¿Quién es Inty Grønneberg, aspirante a la alcaldía de Quito?

Inty Grønneberg nació en Ibarra, la capital de la provincia de Imbabura, el 6 de marzo de 1984. El partido político Izquierda Democrática lo eligió como su precandidato a la alcaldía de Quito. 

A diferencia de otros precandidatos, Grønneberg no tiene un perfil político partidista de larga data —aunque en 2019 se conoció que era una de las opciones de la Izquierda Democrática para candidato a Presidente de la República, lo que más tarde quedó descartado—. Grønneberg se ha destacado por su trabajo en la ingeniería y tecnología.

Sin embargo, su precandidatura fue descartada.

El 2 de octubre de 2022, Grønneberg anunció que la junta provincial de Pichincha negó su inscripción como candidato a alcalde de Quito porque no nació en la ciudad —aunque la norma contempla las candidaturas también para quienes no nacieron en la ciudad pero sí viven en ella por un período de al menos dos años—. Grønneberg aseguró que apelará la decisión ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). 

El precandidato acompañó el anuncio con un video en el que asegura que ha vivido desde niño en Quito y relata varios ejemplos de su quiteñidad. “Soy tan quiteño que cuando me fui a estudiar a Londres, me llevé cevichocho en la maleta”, aduce Grønneberg, haciendo referencia a uno de los platos típicos de la ciudad. Al terminar el video, Grønneberg le pide al CNE que revise su caso “de forma justa y tengamos elecciones transparentes y participativas”.

El 7 de octubre, Grønneberg dijo que el CNE había decidido bloquear su candidatura, aunque aseguró que él había presentado las pruebas “de mi pertenencia a la ciudad”. En un corto comunicado, anunció que evaluaría todas las medidas legales que podría tener para buscar aún un espacio en la papeleta de votación. 

“Lamento esta resolución que vulnera, tanto mi derecho a ser elegido, como el derecho de los quiteños a elegir una opción diferente y llena de dudas de transparencia en el proceso de elecciones”, cuestionó. 

Ante la decisión del CNE: Mi compromiso sigue intacto. pic.twitter.com/1n5TmLYX0z

— Inty Grønneberg (@groninty) October 8, 2022

El Código de la Democracia dice que para ser candidato a la alcaldía de una ciudad la persona debe haber:

1. Nacido ahí, o
2. Vivido de forma ininterrumpida en esa localidad en los dos últimos años previos a la inscripción de la candidatura. 

Además, debe constar en el registro electoral de esa ciudad y haber votado ahí en las últimas elecciones. 

Grønneberg deberá demostrar que cumple con uno de esos requisitos para poder mantener su candidatura. 

Su educación

El padre de Inty Grønneberg es noruego; su madre era ecuatoriana y falleció de cáncer cuando Grønneberg tenía 20 años. “Ella tuvo que irse de su casa porque no le permitían estudiar. Con su propio esfuerzo estudió Derecho y pudo salir adelante sola”, dice la biografía oficial de su sitio web. 

Su educación la cursó primero en el Colegio Central Técnico de Quito y, después, en la Escuela Superior Politécnica del Ejército (ESPE). Se graduó como ingeniero mecánico y trabajó durante ocho años en Ecuador en diferentes compañías.

A los 23 años obtuvo una beca para estudiar una maestría en Procesos de Fabricación en la Universidad de Greenwich, de la ciudad de Londres, capital de Inglaterra. Pocos años después fue aceptado en la Dyson School of Design Engineering del Imperial College London para cursar un doctorado en Ecosistemas de Innovación, también en Inglaterra. Esta institución está entre las diez mejores universidades del mundo, por debajo de prestigiosas como Harvard y Oxford.

En Londres formó su familia: Inty Grønneberg está casado y tiene una hija.

Grønneberg, como inventor

El precandidato por Izquierda Democrática fue premiado como Inventor del Año 2018 en América Latina por la revista MIT Technology Review del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT). El invento por el que fue reconocido es un novedoso mecanismo de recolección de plástico en los ríos que evita que estos lleguen al mar y aniquilen la principal fuente de proteínas de la humanidad: los peces. 

En 2020, Grønneberg regresó a Ecuador con su familia. Y, a partir del reconocimiento social que tuvo su invento, fundó Ichtion, una compañía que busca instalar su revolucionario sistema en ríos de todo el mundo. Actualmente, Itchion emplea a 18 personas y, según declaraciones del precandidato al medio de comunicación digital La Data, “lo que comenzó en Inglaterra, ahora se hace con manos ecuatorianas y se hace bien”.

Uno de sus sistemas está ya instalado en la ciudad costeña de Portoviejo, en el río homónimo. Ahora, instalará otro sistema en el río San Pedro, de Quito. También quiere colocarlo en el río Guayas, uno de los más contaminados de Ecuador y que baña las riberas de Guayaquil, el principal puerto del país.

Grønneberg trabajó con el gobierno de Guillermo Lasso en 2021 y propuso el proyecto “Reactivación Verde”. En una entrevista con GK, el candidato explicó que el objetivo de la iniciativa es promover proyectos de protección ambiental desde la empresa privada, a través de incentivos tributarios para empresas que inviertan en este tipo de proyectos. 

Al volver a Ecuador, Grønneberg empezó a ser columnista en la revista Vistazo. Desde entonces, hasta hoy, ha escrito en varias ocasiones sobre el retraso de Ecuador en innovación y tecnología.

Sobre su llegada la política

Según un perfil de La Hora, el ingeniero Grønneberg tuvo acercamientos con personajes de la política ecuatoriana como Jaime Vargas y Jaime Nebot, a raíz del reconocimiento que tuvo su invento. “Con gran tristeza, tengo que decir; la gran mayoría no sabía de lo que estaba hablando”, dijo el precandidato a la alcaldía al diario.

Grønneberg fue invitado a participar en las elecciones presidenciales de 2021 por la Izquierda Democrática. Ganó las elecciones primarias, pero finalmente fue Xavier Hervas quien corrió en esas elecciones. 

Pocos meses de que se confirmara que no sería candidato, Grønneberg apoyó públicamente al candidato del correísmo Andrés Arauz, en las elecciones presidenciales de 2021. Arauz perdió frente a Guillermo Lasso, actual presidente de la República. Un sector de la opinión pública criticó duramente a Grønneberg por su elección. 

En Aurora, el programa de GK de personajes ecuatorianos que inspiran, dijo que los gobiernos tienen que dejar la lógica actual “de la izquierda-derecha” y olvidar la lógica de los megaproyectos y apostar más por “el talento humano”. 

¿Qué propone Grønneberg?

El presupuesto del Municipio de Quito, que es de aproximadamente 830 millones, dice Grønneberg en su entrevista con La Data, “está altamente comprometido en temas de transporte e infraestructura” y tiene que manejarse de manera más eficiente. 

El reciclaje y la eficacia de la gestión de desechos en Quito es uno de los ejes de su propuesta. Sobre esto, el precandidato asegura que en Quito se recicla menos del 4% y explicó, en una entrevista con Radio Pichincha, que la recolección no debe estar centralizada en una empresa, sino que hay que diversificar los mecanismos y “dejar que las empresas compitan”, afirmó.

Respecto a la financiación del eje ambiental, el ingeniero ha dicho que se basaría en las alianzas público-privadas y los incentivos tributarios del Estado para que las empresas patrocinen proyectos ambientales. Con su último proyecto junto al gobierno de Guillermo Lasso, “Reactivación Verde”, espera que 90 millones de proyectos ambientales a nivel nacional sean financiados y eso generaría 45 mil plazas de empleo.

Otro de los ejes que le interesa a Grønneberg es la automatización del transporte. En su entrevista con Radio Pichincha, el precandidato habló sobre la necesidad de subsidios en los sistemas de transporte para que los precios sean asequibles para la población quiteña. Además, explicó que buscará que se utilicen tarjetas inteligentes para el transporte, permitiendo que existan diferentes tasas (estudiante, tercera edad, persona con discapacidad) y que se puedan recolectar datos sobre qué paradas son más o menos concurridas para optimizar su funcionamiento.

Según Grønneberg, es importante dejar un plan para Quito hasta el 2030 y para ello es necesario pensar en lo técnico y en los procesos. Es decir, él busca que su administración de cinco años empiece proyectos, pero que sea posible continuarlos continuar después con la siguiente administración.