Amenazas, denuncias por acoso y traslados, ¿qué está pasando en la cárcel de Turi?

La renuncia de Omar León a la dirección de la cárcel de Turi, en Cuenca, luego de una denuncia por presunto acoso sexual contra una psicóloga del centro, ha puesto en entre dicho el liderazgo y el control de las prisiones en Ecuador. Aunque León, policía en servicio pasivo, salió a negar las acusaciones —antes del ingreso del nuevo director—, su renuncia el 13 de marzo de 2023, es sólo la punta del iceberg de lo que ocurre dentro de la mega cárcel, que abrió sus puertas en 2014, que ha sido epicentro de dos masacres carcelarias entre febrero de 2021 y marzo de 2023.

Desde febrero de 2023, GK ha conversado con fuentes internas y ha recibido denuncias de amedrentamiento contra agentes de seguridad penitenciaria, supuestamente ejercido por miembros de Los Lobos, la banda que lidera la prisión con liderazgos como el de alias Palanqueta, o alias Maduro, señalado —aunque no procesado— como autor intelectual del asesinato del abogado Harrison Salcedo, en abril de 2021. 

Para los agentes de seguridad penitenciaria —según cuenta Darío*, un funcionario carcelario que pidió que su identidad sea protegida— ir a cumplir sus turnos de trabajo se ha convertido en una incertidumbre. La incertidumbre no es de ahora, sino desde hace más de cinco años, en una cárcel donde se han documentado, incluso, casos de tortura y violencia policial, como el emblemático caso de mayo de 2016, en el que, al menos 200 presos fueron violentados por unidades tácticas de la Policía. Pero hoy la situación es mucho peor: el 16 de febrero de 2023, un grupo de presos retuvo a al menos siete guías para exigir la salida del ex director León. 

Lo mismo ocurrió el 11 de marzo, de acuerdo con su testimonio. Un día después, un grupo de presos comenzó una huelga de hambre —una protesta ya común que también exigía la salida de Omar León. Pero esa “exigencia” habría tenido otro motivo de fondo: un nuevo traslado de Elvis Conde, alias Maduro, quien fue ya beneficiado con un hábeas corpus tras alegar, junto a otro preso, que tenía amenazas de muerte. El recurso fue otorgado el 2 de marzo último, de acuerdo con registros judiciales públicos, y con él logró su traslado desde la prisión de Turi hacia la cárcel de Riobamba, liderada por Los Lobos. 

El director León se opuso a la reubicación y apeló al fallo judicial. Alias Maduro sigue aún en la prisión de Riobamba y está aún pendiente una audiencia en la que deberá comparecer uno de los cabecillas de Los Lobos. 

GK consultó con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) sobre las amenazas contra los guías penitenciarios de la cárcel de Turi y la situación actual de la prisión, desde el 12 de marzo. Durante dos días no hubo respuestas. 

Lo único que confirmó la institución es la renuncia del director León y la audiencia pendiente de alias Maduro. Sin embargo, el 14 de marzo de 2023, el SNAI ratificó lo reportado por GK y dijo que varios de los “reclamos” (en referencia a los agentes retenidos y la huelga de hambre) se debían a que la institución apeló al traslado y habeas corpus otorgado a alias Maduro. 

Frente al hermetismo oficial —que impide conocer lo que ocurre en el interior de la prisión— fuentes reservadas que de la prisión relatan cuál es la realidad de la cárcel de Turi. 

Amenazas contra agentes de seguridad penitenciaria 

“Familia, por medio de ustedes quiero que difundan que agentes penitenciarios están secuestrados aquí en Turi”, decía el mensaje que los familiares de un funcionario carcelario recibió a las 8 y 30 de la noche del 16 de febrero de 2023. GK tuvo acceso a ese chat y la alerta fue también denunciada por la coalición Alianza contra las prisiones. 

Ese día, de acuerdo con el testimonio del funcionario, al menos siete agentes fueron retenidos en uno de los pabellones del centro durante más de una hora, justamente cuando se realizaba el cambio de guardia. 

No es un secreto que el liderazgo de Los Lobos se mantiene en Turi, convertida en uno de los principales centros operativos de la banda narcocriminal que trabaja, de acuerdo con la Policía, en alianza con la organización Los Tiguerones y el Cártel Jalisco Nueva Generación de México. Y ese liderazgo tiene su motivo: Wilmer Chavarría, alias Tuerto Pipo, fundador de Los Lobos, cumplió parte de su condena en Turi. Luego de recibir la prelibertad —un beneficio penitenciario que se otorgaba cuando un preso cumplía el 40% de su pena, y estaba vigente en el Código Penal anterior— Tuerto Pipo dejó su celda. 

Pero, para junio de 2021, su familia denunció la muerte de Tuerto Pipo que tenía, al menos, cincuenta procesos judiciales en su contra por delitos como tráfico de drogas, robo, tenencia de armas y delitos contra la vida. Sin embargo, no se ha comprobado que en realidad sí haya fallecido. Nunca se conoció en qué circunstancias. La única certeza es que el nombre de Tuerto Pipo sigue vigente en el mundo carcelario y mucho más su “heredero” alias Esteban, condenado por el asesinato de Juan Antonio Serrano, hermano del ex ministro del Interior durante el gobierno de Rafael Correa, José Serrano. 

Ahora, el liderazgo de Los Lobos no solo está en Turi, sino en cárceles como la de Cotopaxi —donde fue asesinado Leandro Norero, uno de los ex aliados financistas de esa organización—, Riobamba, Ambato, El Inca, en Quito, y Loja. 

Aunque El Tuerto Pipo no está en prisión, la cárcel de Turi actualmente es liderada por alias Palanqueta. Su nombre —aunque es ampliamente conocido en el mundo criminal—trascendió mediáticamente luego de que fuera responsabilizado por la muerte de una mujer peruana que fue asesinada “por error” en una clínica de Guayaquil, en julio de 2021. 

Para esa época, la Policía relató que alias Palanqueta habría ordenado, desde su celda en el pabellón 8 de la Penitenciaría del Litoral, el asesinato de Jonathan Quintero, alias Popeye,  que estaba hospitalizado en la clínica. Pero los sicarios se “equivocaron” y detonaron sus armas contra la mujer.

En la cárcel de Turi también hay otros cabecillas como Elvis Conde, alias Maduro, que ya cumplía una condena por asesinato como el presunto autor intelectual de la muerte de Harrison Salcedo. 

El funcionario carcelario que habló con GK dice que, al igual que en otras prisiones, “en Turi mandan Los Lobos”. Admite que “hay corrupción desde la primera línea de trabajadores y de agentes también. Hay corruptos y otros que son amenazados, ¿qué podemos hacer si esa es nuestra realidad y al SNAI no le importa?”, cuestiona. 

Los agentes de seguridad capturados el 16 de febrero fueron liberados, pero los miembros de la banda delictiva les habían advertido que los conflictos no cesarían si no se iba el director León, que no llegó a cumplir dos meses en su cargo. Ese mismo 16 de febrero, GK consultó al SNAI sobre lo ocurrido con los guías. Pero la respuesta fue ambigua: “se reporta que un grupo de servidores del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria que se encontraban en los ingresos a los pabellones del Centro han salido de esta área y no se registran novedades”. La institución no especificó a qué se refería con “ingresos a pabellones”, ni por qué se generó un reporte si no hubo novedad. 

La exigencia de grupos de personas presas no cesó allí. Doce días después, el 28 de febrero, hubo una protesta en Turi que fue visibilizada como una “alerta de amotinamiento” en la prisión, el mismo día en el que Vilma Gaona, una mujer presa en esa cárcel, fue encontrada sin vida. María*, una mujer presa que la conoció, dijo que Gaona tenía siempre fuertes dolores y reclamaba por insulina.

María denunció que a Gaona no se le dio atención oportuna: “la dejaron morir”. Pero para ella, el reclamo del 28 de febrero “no fue por ella (Vilma Gaona) si no porque desde hace rato quieren que la administración sepa quién manda, Es decir, la banda. Aquí todos copian a Los Lobos y más que amotinamiento fue para que no se trasladen a miembros que estaban en Loja”, aseguró. María se refería a un grupo de hombres, integrantes de Los Lobos, que fue detenido durante ese mismo mes y trasladados a la prisión de Loja. 

El funcionario carcelario consultado también lo corrobora: “una semana antes detuvieron a un grupo de miembros de la banda y los mandaron a Loja. Luego los trasladaron a otra cárcel y la banda se opuso porque ya tenían a la prisión de Loja para ellos solitos. Y por ende a la ciudad, porque no es que solo van a mandar a la cárcel, sino a todo lugar al que van”, dice. 

Intimidación con fusiles sería por traslado de alias Maduro 

El sábado 11 de marzo, Darío*, otro funcionario carcelario, alertó que, de nuevo, un grupo de agentes de seguridad penitenciaria fue retenidos en el área de máxima seguridad de Turi. 

Darío y María —la mujer presa— coinciden en que además de exigir, de nuevo, la salida del ex director León, había otro tema de fondo: el traslado de Elvis Conde, alias Maduro, que tiene antecedentes por, al menos, cinco asesinatos, robo, tenencia de armas y un proceso activo por delincuencia organizada. Al cabecilla de Los Lobos lo describen como un preso “aparentemente tranquilo, pero lo respetan por el rango que tiene dentro de la organización”. 

GK revisó los registros públicos judiciales de Conde y dan cuenta de que fue beneficiado con un hábeas corpus el pasado 2 de marzo, junto a otro hombre llamado Anthony Grey Sabino. 

Su defensa alegó que, supuestamente, había “amenazas” en su contra por parte de otros internos en la cárcel de Turi. Esto, a pesar de que Maduro es uno de los cabecillas de Los Lobos en aquella prisión. Además, pedía un traslado específico hacia la cárcel de Riobamba. El ex director León —a través de su representante legal— dijo, durante la audiencia en la que se conoció la acción de hábeas corpus, que el centro carcelario no había recibido ninguna alerta de amenaza. 

Un juez de la Unidad de Garantías Penitenciarias de Cuenca otorgó el hábeas corpus tanto a alias Maduro como a Anthony Grey Sabino y dispuso su traslado hacia la prisión de Riobamba. 

El 10 de marzo, el entonces director León presentó un documento en el que solicitó la apelación de la decisión del juez. Ese día, de acuerdo Darío, el funcionario carcelario, comenzaron los rumores de un supuesto traslado de alias Maduro a La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Guayaquil, aunque la audiencia de apelación de su habeas corpus no se ha instalado aún. 

El 11 de marzo, agentes de seguridad penitenciaria fueron intimidados con fusiles, según testimonios a los que accedió GK, y dos días después, el 13 de marzo, aparecieron panfletos en el Consejo de la Judicatura de Cuenca señalando a León como un presunto acosador sexual. 

El ex director León, denunciado por presunto acoso 

El 13 de marzo, una serie de panfletos aparecieron regados en las instalaciones del Consejo de la Judicatura, en Cuenca. En las hojas aparecía de fondo la imagen del entonces director Omar León, un teniente coronel en servicio pasivo, en el que se pedía su “renuncia voluntaria”. Era una denuncia anónima que lo señalaba como una autoridad que, supuestamente pedía “citas amorosas” a funcionarias del centro carcelario. Además se lo acusaba de presunto acoso contra mujeres privadas de la libertad para acceder a trámites.

Pero, más allá de los rumores y los panfletos, sí hay una denuncia formal. Fue presentada por una funcionaria de la cárcel, en febrero de 2023, por presunto acoso sexual en el que lo acusa de ejercer intimidación para que ella accediera supuestamente a mantener relaciones sexuales. 

En una improvisada rueda de prensa informal ante medios de comunicación, el 13 de marzo, el ex director León negó las acusaciones y dijo que, según él, había presiones para sacarlo de la prisión. Alegó que hay una banda “conllevada con muchos funcionarios que no ven mi presencia como algo agradable a ellos, porque no me voy a prestar para ser parte de esa organización”.

León ya no está más en la prisión de Turi desde el 13 de marzo. El SNAI confirmó su renuncia y, un día después, asumió el cargo el nuevo director. 

Sobre la denuncia de acoso sexual que está en la Fiscalía, el SNAI dijo que “brindará las facilidades correspondientes” para que se investigue. 

El 10 de marzo —semanas después de que la funcionaria denunció a León— la institución, según comunicó el SNAI, activó un protocolo de prevención y atención a casos de discriminación y acoso laboral. Envió un equipo técnico de la institución que está en Cuenca para concretar una valoración inicial de la situación en el centro carcelario. 

Mientras eso ocurre, en la cárcel de Turi no hay tranquilidad, sino temor por parte de la población penitenciaria que no pertenece a ninguna banda, y también para sus empleados. Ni los amedrentamientos, los beneficios para líderes carcelarios ni la denuncia por acoso sexual fueron visibilizados por el SNAI, sino por reportes periodísticos, incluidos los de GK, que fueron eventualmente confirmados.