El 12 de abril de 2023 hubo varias alertas de presuntas bombas en Quito. El equipo de antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional descartó que se trataba de bombas después de hacer una explosión controlada. Sin embargo, las alertas causaron que varios medios y usuarios en redes sociales hablaran de “bombas en Quito”, “explosiones de bombas” y otras afirmaciones equivocadas que incrementaron el pánico y la desinformación. Por eso aquí te explicamos cómo se atiende una alerta de bomba en Ecuador. 

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¿Cómo llegan las alertas de bomba?

El capitán Gabriel Bautista, jefe del área antiexplosivos del GIR de la Policía, dice que las alertas de presuntos explosivos llegan en su gran mayoría por llamadas al ECU 9-1-1. También las reciben por los chats con las Unidades de Policía Comunitaria (UPC). 

Esas alertas pueden originarse porque se encontró un objeto sospechoso en la calle o porque se recibió un paquete, sobre o caja de dudosa procedencia. 

Una vez que se recibe la alerta, dice el capitán Bautista, la Policía de manera inmediata avisa al área antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) para que puedan atenderla.   

¿Cómo identificar un paquete sospechoso?

El capitán Bautista dice que se debe sospechar si:

  1. Llegó un paquete, sobre o carta que no se esperaba, no se sabe o no se conoce a la persona que lo entregó o que lo envió. 
  2. La etiqueta que incluye la información del remitente tiene algún error o inconsistencia. Por ejemplo, faltas ortográficas o nombres que no se reconocen. 
  3. No se puede comprobar la información del remitente que consta en la etiqueta. Si la etiqueta tiene un número de teléfono u otro dato como RUC, se recomienda llamar, o revisar el nombre o el número de cédula o RUC en el sistema del SRI o en otra base de datos oficial. 
  4. El paquete tiene manchas de aceite o huele a combustible. 
  5. El paquete tiene orificios de los que salen cables eléctricos. 

Si es que el objeto cumple con uno o varios de estos puntos no se debe manipular. La persona debe evacuar el lugar y llamar inmediatamente al ECU 9-1-1 o comunicarse en los chats con las Unidades de Policía Comunitaria (UPC), a los que se puede acceder acercándose a los puntos que hay en cada barrio, y solicitando unirse. 

El capitán Bautista dice que en el caso de recibir un pendrive, flash memory o USB —como pasó con varios periodistas en marzo de 2023— también se debe sospechar si es que el artefacto es muy grueso o si tiene signos de haber sido abierto

Si es que hay sospechas sobre el origen del artefacto “por nada del mundo debe conectarlo a una computadora porque inmediatamente lo está activando al recibir una carga eléctrica”, dice Bautista. Él recomienda que no se manipule el pendrive y se contacte inmediatamente a las autoridades. 

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A los 8 y 30 de la mañana del 20 de marzo de 2023, Lenin Artieda fue víctima de un atentado. Afortunadamente salió ileso. Fotografía tomada de la cuenta de Twitter de la Fiscalía General del Estado.

¿Cuál es el protocolo para manejar una alerta de explosivos?

El capitán Bautista dice que en el protocolo que manejan están involucradas unidades de la policía del eje preventivo, investigativo, de inteligencia y los técnicos antiexplosivos. 

El primero en actuar, dice Bautista, es el eje preventivo. Los oficiales de Policía se encargan de hacer una entrevista a la persona que hizo la llamada en la que se le consulta sobre lo que vio, lo que recibió y otros detalles que le permitirán obtener información de la situación. 

Una vez que se obtienen los datos, se identifica el objeto sospechoso, se acordona la zona y comienzan las evacuaciones de los habitantes que están cerca. 

Los policías del eje preventivo están en constante comunicación con el área antiexplosivos del GIR. Mientras los técnicos se dirigen al lugar, van recibiendo información de lo que la Policía encontró donde ocurrió la alerta. Eso permite que se tomen decisiones sobre el tamaño del perímetro que será acordonado o si es necesario evacuar total o parcialmente la zona. “Todo va a depender de la persona del eje preventivo que esté patrullando y de la información que nos dé”, dice el capitán Bautista. 

Una vez que los técnicos del área antiexplosivos del GIR llegan a la zona, hablan con los policías y revisan dónde está el objeto sospechoso. Además, dice Bautista, les sirve mucho revisar los videos de las cámaras de seguridad en caso de que las haya porque así pueden ver a quien lo entregó, si es que fue movido o abierto en algún momento y otros detalles que les permitirán tomar decisiones sobre cómo proceder. 

Con toda esa información recolectada, el área antiexplosivos del GIR interviene para abrir o destruir el paquete, dependiendo de lo que la situación amerite. Eso también dependerá del tipo de objeto. 

El procedimiento variará si es que se trata de una caja de cartón, una de madera, un cilindro metálico, una mochila o algo más. Sin embargo, el capitán Bautista dice que no puede dar más detalles de cómo es ese proceso por motivos de seguridad. 

Una parte del procedimiento de la que sí puede hablar son las explosiones controladas. Esta es una técnica utilizada para desestimar la amenaza en muchos de los casos. El que se aplique esta técnica no quiere decir que se trate de una bomba sino que es un método para verificar qué es lo que contiene el objeto sospechoso.  

Para hacerla, se aplica una pequeña carga de explosivos —la cantidad dependerá de los análisis que hagan los técnicos— para poder abrir el objeto y ver qué contiene. La carga se calcula para que, si hay explosivos dentro del paquete, no explote todo y se puedan controlar sus efectos. 

Sin embargo, el capitán Bautista aclara que los explosivos son inestables e impredecibles. “Nada me garantiza que no va a detonar porque nosotros no sabemos la configuración que tiene, ni qué tiempo de uso ya ha tenido”, dice. 

Según el capitán Bautista, los explosivos tienen una vida útil y mientras más tiempo pase de ese límite, son más inestables. Por eso, dice, hay la posibilidad de que detone. 

Por eso, enfatiza en la importancia de que se tomen otras medidas como evacuar el sector para evitar heridos o muertos.

Además, insiste en que las personas deben hacer caso a las indicaciones de los expertos y alejarse de la zona cuando se los indique. “Cuando estemos trabajando, la gente se debe alejar del perímetro que nosotros indicamos, somos los técnicos que sabemos qué puede pasar si es que va a detonar eso”, dice el capitán. 

¿Cómo protegerse en una alerta de explosivos?

Según Bautista, los principios básicos para precautelar la vida son: 

  1. Distancia: mientras más distancia haya con el objeto sospechoso, hay más probabilidades de sobrevivir y de no tener problemas auditivos o de la vista por la onda explosiva. 
  2. Cobertura: si no se puede tener distancia, se debe buscar cobertura. Por ejemplo, ponerse detrás de una pared que cubra a la persona al momento de la detonación. “Para que no te agarre en seco como se suele decir, lo que aumenta la probabilidad de que haya lesiones”, dice Bautista. 

El capitán Bautista enfatiza en que las personas deben seguir las indicaciones de las autoridades para poder protegerse en caso de una detonación. “No por grabar un video, hacer un tiktok o ser influencers se debe arriesgar la vida”, dice. Si es que las personas no cumplen con las instrucciones de la Policía, corren el riesgo de tener lesiones o de morir en caso de una explosión, incluso aunque los expertos apliquen las medidas para desactivar los artefactos. 

El capitán Bautista dice que no se debe descartar ninguna alerta hasta que se siga el proceso correspondiente. Las probabilidades de que sea un artefacto explosivo real dependen del contexto. En la actualidad, dice, Guayaquil es la ciudad más afectada. “Entonces a cada amenaza a la que vamos, tenemos un 90% de probabilidades de que sea verídica”, dice. Añade que en Quito y otras ciudades tampoco se puede parar por alto las alertas por el contexto de violencia actual.

Por eso, dice Bautista, es tan importante la información que la Policía pueda recaudar desde que reciben la amenaza. Así podrán decidir el mejor camino para actuar. 

Susana Roa 150x150
Susana Roa Chejín
(Ecuador, 1997) Periodista lojana y jefa de la redacción de GK. Cubre economía, sexualidad y derechos. Le interesan los temas de empleo, educación financiera y salud sexual y reproductiva.
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