Walter Vallejo Pino, abogado y excandidato a la alcaldía del cantón Balzar, de la provincia de Guayas en 2019, fue asesinado afuera de un hotel en el norte de Guayaquil por el impacto de ocho disparos de arma de fuego. El nombre del abogado es bastante conocido en el gremio de la ciudad portuaria, sobre todo, por haber defendido a personajes investigados y condenados por narcotráfico y delincuencia organizada. Vallejo Pino fue uno de los grandes defensores legales de Édison Prado, alias “Gerald”, conocido como el Pablo Escobar ecuatoriano. 

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Este presunto sicariato se da seis días después que el presidente Guillermo Lasso declaró estado de excepción focalizado en algunas parroquias de las provincias de Guayas, Manabí y Esmeraldas para frenar la violencia que el gobierno ha vinculado a las redes de delincuencia organizada. Sin embargo, el objetivo aún no se ha cumplido: al menos 20 personas —incluidos dos policías asesinados en la Nueva Prosperina, en el norte de Guayaquil, han perdido la vida durante la última semana. 

Una fuente reservada confirmó a GK que el abogado Vallejo Pino fue al hotel —uno de los de más lujosos del país— porque había pactado una reunión con un cliente, aunque todavía no se conoce quién era. Lo que sí se conoce es que Vallejo no solo fungió como defensor de alias Gerald, quien cumple una condena de 19 años de reclusión por narcotráfico luego de su extradición a Estados Unidos, sino que también fue quien confirmó el asesinato del hermano de alias Gerald en 2017. 

El nombre del abogado Vallejo ganó notoriedad en agosto de 2020 cuando fue mencionado por el ex presidente Abdalá Bucaram en medio de una conversación telefónica con Shy Dahan, el ciudadano israelí asesinado en la Penitenciaría del Litoral ese mismo mes. Dahan era investigado por la venta irregular de insumos médicos, que eran pruebas para la detección del covid-19, y en su primer testimonio dijo que uno de sus primeros clientes había sido Jacobo Bucaram Pulley, uno de los hijos del ex presidente. 

Según un video publicado en Twitter, Vallejo recibió disparos fuera del hotel. La Policía Nacional dijo que en las primeras diligencias detuvieron a una persona que habría participado en el asesinato. También la Policía Nacional publicó una fotografía en la que se observa un bolso con granadas, esposas y otros aparatos. 

¿Quiénes estarían implicados?

Un día después del asesinato de Vallejo, la Policía, Criminalística y la Unidad de Delitos contra la Vida y Muertes Violentas lograron identificar a los presuntos involucrados en el crimen y dar con su paradero. 

La Fiscalía dijo que las personas estaban en una “vivienda ubicada en el sector de Mapasingue, en el norte de Guayaquil”. En ese lugar, “se reunían para programar, presuntamente, asaltos y sicariatos”, dice un comunicado de la Fiscalía.  

La Policía allanó el lugar y detuvo a once personas, incluyendo a tres adolescentes menores de edad. Como la detención se hizo dentro de las primeras 24 horas, el caso es tratado como delito flagrante. 

Horas después de la detención, la Fiscalía anunció que procesó a las once personas que estarían involucradas en el crimen: las investiga por el presunto delito de asesinato y tráfico ilícito de armas. 

En la audiencia de flagrancia, una jueza de la Unidad Judicial de Adolescentes Infractores le dictó la medida de internamiento preventivo a los tres adolescentes. Ellos, dice Fiscalía, solo son investigados por el delito de tráfico de armas. 

Sin embargo, las otras ocho personas sí son investigadas por asesinato y tráfico de armas. Por esos presuntos delitos, cumplirán prisión preventiva hasta que termine la instrucción fiscal que, como es un delito flagrante, está prevista que dure 30 días. 

La Fiscalía dijo en un comunicado que tiene varios elementos de convicción contra los once detenidos. Algunos de ellos son: las versiones de los detenidos, el acta de levantamiento del cadáver, la evidencia incautada en la vivienda de Mapasingue, y el informe de la Policía Judicial, que tras revisar las cámaras de seguridad pudo ubicar dónde se escondían los implicados. 

El estado de excepción por la violencia en tres provincias, en breve 

La noche del 29 de abril, el presidente Lasso anunció estado de excepción en parroquias específicas de las tres provincias costeras, desde la noche del 29 de abril por los siguientes 60 días. 

El estado de excepción incluye un toque de queda, que comienza a las 11 de la noche y termina a las cinco de la mañana en: 

  • Las parroquias de Esmeraldas
  • Durán: parroquia Eloy Alfaro  
  • Guayaquil: en las parroquias de Ximena y Pascuales. 

Según, Lasso el objetivo es “intentar combatir a las bandas criminales que dominan estas provincias, aterrorizando a ciudadanos como nunca antes se había visto”. En las tres provincias hay un megaoperativo conjunto de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Lasso ordenó que al menos 9 mil uniformados salieran a las calles de esas tres provincias “para imponer la paz y el orden”, dijo Lasso.

Hasta las 6 de la mañana de hoy, 5 de mayo, según la Policía Nacional han: 

  • realizado 18.730 operativos 
  • detenido a 441 personas  
  • encontrado 59 armas de fuego 
  • desarticulado 4 grupos delincuenciales organizados
  • decomisado 2.590 kilogramos de droga
  • retenido 91 motos 
  • recuperado 90 motos 
  • retenido 83 carros 
  • recuperado 93 carros 
  • hecho 12 controles vehiculares por tránsito

 Este no es el primer estado de excepción dictado por Lasso en estos 11 meses de gobierno. En octubre de 2021, Lasso decretó un estado de excepción por una “grave conmoción interna” debido a los altos índices de inseguridad en varias ciudades del país. En esa ocasión, el estado de excepción se aplicó en todo el país por 60 días, esta medida se extendió el 18 de noviembre por 30 días más. 

Lasso dijo que Ecuador pasó de ser un país que traficaba droga a ser un país que la consume, y que por eso la delincuencia ha aumentado en los últimos años. El presidente dijo que los sicariatos, los homicidios, y los robos a vehículos, bienes y personas tienen relación directa o indirecta con la venta de estupefacientes”. Sin embargo, hay expertos que han investigado el menudeo de drogas en Ecuador y que contradicen la versión oficial. El antropólogo Jorge Núñez, quien ha investigado a la inteligencia policial, el sistema carcelario y el microtráfico, dice que Ecuador no era, como dices Lasso, un país que “traficaba”, sino uno logístico, clave para el transporte de drogas hacia Estados Unidos y Europa. 

Dice Núñez, además, que la narrativa oficial de Lasso intenta deslindar la responsabilidad de funcionarios públicos y la fuerza pública [Policía y Fuerzas Armadas] en su presunta vinculación a redes de delincuencia organizada. Aquello se evidenció en las últimas detenciones de miembros de bandas delictivas, en los que también han sido aprehendidos tres policías en servicio activo. 

Para el antropólogo, también es importante comprender la dinámica del tráfico de drogas, a la que cientos de personas empobrecidas se suman por la falta de recursos, como Bartolo, un ex preso que, luego de 12 años en la cárcel, se dedica al microtráfico para sostener la vida de su esposa, sus hijos y nietos, en un barrio manabita donde no hay educación, ni oportunidades laborales para más de 2 mil habitantes. 

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GK
(Ecuador, 2011) Periodismo que importa sobre lo que te importa.

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