En una entrevista con el periodista Carlos Vera, el presidente Guillermo Lasso criticó la cobertura que los medios de comunicación le han dado a su gobierno. Aunque Lasso insistió en que no se estaba quejando de la prensa y que defendía la libertad de expresión, las afirmaciones de Lasso en la entrevista causaron que la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios) levantara una alerta.
La entrevista de Vera a Lasso de la noche del 12 de octubre de 2022 estuvo repleta de interrupciones, descalificativos y comentarios en tono de voz elevado. En su alerta, Fundamedios cita varios de los “constantes dardos” del presidente a la prensa en la entrevista.
¿Qué dijo Lasso en la entrevista?
Uno de esos comentarios fue cuando el presidente Lasso quería enumerar los logros de su gobierno y Vera le recordó que “esto no es un informe de labores”. Lasso le contestó “tampoco es el banquillo de los acusados y usted es el acusador. Esto es un teatro donde usted plantea intrascendencias Carlos, vamos a lo fundamental”. Vera le insistía en que estaban en una entrevista y que por eso él le planteaba preguntas mientras Lasso gritaba sobre sus logros.
En la entrevista, Lasso criticó dos publicaciones del diario El Universo. La primera sobre la crisis de medicinas en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, al que el Estado le debe más de 8 mil millones de dólares. Lasso dijo que esa era la “típica noticia de los medios de comunicación para escandalizar, pretenden arrinconar al gobierno y al Presidente”. Mientras sostenía y agitaba el periódico que tenía esa noticia, Lasso dijo que el medio no informa sobre el nuevo sistema de entrega de medicinas que habría despachado 80 mil recetas.
Lasso nombró a El Universo otra vez en la entrevista al referirse a una noticia publicada sobre la migración en Guayaquil. Lasso dijo que el problema se resolvió 20 minutos después de que vio la publicación. Pero, dijo Lasso, el medio “no publicó que ya se resolvió el problema”.
No es la primera vez que Lasso critica a El Universo. Ya lo había hecho en octubre de 2021, después de la publicación de la investigación periodística Los Pandora Papers en la que participó el medio ecuatoriano y que reveló los vínculos con entidades en paraísos fiscales de más de 300 políticos y funcionarios públicos en más de 90 países.
La investigación reveló que el presidente Guillermo Lasso ha tenido vínculos con 14 entidades —entre compañías offshore y fideicomisos— de Panamá y en Estados Unidos. Sin embargo, dice que Lasso disolvió 11 de las 14 entidades que aparecen en los Pandora Papers, después de que en 2017 se aprobara una ley que prohibía que los candidatos a cargos públicos sean beneficiarios de sociedades en paraísos fiscales.
En la carta enviada en octubre del año pasado, Lasso dijo que le preocupaba que un medio como El Universo “se preste de manera tan obvia y pueril a una campaña de desprestigio” hacia él.
La libertad de expresión en Ecuador
En la entrevista con Carlos Vera del 12 de octubre de 2022, Lasso dijo se sentía “muy cómodo con la prensa”, pero añadió que “hay dos Ecuadores: el que mira la prensa y el de la realidad que miran los ecuatorianos”. Después insistió en que no se quejaba de la prensa ecuatoriana.
“Si alguien más ha luchado por la libertad de expresión en el Ecuador he sido yo”, dijo Lasso en la entrevista con Vera. El Presidente dijo que el primer día de su gobierno envió el proyecto de Ley de Libertad de Expresión a la Asamblea.
Esa propuesta se unió con otras para debatirse en el pleno. Sin embargo, los asambleístas aprobaron un informe de minoría que, según Lasso, se hizo para “recrear la ley mordaza”, refiriéndose a la legislación que estaba vigente en el gobierno de Rafael Correa y que ha sido criticada por sus vulneraciones a la libertad de expresión.
Actualmente, la Asamblea debe resolver las observaciones del veto parcial del Presidente, que incluye observaciones de inconstitucionalidad. Lasso dijo que confía que entre en vigencia el texto que ellos han insistido y que no entre en vigencia un “texto absurdo”.
Desde su aprobación, en 2013, la Ley de Comunicación que estuvo en vigencia en Ecuador fue cuestionada por organismos locales e internacionales de derechos humanos.
Aunque tenía algunos aspectos rescatables, como la asignación de frecuencias para organizaciones comunitarias, durante cinco años fue usada con vehemencia y desproporción para sancionar a medios, imponerles multas económicas y obligarlos a publicar titulares. La ley daba facultades sancionadoras a una oscura superintendencia, que fue la encargada de sancionar e intentar moldear la narrativa mediática.
Con la ruptura entre Correa y su sucesor, Lenín Moreno, su excoideario convertido en enemigo político, la ley dejó de aplicarse aunque siguió en vigencia. En febrero de 2019, se aprobaron más de 90 reformas a la ley original. A finales de 2020, se aprobaron otras dos reformas más a la ley. Quizá la más importante de 2020 fue que la comunicación dejaba de ser considerada un servicio público y volvía a ser catalogada como un derecho. Cuando Lasso llegó al poder, además de presentar el nuevo proyecto, derogó el reglamento de aplicación de la ley.
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