Hoy se recuerda el trigésimo aniversario de la declaratoria del Día Mundial de la Libertad de Prensa. En este marco se hace un llamado por la seguridad e integridad de los periodistas, trabajadores de la comunicación. Su labor es fundamental dentro de un Estado democrático, donde la libertad de expresión y prensa son el puente que une los derechos humanos y la justicia.
El día mundial fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO. Cada 3 de mayo es un recordatorio global de la importancia de una prensa independiente, pluralista y libre para el desarrollo y mantenimiento de la democracia, el ejercicio de una ciudadanía efectiva a través de la transparencia y rendición de cuentas y la solidez del Estado de Derecho. Así como su condición de factor clave para disfrutar de todos los demás derechos humanos.
Las y los trabajadores de la comunicación y los medios son cruciales para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de las autoridades públicas y gubernamentales. Sin embargo, la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas están amenazadas en todo el mundo. Ecuador no es ajeno a esta realidad: durante el primer trimestre del 2023 se han reportado 90 agresiones contra periodistas, de los cuales 8 casos han sido atentados directos contra sus vidas e integridad personal, según Fundamedios.
Esta situación es un claro indicio del deterioro de las condiciones de seguridad de la prensa ecuatoriana en los últimos meses, agravada por la ola de inseguridad y violencia que vive el país a consecuencia del crimen organizado. Este es un problema que nos afecta a todos como sociedad. Y, por lo tanto, llama por una respuesta de múltiples partes interesadas, desde nuestros distintos roles, con medidas urgentes, solidarias y garantes de los derechos humanos, promoviendo la paz y una vida libre de violencia.
Hacemos eco en este Día Mundial de la Libertad de Prensa del llamado de las Naciones Unidas para fortalecer los mecanismos de derechos humanos, las acciones de política pública y la cooperación interseccional que permitan a los Estados garantizar el derecho a la libertad de expresión.
Igualmente, subrayamos la relevancia de los marcos internacionales de cooperación, tales como el Plan de acción de las Naciones Unidas sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad. Es un instrumento relevante y necesario para abordar las causas de las amenazas a periodistas, desde un enfoque multidisciplinario, basado en los derechos humanos y en la igualdad de género.
Reiteramos el compromiso de apoyar los esfuerzos del Estado ecuatoriano en aplicar íntegramente las normas y principios internacionales, así como a mejorar la legislación nacional en materia de protección de los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación.
Nos sumamos activamente a las respuestas y soluciones para fortalecer los recursos del Estado, de la Sociedad Civil, de los medios de comunicación, de las asociaciones de periodistas y de las y los periodistas en sí. Todos orientados a la generación de un entorno libre de violencia para un periodismo seguro, con un enfoque preventivo y de autocuidado, de fortalecimiento de capacidades instaladas a través de comunidades de práctica y aprendizaje, de mejora continua y altamente participativo.
En palabras del Secretario General de la ONU, António Guterres, “cuando los periodistas defienden la verdad, el mundo está de su lado”.
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