A raíz del terremoto de 6,64 grados de Balao, del pasado 18 de marzo de 2023,  ocurrieron varios deslizamientos de tierra en distintas vías del país. En uno de ellos falleció una persona. 

➜ Otros Contenidos sobre desastres naturales
El periodismo independiente necesita el apoyo de sus lectores. Hazte miembro de GK

Los deslizamientos de tierra son comunes en el Ecuador. En lo que va del 2023, según la Secretaría de Riesgos, se han registrado más de 180 deslizamientos de tierra, en distintas zonas del país. Únicamente en marzo han ocurrido más de 28. 

Ángel Valdiviezo, docente investigador de la Facultad de Ingeniería en Ciencias de la Tierra de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) explica que los deslizamientos suceden por dos razones, principalmente.

Están los inducidos por la naturaleza y los inducidos por el hombre. En el caso de Ecuador, Valdiviezo dice que “muchos de los deslizamientos que nos afectan, están causados por afectaciones del hombre hacia la naturaleza”. Por ejemplo, perforar una montaña para hacer una carretera o construir una vivienda. 

Los deslizamientos no ocurren porque sí

“Cuando suceden deslizamientos inducidos por el hombre es porque no se han tomado las medidas técnicas o no se han realizado los estudios técnicos para evitar que ocurran” dice Valdiviezo.  En el caso de los que ocurren en la naturaleza se dan porque “son procesos que permiten la renovación de suelo en las montañas, ríos y quebradas”. 

Estos procesos de “autorregulación” de la naturaleza son conocidos también como “procesos de remoción de masas”. Esto quiere decir que la naturaleza mueve masas, “ya sea de suelo o de roca para generar nutrientes y brindar sedimentos a los ríos y a los cauces”, señala el docente.  

Un factor importante para que se den los deslizamientos en la naturaleza es la lluvia. Según Renata Pacheco, geógrafa brasileña con un máster en teledetección, las lluvias sirven como “una especie de lubricante del material suelto que está en la pendiente”. La lluvia se infiltra en el suelo y al mojarlo lo hace más pesado y esto provoca el movimiento del material.

Pacheco explica que en los terrenos con mayor grado de pendiente, es posible averiguar, de acuerdo con el tipo de material, si las rocas que lo conforman “son más permeables o menos, o si el suelo tiene más arcilla o más arena”.

Los lugares cuyo suelo es de arcilla tienen más probabilidad de moverse por la cantidad de agua que puede absorber la arcilla, mientras que la arena es algo más compacta

Andrés Velastegui, docente investigador de ESPOL, también señala que otro factor que debilita las laderas, ligadas a las actividades antrópicas del hombre, son “la deforestación o un cambio de uso de suelo, como la actividad agrícola”

Estas acciones pueden llegar a “modificar las escorrentías superficiales del agua —corriente que cae al rebasar su depósito o cauce natural o artificial— o la acumulación de agua”, provocando así que aumente la susceptibilidad a un posible deslizamiento

Pacheco agrega que lo que sucede cuando no tenemos vegetación es que la lluvia cae en un camino específico y eso “puede aumentar el impacto erosivo y empezar un deslizamiento de manera más rápida”.

El fenómeno natural y la amenaza

Existe una gran diferencia entre el deslizamiento que ocurre como un fenómeno natural y la amenaza a que uno ocurra. Ángel Valdiviezo explica que el “deslizamiento se convierte en amenaza cuando existen asentamientos civiles o una infraestructura”, sobre lugares propensos a deslizamientos”. 

Valdiviezo explica que según la Secretaría de Riesgos en los últimos 10 años “casi el 20% de los eventos que afectan a las personas en el Ecuador son los deslizamientos”

Y la mayoría de estos ocurren en las vías debido a la geografía montañosa del país. En este mismo periodo, explica, ha habido un millón de metros lineales afectados en vías por deslizamientos. 

También menciona que “la mayoría de deslizamientos que se convierten en amenazas y afectan a las personas se deben a obras de infraestructura civil”. Además, señala que donde afectan más estos fenómenos son “en los sectores pobres, en los barrios marginales o donde las personas por necesidades se ubican en lugares propensos a deslizamientos”. 

En resumen: la acción del hombre, la exposición que tenemos frente a estos fenómenos, no tener la precaución de ver en qué terrenos estamos construyendo y no tomar las medidas necesarias para protegernos son las causas de que se pueda crear una amenaza de deslizamiento. 

Predicción y prevención

Para Pacheco, en el caso de los deslizamientos es muy importante la observación, ya que en un lugar donde ha ocurrido un deslizamiento en una pendiente, hay que observar si las laderas o montañas alrededor tienen características similares y de esta forma determinar si puede ocurrir uno. 

En caso de que se determine que el lugar es propenso a deslizamientos “la solución es hacer intervenciones estructurales, es decir, poner una capa de concreto o hierro para que esta parte que se ha cortado del talud—inclinación de un terreno o de un muro—se mantenga” señala la geógrafa.

En el caso de lugares de construcción en pendientes Pacheco resalta que es importante hacer pruebas en el suelo para analizar la conductividad eléctrica, para “tener una idea de la porosidad y de agua en el suelo”. Con la porosidad se puede determinar cuánto de aire y agua hay entre una partícula y otra y con esto saber si está “totalmente saturado o si ya se está moviendo”.

Por otro lado, Velastegui explica que es posible la predicción de los deslizamientos y que eso es “mucho mejor, viable e inteligente que la alerta ya cuando ocurren”. Esto, explica, se hace por medio de un mapa de susceptibilidad de deslizamientos donde se usa la data satelital para “determinar las áreas donde pueden ocurrir mayores deslizamientos”. 

Claro que en esta predicción puede tener ciertos niveles de error, indica, pero es una primera alerta “muy anticipada”. También resalta que es importante que los GADs municipales “usen, conozcan y entiendan esta información para que la apliquen en sus planes de desarrollo territorial”, para evitar que haya asentamientos en zonas propensas a deslizamientos. 

Cómo identificar, en casa, que pueda ocurrir un deslizamiento

A diferencia de otros fenómenos, los deslizamientos nunca ocurren súbitamente.  Para Valdiviezo “siempre hay algunas características que se notan en el suelo antes de que suceda”. Según Valdiviezo y Pacheco, estas son algunas formas de identificar que puede haber un deslizamiento de tierra: 

  • Surgimiento de grietas en el suelo, jardín o en paredes. Hay que estar pendientes si estas empiezan a crecer rápidamente luego de unas horas, días o se quedan así. Esto quiere decir que el terreno se está moviendo.
  • En las laderas se puede notar cuando los postes de luz o los árboles comienzan a inclinarse. Esto ya indica un proceso de algunos años y que ya no soporta más presión. 
  • Aparición de ojos de aguahueco por donde sale agua subterránea,— esto es muy importante ya que “la peligrosidad que puede tener ese deslizamiento va a depender de la velocidad en que van creciendo”.  
  • Inclinación de una cerca o portón.
  • Notar que las puertas o ventanas ya no se cierran. Esto indica que hubo un movimiento en el suelo que provoca que ya no entre en el marco. 

Valdiviezo dice que para evitar todo eso es importante respetar la naturaleza y apostar por soluciones basadas en ella. Es decir, trabajar y construir entendiendo el entorno. “Se trata de convivir, no obligarnos a vivir” concluye el docente. 

Emilia Paz Y Mino 150x150
Emilia Paz y Miño
Periodista y fotógrafa. Cubre temas de medio ambiente. También le interesan temas de género y derechos humanos.
Y tú ¿qué opinas sobre este contenido?
Los comentarios están habilitados para los miembros de GK.
Únete a la GK Membresía y recibe beneficios como comentar en los contenidos y navegar sin anuncios.
Si ya eres miembro inicia sesión haciendo click aquí.
VER MÁS CONTENIDO SIMILAR