GPT es un modelo de lenguaje de OpenAI que ha sido entrenado en una gran cantidad de texto de internet para aprender a predecir la próxima palabra en una frase o a generar texto coherente y natural. Es capaz de realizar diversas tareas, como la traducción, la resolución de problemas y la generación de texto. GPT es conocido por ser muy bueno en la tarea de la compleción del lenguaje y ha demostrado tener un rendimiento sobresaliente en muchas tareas.
El párrafo anterior no fue escrito por un ser humano, sino por el propio GPT —también conocido como ChatGPT—, el bot conversacional más poderoso que el mundo haya conocido. Sí: es una forma de inteligencia artificial que da respuestas en tiempo real sobre una cantidad infinita de temas que el modelo ha aprendido, no solo por la información de la que se le alimentó al crearlo, sino por los intercambios con sus usuarios.
Es un paso gigante en el mundo de los modelos de lenguaje de inteligencia artificial —y eso que aún no está conectado al Internet—. Aún así, es probable que cambie el curso de varias industrias de redacción, investigación, divulgación y traducción.
Es tan potente que, según el New York Times, Google ya ha levantado una alerta sobre su existencia. “Aunque ChatGPT todavía tiene mucho margen de mejora, su lanzamiento llevó a la dirección de Google a declarar un “código rojo”. Para Google, esto fue similar a activar la alarma de incendios”, escribieron los reporteros Nico Grant y Cade Metz en el diario neoyorquino. “Algunos temen que la empresa se acerque a un momento que las mayores empresas de Silicon Valley temen: la llegada de un cambio tecnológico enorme que podría trastornar su negocio”, escribieron Grant y Metz. Tiene sentido: si uno puede preguntarle todo a un bot que responde en tiempo real, ¿de qué servirá googlear cuando esta poderosa herramienta esté conectada a Internet?
ChatGPT, que al 2 de enero de 2023 se presenta como Assistant (e insiste que así se ha llamado siempre), tiene, como bien dicen los dos reporteros del New York Times, mucho espacio para mejorar. Y como apuntábamos antes, aún no está conectado al Internet.
Además, como reconoce el mismo sitio de OpenAI, la compañía sin fines de lucro dedicada a la investigación en inteligencias artificiales que lo desarrolló, el sistema puede dar respuestas incorrectas. “Tiene conocimiento limitado del mundo y los eventos posteriores a 2021 y puede ocasionalmente producir instrucciones dañinas o contenido sesgado”, dice el sitio en su página de Preguntas Frecuentes.
Pero, ¿qué es GPT?
Si hay una respuesta clara que puede dar GPT es qué es. Se lo preguntamos y contestó esto:
GPT es la sigla de “Generative Pre-training Transformer”. Se trata de un modelo de lenguaje de OpenAI que ha sido entrenado en una gran cantidad de texto de internet para aprender a predecir la próxima palabra en una frase o a generar texto coherente y natural. GPT es capaz de realizar diversas tareas, como la traducción, la resolución de problemas y la generación de texto. Es utilizado como base para muchos otros modelos de lenguaje y ha demostrado tener un rendimiento sobresaliente en muchas tareas.
GPT es un modelo de lenguaje basado en la arquitectura Transformer, que ha demostrado ser muy efectiva para procesar el lenguaje natural. La palabra “generative” en su nombre se refiere a su capacidad para generar texto nuevo y original, mientras que “pre-training” se refiere al hecho de que ha sido entrenado con una gran cantidad de texto previamente para mejorar su rendimiento en diversas tareas.
GPT es conocido por ser muy bueno en la tarea de la compleción del lenguaje, lo que significa que puede predecir la palabra que viene a continuación en una frase o completar una frase dada de manera coherente y natural. Además, también es capaz de realizar tareas como la traducción, la resolución de problemas y la generación de texto coherente y natural. Ha sido utilizado en una amplia variedad de aplicaciones y ha demostrado ser muy efectivo en muchas de ellas.
Si estas líneas no estuviesen marcadas en cursivas y no se hubiese anticipado que eran escritas por una inteligencia artificial, sería muy difícil —sino imposible— determinar que no las escribió una persona real.
Los alcances de una herramienta tan poderosa son múltiples e incluso insospechadas. “Mi primera impresión fue de maravilla y moderación”, dice Matthew Carpenter-Arévalo, especialista en tecnologías enfocadas en el cambio climático. “Por un lado, por primera vez en mi vida, sentí que esta tecnología me podría reemplazar, o por lo menos muchas de las funciones que yo hago”, explica Carpenter-Arévalo. Sin embargo, dice, está claro que “por más impresionante que sea”, siente que aún es limitado. “Puede escribir contenido, por ejemplo, pero no creo que sea capaz de elaborar una tesis persuasiva independiente sin que sus ideas existan extensamente en el internet”, dice.
La discusión sobre el reemplazo de la creatividad humana es ya una profunda discusión en el mundo de las inteligencias artificiales. “Nuestro contacto con estas tecnologías va a cambiar los estándares y parámetros de cómo evaluamos creatividad y conocimiento”, dice Luciana Musello, profesora de comunicación y medios digitales de la Universidad San Francisco de Quito.
Como ejemplo concreto, explica Musello, en el fin del pasado semestre recibió lo que ella cree que fueron tres ensayos generados por inteligencias artificiales. En ese punto, pensó que quizá en el futuro privilegiará ensayos que no tengan “la mejor redacción y ortografía”, porque lo que finalmente le preocupa “es el contenido y no la forma, que estas tecnologías producen con tanta precisión”. Entonces, será preferible un ensayo “más o menitos” en términos de formato “pero donde yo pueda percibir ese error humano y reflexión caliente, de carne y hueso, de los humanos frente a una escritura fría y correcta pero que intuyo que viene de una máquina”, dice la profesora Musello.
Marcus Du Sautoy, titular de la cátedra para la comprensión pública de la ciencia de Oxford (que antes detentaba Richard Dawkins) ha escrito un extenso libro sobre el asunto El código de la creatividad.
En él, analiza el futuro de las inteligencias artificiales como mentes creativas —algo de lo que aún están lejos, pero ya en camino. “Lo que pasa dentro de nuestra cabeza sigue siendo un misterio, pero en los últimos años una nueva forma de pensar sobre el código ha surgido: un cambio de una actitud en la programación de arriba-abajo a un esfuerzo de abajo-hacia-arriba para que las computadoras diseñen su propio camino”. Es decir, aprenden por sí solas.
Es lo que ha hecho ChatGPT —y lo que continuará haciendo para millones de personas: al menos, mientras sus creadores lo mantengan gratuito. “La fundación que creó chatGPT aún no determina su modelo de negocio”, explica Carpenter-Arévalo. “Sospecho que para el público siempre habrá una versión gratis y para empresas/apps, tal vez tendrán un número de consultas grátis hasta tener que empezar a pagar”, dice. Su punto es que el modelo de negocio de OpenAI determinará cuán omnipresente estará en nuestras vidas.
Aún así, el 2023 traerá más innovaciones en inteligencia artificial. De hecho, el cofundador de OpenAI ha dicho que este año será mucho más agresivo en innovaciones en esta industria.
Prediction: 2023 will make 2022 look like a sleepy year for AI advancement & adoption.
— Greg Brockman (@gdb) December 31, 2022
En ese panorama, hay quienes ven con esperanza el futuro y otros, con cierto recelo. El CEO de OpenAI, Sam Altman, ha dicho que el progreso tecnológico es lo único que produce progreso económico real y sostenible.
technological progress is the only thing that delivers real, sustainable economic growth
— Sam Altman (@sama) December 26, 2022
Luciana Musello ve en esa declaración ciertas alertas. “Esa es una postura que en la teoría le llamamos solucionismo tecnológico, en la que se piensa que las soluciones tecnológicas son superiores a los procesos sociales”, alega Musello. “Asume que es la tecnología la que lleva la historia, cuando somos los humanos los que la llevamos”, sostiene. Por eso, “si hay que ver con sospecha o cautela estas tecnologías, no es por lo que son en sí mismas, sino por quien está moldeando su desarrollo”, dice Luciana Musello. La forma en que se decante este proceso histórico la iremos viendo, paso a paso, en tiempo real, todos los días de este presente tan entrelazado con el futuro.
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