sido encarcelados, acosados, intimidados, atacados y asesinados sólo por hacer su trabajo, ha aumentado a nivel global. 

Premio Nobel de la Paz

La ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2021, María Ressa, cree que vivimos en una época similar a la Segunda Guerra Mundial. Fotografía de Isabela Ponce para GK.

Es como si los periodistas tuviéramos que estar de acuerdo con los riesgos que vienen con el oficio. ¿Quién quiere ir a la cárcel? ¿Quién quiere enfrentarse a la violencia? Parecería que eso es lo que se requiere hoy para ser periodista. 

Yo les pregunté al Comité Noruego del Nobel por qué entregaron el premio en 2021 y no antes, y me respondieron que llevaban mucho tiempo queriendo dárselo a un periodista, y que parecía que entonces (en 2021) era un buen momento. 

Irónicamente, luego de cuatro meses de que recibimos el Nobel con Muratov, los medios que dirigimos estuvieron en peligro de cerrar. Y el medio de él, hoy, ya no existe en Rusia

Pero para responder tu pregunta, creo que lo que muestra es que estamos en tiempos similares a los de la Segunda Guerra Mundial. Y, como al final de la Guerra, mientras la misión del periodismo está bajo ataque, la necesidad de esa misión es aún más importante para las democracias en el mundo. 

Esa era precisamente mi siguiente pregunta. Los periodistas estamos más amenazados que nunca. ¿Cómo podemos recordarle a nuestras audiencias que el periodismo es necesario para la democracia?

Primero, tenemos que recordarle a nuestras audiencias que son los ciudadanos en regímenes democráticos quienes están siendo seriamente manipulados en línea, sobre todo en redes sociales. Que las grandes compañías de tecnología literalmente están priorizando la expansión de mentiras. 

Las mentiras se distribuyen al menos seis veces más rápido que los hechos

Este dato es de un estudio de 2018 hecho por MIT. Pero hoy X, antes Twitter, que es propiedad de Elon Musk, despidió a todo el equipo de confianza y seguridad de la empresa. 

Lo más difícil para nosotros es que hacer nuestro trabajo cada vez se vuelve más peligroso, y somos atacados constantemente en línea y en el mundo real. 

La persecución legal y los ataques a los modelos de negocio están siendo usados para silenciarnos a los periodistas. 

Estamos bajo ataque mientras los ciudadanos y las audiencias pierden confianza en nosotros. Hoy casi que tenemos que redefinir qué es la información confiable. 

Tenemos que demandar transparencia a las grandes empresas de tecnología. No pueden seguir haciendo dinero de manera insidiosa y manipulando gente en todo el mundo. 

Creo que eso es lo primero: el “capitalismo de vigilancia” como modelo de negocio no debería ser permitido. Estoy citando un concepto de Shoshana Zuboff; en mi discurso del Nobel señalé que nosotros somos como el perro de Pavlov para estas grandes compañías de tecnología. 

Están experimentando con nosotros en tiempo real y los efectos dañinos en la sociedad, en nuestros niños, son visibles. 

Hay una epidemia de soledad, un aumento de personas que no pueden dormir, un aumento de suicidios. Los daños son claros. 

Si eres mujer o de la población LGBTI, si eres marginalizado en el mundo real, serás mucho más marginalizado en línea. 

La respuesta a tu pregunta es larga, pero ya no estamos en el viejo mundo

Tenemos que convencer a nuestra gente, en cada uno de nuestros países, que no deberían dejarse manipular insidiosamente. 

Hoy la manipulación viene de compañías, pero también de países. Hasta los países están atacando a los medios de comunicación. 

Es un tiempo muy difícil, pero lo que sigo repitiendo es que hay algo emocionante en tener que crear un nuevo ecosistema de información confiable. 

No estamos ahí todavía. 

En tu charla en el Media Forum dijiste que eras una periodista en recuperación, en parte porque sentías nostalgia de que los periodistas ya no somos los porteros. ¿Qué somos?

Hoy estamos sosteniéndonos a una estructura de controles y contrapesos de la democracia, donde los ciudadanos pueden pedir a los gobiernos, pueden pedirle a los poderes que sean responsables y den respuestas. 

Antes eran los periodistas quienes cumplíamos ese rol porque la gente nos había dado ese poder.  Pero ahora, en medio de la guerra de información a nivel global, el poder puede llegar directamente a la gente y manipularla. Un ejemplo son los efectos en las elecciones en todo el mundo. 

No creo que tengamos democracia sin periodistas fuertes que mantengan la misión del periodismo. 

En diciembre de 2021, dije que estamos parados sobre los escombros del mundo y tenemos que construir lo que va a ser el mundo. 

Ya no somos los porteros. A los periodistas nos han relegado a la misma situación de un influencer. Por favor nunca llames influencer  a un periodista, lo digo sin ofender a los influencers. 

Nuestro objetivo principal no es ser popular. Nuestro objetivo principal no es hacer dinero. Nuestra misión como periodistas es fiscalizar al poder y hacer que se hagan responsables de sus actos. 

Esa misión puede ser muy obstaculizada en cada uno de nuestros países. En 2022, en Ecuador tres periodistas fueron asesinados. Este año, al menos 10 han tenido que exiliarse por amenazas de muerte. En tu charla, dijiste que los periodistas debemos ser inteligentemente alegres y no ciegamente alegres. ¿Cómo logras hacerlo en contextos tan hostiles como este?

Creo que tienes que construir tu comunidad. No podemos hacer esto solas. Y un medio no puede hacer esto solo. Lo que hemos tratado de hacer en Filipinas es crear coaliciones, y las llamamos pirámides de cuatro capas. 

Estamos en un tiempo diferente, donde no sólo el modelo de negocio está en juego. No solo son los periodistas los que están en juego. 

Es, literalmente, la democracia la que está en juego. Y si no tenemos una realidad compartida, porque no tenemos hechos para construir esa realidad, ¿cómo vamos a resolver problemas como el cambio climático? 

Hoy todo es urgente. 

Y sobre Ecuador. Me acuerdo que en 2017, junto con Filipinas fue parte de los 12 países que fueron investigados por un think tank de Google. El reporte se llamó Trolls patrióticos. Y Ecuador fue uno de los países donde los ataques por razones de género a mujeres eran los más fuertes.

Esa fue la primera vez que yo me di cuenta que ese era un grave problema. Pero ese reporte nunca fue publicado. Si hubiera sido publicado, podría haber sido una advertencia un poco más anticipada para lo que pasa ahora en el mundo considerando la violencia digital. 

Cada país pudo publicar los datos por separado, pero el poder del estudio colectivo y comparado se perdió.

compañías de tecnología

Ressa advierte cómo las compañías de tecnología manipulan a las grandes audiencias prefiriendo la divulgación de mentiras sobre los hechos. Fotografía de Isabela Ponce para GK.

Creo que vivimos una época en que tenemos que crear coaliciones, colaborar, colaborar, colaborar. Es parte de la razón por la que estoy aquí. 

Hay otro sueño que yo tengo. Llevo trabajando dos décadas con CNN, la red de televisión estadounidense en Atlanta que tiene 31 oficinas en todo el mundo. 

¿Qué tal si tuviéramos 31 países en todo el mundo, y nosotros [los periodistas] pudiésemos fundar una organización internacional de medios basada en nuestras comunidades? 

¿Por qué no podemos construir algo así? Por qué tiene que ser una organización de medios de Occidente que produce noticias internacionales. Llevo una década proponiendo esto pero siento que estamos en un momento en que debemos tratar de hacerlo. 

Porque ¿quién conoce nuestros países mejor que nosotros?

Un ejemplo para entender la importancia son las noticias hiperlocales en Estados Unidos. Van sólo a un público local, por lo general. Pero si tienes un medio de alcance nacional y ves lo que producen los medios locales, puedes encontrar un patrón más grande. 

De esa manera, creo que podemos ver patrones internacionales porque las grandes compañías de tecnología hacen sus pruebas en nuestros países, en el Sur Global. Por eso deberíamos juntarnos. La colaboración es crítica. Si no lo hacemos, las grandes compañías de tecnología nos van a tragar. 

El periodismo independiente necesita dinero, sobre todo en países como los nuestros. Aunque a veces queremos evitar este tema, ¿cómo lidias con el reto de la sostenibilidad de tu medio Rappler?

Cuando el gobierno intentó cerrar Rappler en enero de 2018, asustaron a nuestros auspiciantes. 

En cuatro meses perdimos 49% de nuestros ingresos por publicidad. Probablemente habríamos cerrado el medio al final de 2018 si no innovábamos y encontrábamos otro modelo de negocio sustentable.

Nos dimos cuenta que la misma metodología que usábamos desde el periodismo para investigar y descubrir información de operaciones de manipulación insidiosa en redes sociales, podía ser un servicio para empresas. Esta obtención de data. Y eso se convirtió en un modelo de negocio diferente. 

Nuestro modelo es al menos 50-50. Pero necesitamos encontrar un nuevo modelo de negocio porque la manera de hacer publicidad, con toda la data que tienen hoy en día las grandes empresas de tecnología, se puede convertir en manipulación insidiosa. 

Literalmente conocen nuestro momento más débil para presentarnos los mensajes publicitarios, y nosotros, como Rappler, no queremos ser parte de eso. 

Las regulaciones tienen que actualizarse en este tema, sí. Y creo que por eso estoy más emocionada de buscar un nuevo modelo de negocio. 

Sobrevivimos seis años de Duterte y eso muestra que podemos. Ahora tenemos que encontrar nuestra manera de seguir adelante. 

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Isabela Ponce y Mabel Cáceres
Isabela es la directora editorial de GK. Mabel es fundadora de El Búho.pe, medio regional de Arequipa, Perú.
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