Cayó Fito, peligroso narcotraficante ecuatoriano. José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, es uno de los líderes de Los Choneros, una de las bandas que se dedica al crimen organizado y controla la mitad de los pabellones de la Penitenciaría del Litoral

El 25 de junio de 2025, a las 6 de la tarde, el presidente Daniel Noboa confirmó en X: “Fito fue capturado. Está en manos del Bloque de Seguridad”. Pocos minutos después, las Fuerzas Armadas difundieron un video de la captura de Fito en un búnker, en la ciudad de Manta, provincia costera de Manabí, de donde él es oriundo. 

En apenas 41 segundos de video, se condensa una escena que desde el 7 de enero de 2024 pareció inalcanzable para el Ecuador. Alias «Fito», uno de los narcotraficantes más buscados del país, aparece contra el suelo, sin camiseta, con el rostro tenso y el cuerpo expuesto. Su cabello está corto, la barba recortada —muy distinto a la imagen de su última transferencia de prisión, cuando la espesa barba le caía sobre el pecho. 

En la captura lo rodean varios militares. Uno de ellos, fuera de cámara, le apunta con una pistola en la cabeza y le exige que diga su nombre. “José Adolfo”, responde en voz baja. “¡Grita fuerte!”, le ordenan. Entonces lo dice completo: “José Adolfo Macías Villamar”. Otro uniformado lanza un insulto. Al fondo, una voz se escucha decir: “Mejor cogerte muerto”. La captura no solo representa un golpe simbólico contra el crimen organizado; para muchos, es una escena de redención nacional.

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Noboa, tras la captura, escribió: “Mi reconocimiento a nuestros policías y militares que participaron en esta operación. Caerán más, recuperaremos el país. Sin tregua”. Y añadió: “Hemos hecho nuestra parte para proceder a la extradición de Fito a los Estados Unidos, estamos a la espera de su respuesta. Feliz tarde, Ecuador”.

Horas después, el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, y el ministro del Interior, John Reimberg, difundieron un video. Reimberg dijo: “El Bloque de Seguridad, Fuerzas Armadas y Policía Nacional, después de una operación de 10 horas, logramos la captura de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, una operación exitosa”. 

Loffredo añadió: “Nada ni nadie está por encima de la ley y nadie está por encima del Bloque de Seguridad”. En el mismo video, Reimberg dijo al final: “Nada ni nadie nos detiene”.

Fito fue sentenciado a 34 años de prisión en 2011 por diferentes delitos, entre estos delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato. El 8 de enero de 2024 el Ecuador se enteró que se había fugado. 

Un día antes, el 7 de enero de 2024 circularon rumores de que Fito había escapado de prisión. Luego, César Zapata, el entonces comandante de la Policía Nacional, dijo que esa madrugada la Policía Nacional y Fuerzas Armadas ingresaron a la Penitenciaría Literal para decomisar celulares, enchufes, armas blancas y otros artículos. Allí se dieron cuenta que “uno de los internos” del centro no estaba. La Fiscalía abrió una investigación ese día.

Así fue el operativo de recaptura  

Fito se escondía dentro de un búnker subterráneo en la casa de un familiar, ubicada en un barrio cercano al monumento de La Tejedora, en un redondel entre las ciudades manabitas de Manta y Montecristi. Según los videos y fotografías compartidas por el Ejército ecuatoriano, la entrada del búnker estaba camuflada bajo un mesón dentro de la vivienda, que tiene acabados de lujo, como una piscina interna y un gimnasio.

A las 5 de la mañana del 25 de junio de 2025, militares entraron a esa propiedad y cerraron 15 cuadras a la redonda para impedir el ingreso y la salida de cualquier persona. 

Un grupo de élite de las Fuerzas Armadas, conformado por soldados especializados en inteligencia, ya había obtenido información clave de que allí dentro había un búnker. “Nos llamó la atención que atrás de la casa había un sembrío irregular”, dijo el ministro del Interior, John Reimberg, un día después del operativo, el 26 de junio, durante una rueda de prensa en el Palacio de Carondelet. 

Sobre el sembrío irregular, comenzaron las excavaciones. La Policía y las Fuerzas Armadas utilizaron maquinaria pesada, incluidas excavadoras.

Reimberg dijo que cuando empezaron a cavar, Fito entró en pánico. “Si seguíamos [cavando], el techo de su búnker se iba a venir abajo. Y, en ese momento, abrió la escotilla del búnker, donde ya se encontraba personal militar y policial, y salió del hueco donde se encontraba”. 

Con Fito fueron detenidas otras cuatro personas de su “línea de seguridad”. 

Había dos versiones sobre cómo recibieron información para la captura de Fito. La primera teoría es que alguien dentro del mismo grupo criminal de Los Choneros llamó al 131, el número del Plan de Recompensas, y alertó a las autoridades. La segunda teoría es que la hija de tres años de Fito reveló su paradero al bloque de Seguridad cuando le preguntaron dónde estaba su padre.

Pero Reimberg explicó que consiguieron información a través de Christian Germán Mendoza Vélez —uno de los cuatro detenidos con Fito. Él era funcionario de la Agencia de Tránsito de Manta, sin embargo, según el ministro, nunca se presentaba a trabajar. “Esa es la persona que nos lleva a dar con Fito”, insistió Reimberg. 

Además, el ministro dijo que días atrás, el 2 de junio de 2025, fueron arrestados cinco miembros de la familia de Fito, se incautaron bienes y compañías. Reimberg calificó esta operación militar y policial como una “operación psicológica”, que buscaba que el capo ecuatoriano perdiera el control de lo que hacía y entrara en conflicto. 

Tras la captura, Fito fue trasladado a Guayaquil; llegó en una avioneta militar a la Base Aérea Simón Bolívar. Dos avionetas adicionales llegaron a la base aérea con Fito y los cuatro detenidos. Además de Mendoza, estaban Carlos Enrique Cedeño Zambrano, Freddy Alberto Zambrano Zambrano y Eduardo Alejandro Hurtado Cabrera.

El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, dijo durante la misma rueda de prensa en Carondelet: “Cayó Fito y van a caer todos. El día de hoy este narcoterrorista está donde debe estar: en La Roca”. 

Reimberg dijo que las cárceles de La Roca y la Penitenciaría de Guayaquil —en las que hay pabellones tomados por Los Choneros— son zonas de seguridad tras la captura de Fito, es decir, tienen resguardo militar. “Recomiendo a los ecuatorianos no acercarse a La Roca”, advirtió. 

Mientras Loffredo dijo: “Hemos empezado el proceso de extradición de alias Fito”. Reimberg señaló que ahora depende del gobierno de los Estados Unidos.

Tras la captura, además, hubo dos versiones sobre cómo recibieron información para la captura de Fito. La primera teoría es que alguien dentro del mismo grupo criminal de Los Choneros llamó al 131, el número del Plan de Recompensas, y alertó a las autoridades. La segunda teoría es que la hija de tres años de Fito reveló su paradero al bloque de Seguridad cuando le preguntaron dónde estaba su padre.

El 27 de junio de 2025, Reimberg dijo, en una entrevista al canal estatal Ecuador TV, que la hija de tres años de Fito fue “el punto débil” en la operación. Estaba en la casa durante el allanamiento.

Reimberg explicó que en el momento en que los militares entraron a la vivienda, la niña, que tenía dos niñeras, dijo: “Avísenle a mi papá”. Enseguida, “la niña fue asilada, no corrió ningún peligro”.

Esto confirmó la primera teoría.

Reimberg también desmintió la otra teoría: nadie de Los Choneros llamó al 131 para dar información. “No es cierto. La información no fue recibida por alguien. Si alguien lo hubiera hecho, alguien estuviera reclamando hoy la recompensa”.

En la entrevista, Reimberg también dijo que las Fuerzas Armadas encontraron medicinas para la gastritis. “Él [Fito] tiene un serio problema de gastritis y toma algunas medicinas, que ya las tenemos identificadas”.

Operativo Subterráneo  

El 2 de julio de 2025, 8 días después de la captura de Fito, la Policía regresó a la casa donde se escondía el narcotraficante. Durante 12 horas, militares y policías inspeccionar los espacios a los que no habían podido entrar antes, como estructuras ocultas y terrazas. 

A este operativo lo denominaron Subterráneo. 

El ministro del Interior, John Reimberg, compartió en X fotografías del operativo y escribió: “El Bloque de Seguridad incautó dinero, armas, municiones, joyas que permanecían encaletadas en la casa donde Adolfo Macías Villamar, alias Fito, permanecía escondido”.

En las fotos se ven, al menos, 14 pistolas de diferentes calibres, cargadores de armas de fuego y fajos de billetes en paquetes cerrados. Todo este arsenal fue puesto sobre una mesa de billar que alias Fito tenía en la vivienda. 

En otra fotografía, también sobre una mesa de billar, se ven anillos de oro, cadenas gruesas y doradas que parecen de oro y, al menos, 5 relojes Rolex —estos relojes cuestan desde 6,5 mil dólares hasta 182 mil dólares en el mercado según su sitio web.

Reimberg también compartió un video en el que se ve que policías entraron por una zanja, debajo del búnker donde se escondía Fito. En la grabación, que dura 48 segundos, se ve cómo máquinas excavadoras hacen huecos en los alrededores del búnker

También se ve que encontraron una caja fuerte. Un policía la abrió y había fajos de dinero.

¿Quiénes son los 4 detenidos con Fito?

El 26 de junio de 2025, un día después de la captura de Fito, se instaló la audiencia de flagrancia contra los cuatro detenidos de la línea de seguridad del narcotraficante: Cristhian Mendoza, Carlos Cedeño, Freddy Zambrano y Eduardo Hurtado.

La Fiscalía formuló cargos por el delito de fraude procesal —ocultar o cambiar pruebas dentro de un proceso legal para engañar al juez— contra los cuatro. Uno de ellos, según el ministro del Interior, John Reimberg, fue la persona que los condujo al lugar donde se escondía el capo de la droga. 

Se trata de Cristhian Mendoza. No tiene antecedentes penales, según la Policía Nacional y el Ministerio del Interior, aunque en 2025 fue denunciado por hurto. Según el sistema del Consejo de la Judicatura, antes de la investigación delito de fraude procesal no tenía procesos. 

Según la Contraloría, Mendoza trabajó desde el 2012 en el Municipio de Manta como operador de cámaras de seguridad. Después obtuvo el cargo de operador de monitoreo hasta 2015. En 2017 fue operador del sistema de seguridad y en 2020 ascendió a subdirector de Transporte terrestre, tránsito y seguridad vial también en el Municipio de Manta

En 2021 ocupó el cargo de supervisor general de procesos operativos en el Municipio de Manta y ese mismo año también ocupó el mismo cargo de supervisor general de procesos operativos en la Empresa Pública Municipal Movilidad de Manta.

En 2022 fue subdirector operativo en la Empresa Pública Municipal Movilidad de Manta y en 2024 ocupó el cargo de supervisor general de procesos operativos también en la misma empresa. 

Según el registro de títulos de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). En 2022 obtuvo el título de tecnólogo superior en Planificación y Gestión del Transporte Terrestre, y en 2023 el título de tecnólogo superior universitario en Gestión del Transporte, ambos en el Instituto Superior Tecnológico del Transporte. 

No registra información en la  Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros. 

Carlos Cedeño es otro de los detenidos. Él sí tiene antecedentes penales, según la Policía Nacional y el Ministerio del Interior. En 2012 fue sentenciado a 6 años por el delito de robo y ese mismo año en julio apeló la sentencia. Pero en 2015, 3 años después de la sentencia, se ratificó su estado de inocencia.

En otro caso, el 20 de octubre de 2012 fue detenido como sospechoso por el delito de asesinato, y el 2 de julio de 2013 fue sentenciado a 16 años por este delito. 

En 2020 solicitó la prelibertad y fue aceptada.

En 2023 fue denunciado por interceptación ilegal de datos pero no recibió condena

Según la Contraloría, no ha trabajado en el sector público. Tampoco registra información en la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros. Ni tiene títulos en la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Freddy Zambrano, otro de los detenidos, no tiene antecedentes penales. 

Según el Consejo de la Judicatura, en 2019 se archivó una investigación en su contra por un accidente de tránsito. También ese año presentó una demanda por prescripción extraordinaria adquisitiva de dominio —adquirir la propiedad de un bien inmueble—, pero fue archivada por no comparecer a la audiencia. 

Según la Contraloría, no ha trabajado en el sector público. Tampoco registra información en la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros.

El último de los detenidos es Eduardo Hurtado. Según el Consejo de la Judicatura, el 16 de marzo de 2015 fue condenado a 16 años de cárcel por asesinato. El 24 de junio de 2022, él empezó un proceso para acceder a la prelibertad y un juez le concedió. 

Según la Contraloría, no ha trabajado en el sector público. Tampoco registra información en la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros.

La fuga de alias Fito: 7 de enero de 2024 

Hasta noviembre de 2021 Fito ya había cumplido un tercio de su condena en el pabellón de máxima seguridad en el Centro de Privación de la Libertad Guayas Número 1, conocido también como Penitenciaría del Litoral, en la ciudad portuaria de Guayaquil.

Cerca del mediodía del domingo 7 de enero de 2024 circularon rumores de que Fito, uno de los más prominentes líderes del crimen organizado en el Ecuador, había escapado de prisión

La Fiscalía, alrededor de las ocho de la noche del domingo 7 de enero de 2024, publicó en sus redes sociales que había abierto de oficio “una investigación por la presunta evasión del privado de libertad Adolfo M. V., alias Fito, de la Penitenciaría del Litoral” y que estaban practicando las “primeras diligencias”.

La mañana del 8 de enero de 2024, Roberto Izurieta, el entonces secretario de Comunicación de la Presidencia, dio una entrevista en Teleamazonas en la que dijo que la fuga de alias Fito se dio porque “se filtró” información del operativo que realizaría la Policía y las Fuerzas Armadas.

La tarde de ese mismo día, la Fiscalía publicó en sus redes sociales un mensaje que decía que en Guayas la institución formuló cargos por presunta evasión contra dos funcionarios penitenciarios que estarían involucrados en la fuga de alias Fito.

El día que se confirmó la fuga de Fito, el presidente Daniel Noboa decretó un estado de excepción por “grave conmoción interna”. Noboa justificó la aplicación del estado de excepción mencionando, entre otros hechos, la fuga de alias Fito, la violencia en las cárceles y el caso Metástasis.

Aunque el estado de excepción entró en vigencia en todo el país, la noche del 8 de diciembre de 2024, esa noche y el día siguiente la violencia solo aumentó.  En las 24 horas siguientes a la declaratoria de estado de excepción se dieron los actos más violentos que las calles del Ecuador hayan soportado.  

  • Explosiones y carros bomba en al menos 8 provincias del país
  • Tiroteos en Guayaquil —en la costera provincia de Guayas— que dejaron 8 muertos 
  • Un grupo de encapuchados entró a TC Televisión —también en Guayaquil— y retuvo a sus trabajadores. Todo el ataque terrorista se transmitió en vivo.

Minutos después de que terroristas se tomarán en vivo las instalaciones de TC Televisión en Guayaquil, el presidente Daniel Noboa firmó el decreto 111, en el que aumenta una causal al estado de excepción en el país. En su primer artículo, se reconoce “la existencia de un conflicto armado interno”.

Quién es Adolfo Macías, alias Fito

Alias Fito fue la mano derecha de José Luis Zambrano, alias JL, también conocido como Rasquiña, quien fue el cabecilla de la banda Los Choneros

En 2013, Zambrano y Fito se fugaron de la cárcel de máxima seguridad La Roca y fueron recapturados mientras estaban en sus propias casas, dos meses después. La primera vez que Fito fue detenido fue en el 2000, por robo.

El 28 de diciembre de 2020, alias JL fue asesinado en un centro comercial de Manta, por un sicario que ingresó a un local de comidas y le disparó. Seis meses antes, el 6 junio de 2020 Zambrano había salido en prelibertad luego de que en abril de ese mismo año una jueza de Latacunga le concedió un habeas corpus.

Luego del asesinato del líder de Los Choneros, Fito y alias Junior o JR —otro de los hombres cercanos de JL— asumieron el mando de esa banda. Ambos tenían el control de la mitad de pabellones de la Penitenciaría del Litoral y eran adversarios de los ChoneKillers, Los Lobos y Los Tiguerones —tres bandas delincuenciales cuyos miembros también están en la misma cárcel.

El 16 de noviembre del 2021, Fito se convirtió en el centro de atención después de que un informe de Inteligencia Policial alertara sobre posibles amotinamientos y masacres en todas las cárceles del Ecuador

Según ese informe, Fito y Junior dispusieron a los privados de libertad que estén listos “para iniciar revueltas en todas las cárceles del país como represalia de los posibles traslados de los líderes de los grupos delincuenciales organizados que se encuentran en la cárcel Regional del Guayas”.  

Alias JR y alias Fito impusieron el terror en las cárceles: ambos estuvieron vinculados a las cuatro masacres documentadas durante 2021 en Ecuador, donde las muertes violentas en las prisiones fueron al menos 330. 

En 2022, también hubo masacres carcelarias y enfrentamientos entre bandas.

El 8 de mayo de 2023, el entonces ministro del Interior, Juan Zapata, confirmó que alias JR, fue encontrado sin vida. Su cadáver estaba en la ciudad de Fredonia, ubicada en el departamento de Antioquia, Colombia. Sin embargo, no existen detalles sobre las circunstancias de su muerte. 

Luego del asesinato de JR, Fito siguió siendo una de las caras más visibles de la organización.

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