La noche de ayer, 31 de enero, un aluvión provocó pérdidas humanas y materiales, en el barrio La Gasca, en el centro norte de Quito. El Municipio de Quito reportó que al menos 11 personas murieron la noche de ayer. Hasta las 10 de la mañana de hoy, 1 de febrero, ya había 21 personas fallecidas, 47 heridas y 5 desaparecidas.
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Un aluvión se origina cuando existe un evento climático extremo y el exceso de lluvia provoca movimientos de masa y crecidas en los ríos, explicó a GK el hidrólogo Emilio Cobo.
La noche de ayer, se viralizaron en chat y redes sociales, videos donde se veía carros, árboles, contenedores de basura, grandes rocas, y algunas personas arrastradas por la corriente de agua. Aún no hay una versión oficial sobre las posibles causas del aluvión. Sin embargo, los expertos explican que puede ocasionarlo.
Las posibles causas
Jorge Bustillos, docente investigador de Geología de la Universidad Central del Ecuador, dice que la principal causa del aluvión en el sector La Gasca fue que el agua —acumulada por el día y medio de lluvias— no tuvo por dónde fluir. “Naturalmente [el agua] tiene las quebradas, pero a lo largo de la zona occidental de Quito hay muchas quebradas que están rellenadas”, dice. Por el crecimiento urbano y no planificado de la ciudad, ya no hay esas quebradas.
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Bustillos dice que hay estudios que ya advertían que el relleno o taponamiento de las quebradas era un “peligro potencial”. El hidrólogo Cobo explica que el barrio La Gasca era una quebrada “donde se drenaba una parte importante de las aguas de las laderas del Pichincha”.
Sin embargo, Bustillos sostiene que el aluvión en La Gasca no se debe a que los sumideros o desfogues del agua se hayan tapado sino que el caudal fue mucho mayor a la de una lluvia normal y no abasteció para que el agua corriera por allí. El caudal, dice, arrastró incluso rocas de dos o tres metros de diámetro, árboles y más escombros. “No hay una obra civil que pueda detenerlo”, dice el experto Bustillos porque el aluvión tiene “mucha energía”.
La deforestación también puede haber incidido en el aluvión. “La deforestación es descontrolada en el sector occidental de Quito”, dice Bustillos. Agrega que eso contribuye a que los escombros se acumulen y que el suelo se pueda saturar con el agua y bajar hacia las pendientes, como lo que se observó en videos y fotografías de lo que pasó en La Gasca.
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Las faldas del volcán Guagua Pichincha, que están detrás del sector La Gasca, han perdido su bosque primario. Carolina Zambrano, líder de justicia climática en la organización internacional Hivos, explica que las laderas del Pichincha están deforestadas o tienen un bosque de eucalipto que ha reemplazado al nativo. Es decir, no tiene la suficiente vegetación para la construcción de casas. Eso ha hecho que el suelo pierda la “permeabilidad” la capacidad de absorber.
Esa vegetación que debería ser de especies andinas pueden aumentar la capacidad del suelo de retener el agua de la lluvia y evitar que se filtre. Zambrano dice que se debe promover la regeneración de los bosques para que la ciudad esté preparada para un aluvión como éste que puede ocurrir por el cambio climático.
Zambrano dice que hay planes de saneamiento ambiental para evitar este tipo de eventos, como el Plan de área especial de intervención y recuperación Pichincha-Atacazo. “Hay planes, no capacidad de implementarlos”, dice Zambrano, insistiendo que tampoco hay asignación de presupuesto y que esta es una responsabilidad de la Empresa Municipal de Agua Potable quiteña.
El hidrólogo Emilio Cobo dice que otra causa también es el colapso del colector El Tejado, que está en las laderas del Pichincha. El colector no soportó la corriente de agua, provocando así el aluvión.