Luego de una problemática edición en 2022, la Feria Internacional del Libro de Quito (FILQ) busca renovarse. En un primer momento hubo quienes pidieron que este 2023 se suspenda para corregir todos los errores y volver “con fuerza” en 2024. Pero estas ideas fueron descartadas con rapidez por la Secretaría de Cultura de la administración del alcalde Pabel Muñoz. La FIL en Quito en 2023 se hará pero será diferente.
“Hemos decidido hacer la Feria del Libro en dos etapas. En este año haremos la primera, que se llamará Encuentro Preparatorio o de Profesionalización”, dice Valeria Coronel, secretaria de Cultura de Quito. Este encuentro, que será del 30 de noviembre al 3 de diciembre, en el Centro de Convenciones Metropolitano, busca dejar sentadas las bases para lo que será la FILQ 2024.
Para la Feria Internacional del Libro de 2024 se tienen reservadas las fechas del 3 al 12 de mayo, en el mismo Centro de Convenciones Metropolitano.
¿Cómo será esta división en dos etapas?
Desde el Municipio buscan que en el Encuentro de 2023 haya talleres sobre los “distintos eslabones de la industria del libro del país”, asegura Coronel, quien tiene un poco más de cuatro meses en su cargo.
“Son talleres sobre lo que deberían hacer los mediadores de una campaña metropolitana de cultura, sobre cómo se manejan los derechos de autor y entender el trabajo que hacen las editoriales. Son talleres de profesionalización, sobre la política pública, que nos permitirán trabajar sobre la base de un mínimo de estándares”, dice Coronel.
La idea más concreta es considerar los intereses de los miembros del sector literario, para tener una mejor feria en 2024. En diciembre de 2022 fue la última edición de la Feria Internacional del Libro de Quito. Hubo ventas muy bajas para los expositores, quejas de maltrato por parte de la producción y una ubicación de difícil acceso en esas fechas: el Centro Cultural Metropolitano, en pleno centro histórico.
Por eso, en el encuentro en noviembre del 2023 sí participarán editoriales y librerías que presentarán sus últimas novedades en varios stands en el Bicentenario, abiertos al público. Quien quiera puede ir y comprar libros.
Esto significa que el Encuentro Preparatorio de Profesionalización funcionará, de cierta manera, como una pequeña feria de libro, con evidentes diferencias.
Además de los stands habrá charlas en las que especialistas discutirán sobre las distintas áreas de la economía del libro —autores, correctores, editores, libreros, imprenteros, Cámara del Libro, distribuidores y lectores. Las charlas serán sobre cómo se desarrolla la industria del libro en el país y cómo se abren a lo que sucede en el extranjero.
Es decir, charlas que estarán enfocadas específicamente a las personas que pertenecen a este sector. También se realizará una mesa para crear acuerdos sobre cómo implementar la FILQ 2024.
¿Qué no tendrá esta primera fase de la FILQ llamada Encuentro? No habrá invitados, ni escritores.
Para este Encuentro se han destinado 311 mil dólares —el mismo presupuesto que el municipio utilizó para la Feria del 2022.
Los planes para la Feria Internacional del Libro de Quito 2024
Desde la Secretaría de Cultura se espera que esa primera semana de mayo de 2024 se institucionalice como la fecha en que se realizarán las siguientes FILQ. Y así insertarla en el circuito de ferias de libro de Sudamérica, justo apenas después de la de Bogotá y antes de la de Buenos Aires.
Para esto habrá una curaduría a cargo de una persona especialista de Quito y otra extranjera que conozcan sobre las tendencias en libros. Los aprendizajes y acuerdos del Encuentro de noviembre de 2023 serán el marco para una colaboración entre los diferentes actores que trabajan en el sector económico del libro.
“Hay que hacer que Quito tenga una Feria del Libro con un atractivo específico, que ofrezca algo. Por eso es importante un concepto como país y ciudad. Para esto hay que recoger los aportes del pensamiento ecuatoriano sobre la modernidad y la crítica que se han hecho en las ciencias sociales, acerca de la nueva literatura que es feminista, hasta de las literaturas históricas de los años 70”, dice Coronel.
Valeria Coronel viene de la Academia, de la investigación y de las ciencias sociales. Es historiadora y aspira a que haya una recuperación para las siguientes ediciones de la FILQ: libros sobre ciencia, ensayos, sobre pensamiento. Estas publicaciones sí han existido en las ediciones anteriores: la FILQ se realiza desde el 2008, organizada primero por el Ministerio de Cultura y Patrimonio; luego por el plan de Lectura y ahora por la Secretaría de Cultura, desde 2021.
Lo que cambiaría es que la literatura ya no tendría el espacio más preponderante. Ahora la idea es ampliar los temas de los libros a otros que han tenido reducida visibilidad.
“Vamos a dar un lugar importante también a las editoriales que trabajan ensayo, investigación científica e investigación en humanidades. Tenemos una producción, por ejemplo en el campo de la biología, que es de punta en América Latina y ya no solo para especialistas”, dice Coronel.
Además, existe un componente adicional. La Secretaría busca que la Feria del Libro de Quito se entienda como un espacio de negocio en igualdad de condiciones. Para eso se invitará a editoriales extranjeras, ya sea para entrar en contacto con escritores y escritoras locales, o con librerías, para llegar a acuerdos de distribución.
Todavía no hay un presupuesto definido para la FILQ 2024.
La esperanza de las autoridades está puesta en que esta nueva forma de hacer la Feria Internacional del Libro sea la definitiva. Después de 15 años de cambios, debería, al fin, ser así.
Sin embargo, la Secretaría necesita también el apoyo del sector para que esto suceda. Y, en ese sentido, las conversaciones avanzan, pero todavía no llegan a un acuerdo.
Los acuerdos con el sector
Los acuerdos entre quienes trabajan en el sector del libro es una de las partes más complejas del proceso. Si bien hay apertura de la Secretaría de Cultura del Municipio para que la FIL funcione, editoriales y librerías —independientes o no— siguen pidiendo que sus inquietudes sean tomadas en cuenta.
En junio de 2023, en el marco del Tercer Encuentro de Políticas y Economía de la Cultura, organizado por el Instituto Latinoamericano de Investigación en Artes (ILIA) de la Universidad de las Artes, hubo un acercamiento entre representantes de la Secretaría de Cultura y personas que trabajan en el sector del libro. Fue ahí cuando se hizo público que la FIL 2023 sería más pequeña y tendría otro nombre.
Las reacciones han sido varias.
Pamela Ríos, de librería Cosmonauta —una de las voces más críticas de la edición de 2022—, cree que este año sea llamado Encuentro y no Feria es un “error tremendo. “Esto es un desperdicio de recursos y de tiempo. Pienso que sí se pudo hacer una FIL con 311 mil dólares, reuniéndose con gente con agilidad”, dice ella.
Si bien Ríos acepta que los procesos burocráticos toman tiempo y que hubo un cambio de alcalde este año, sigue sin entender por qué la demora, ya que “no se cambió a la persona que estaba a la cabeza del proyecto”. Ríos habla de Verónica Mosquera, que es coordinadora de la Red Metropolitana de Bibliotecas.
Mosquera se mantiene en ese cargo desde finales de febrero de 2023, en los últimos meses de Juan Martín Cueva como secretario de Cultura.
Libreros, editoriales, entre otros, se han reunido varias veces para proponer ideas que mejoren la FIL Quito, luego de lo que pasó en 2022. Estas reuniones de la Asamblea del Libro se han dado desde enero de 2023.
El pasado 17 de agosto la Cámara del Libro organizó una reunión en la que hubo un nuevo acercamiento entre la Secretaría de Cultura y editores y libreros, para ponerse de acuerdo en lo que será este Encuentro en noviembre próximo. Pero no hubo un acuerdo de inmediato en el tema de la agenda.
La escritora Sandra Araya, también editora independiente, estuvo en la reunión y dice que el principal problema fue que “entre la Cámara del Libro y los independientes nos opusimos a que la agenda sea preestablecida desde la institución”.
Para solucionar esto, habrá una nueva reunión el jueves 24 de agosto, a las 2:30 de la tarde en el Centro de Arte Contemporáneo, organizada también por la Secretaría de Cultura. La idea es que la agenda sea consensuada. “Como sector estamos unidos”, dice Araya.
Entonces, ¿es posible que así sea Encuentro o Feria todo salga bien? Pese a no tenerle mucha fe a lo que se hará este año, Pamela Ríos reconoce algo: “probablemente las ventas mejoren porque el espacio va a ser el Bicentenario, que es un mejor. Pero no sé qué más productivo pueda ser este Encuentro”.
Eso se podrá saber los primeros días de diciembre, cuando se pueda medir el resultado de este Encuentro.
Únete a la GK Membresía y recibe beneficios como comentar en los contenidos y navegar sin anuncios.
Si ya eres miembro inicia sesión haciendo click aquí.