El hundimiento que sucedió en las calles Colón y 10 de Agosto de Zaruma fue provocado por décadas de minería en esa ciudad, considerada patrimonio cultural del Ecuador por su arquitectura y diseño urbano.
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No hubo fallecidos ni heridos, pero sí severos daños materiales. Hasta ahora, se han hundido dos casas más. El presidente Guillermo Lasso decretó estado de excepción de 90 días en la ciudad. Fue una tragedia que había sido advertida por expertos en geología y gestión de riesgos hacía años.
Esta es la explicación de lo que está pasando en Zaruma según Marcelo Cando, ingeniero geólogo, y Victoriano Ochoa, presidente del comité comunitario de gestión de riesgos, quien coordina el seguimiento de lo sucedido.
¿Qué está pasando en Zaruma?
Marcelo Cando explica que la roca debajo de la ciudad lugar está “meteorizada” —es decir, que estaba en estado de descomposición por su contacto con el agua— por consecuencia de la minería.
A ese factor hay que sumarle las explosiones que hacen debajo de la tierra los “sableros”, como se conoce a los mineros ilegales.
La práctica ilícita de la minería es una vieja maldición que acarrea Zaruma, un pueblo bucólico fundado en 1549 como un asentamiento aurífero. Hacia el final del siglo, fue constituida como una villa y bautizada como San Antonio del Cerro de Oro de Zaruma.
“La ciudad tiene una condición muy especial, porque su yacimiento es muy rico: tiene un mineral muy fino y además las vetas minerales están a poca profundidad”, explica Cando. “A diario los sableros están trabajando y en su búsqueda de minerales provocan estos hundimientos que hacen que colapse el suelo”, explica Cando. Victoriano Ochoa dice que lo sucedido “no es otra cosa que lo que ya se venía anticipando”: todos los estudios geofísicos que demostraban el riesgo que corría —y corre aún— la ciudad. “El centro de Zaruma es un área de alta vulnerabilidad debido a la minería ilegal”, explica Cando.
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¿Qué decían los estudios geológicos sobre Zaruma?
Entre 1995 y 2001 se hizo un análisis de radar de las deformaciones del relieve del cantón. Marcelo Cando explica que con ese análisis se “determinaron las deformaciones del suelo y realizaron un perfil topográfico”.
Ese perfil mostró las zonas donde podrían ocurrir hundimientos a corto, mediano y largo plazo. En ese entonces mapearon 790 galerías, que son los túneles que conectan a las cámaras de donde se extraen los minerales —esos huecos muestran las múltiples ocasiones en las que se han hecho perforaciones en el subsuelo y lo debilitado que han dejado la superficie de esa zona.
Sin embargo, Marcelo Cando dice que el municipio local “no tomó cartas en el asunto”. Por el contrario, guardó el estudio hasta 2017 cuando se hundió una escuela.
Para ese año contaban con nuevos estudios realizados en 2014 con software actualizado que permitían explorar de mejor manera el suelo. Cando calcula que actualmente existen más de 3.600 galerías. “Zaruma es como un queso, totalmente perforado”, dice Cando. En Zaruma existen 14 sectores que corren riesgos. En esas zonas el suelo está en movimiento y existen viviendas que se encuentran en proceso de hundimiento y pueden colapsar en cualquier momento.
La minería ilegal, un peligro constante
Los pozos mineros se hacen en las vetas, que son fallas geográficas dentro de las montañas. El problema se da cuando los mineros ilegales empiezan a perforar y explotar sectores de la roca que están cerca de la superficie y esto hace que ocurran los socavones.
En las vetas se realizan perforaciones para hacer las cámaras, como se conoce a la cavidad de donde los mineros extraen el material.
Estas cámaras están unidas por medio de galerías horizontales, que son túneles por los que los mineros pasan a las distintas cámaras y sacan los minerales extraídos.
Una vez que se extrae todo el material de las cámaras, estas son rellenadas con tierra o cemento. Cuando no se rellenan estas cámaras, se debe dejar un pilar, que es una estructura que se coloca entre las paredes de la cámara para que las rocas no regresen a su posición original.
De igual manera, estos pilares, según Marcelo Cando “deberían ser de cuatro por cuatro metros, dependiendo del tamaño de la cámara”—para garantizar que las rocas no se muevan y cierren la cámara— pero, sostiene Cando, “la ambición por seguir sacando material es tanta que han dejado en 30 centímetros”. Esto provoca que cuando el agua ingrese “pudra” a la roca y la debilite. “Y por lo tanto, ya no se sostiene el suelo”, dice Cando.
Marcelo Cando enfatiza en que las fracturas producidas en el relieve interno del suelo son provocadas por la minería legal e ilegal. “Pero la minería legal está bien constituida, tiene sus mecanismos de control ambiental, pero lo malo es que esas mineras se meten a la zona de exclusión, cosa que no deberían hacer porque en ese territorio se prohíben las perforaciones ya que pueden afectar la superficie del casco colonial de Zaruma”, dijo Cando.
¿Qué otras necesidades urgentes tiene la ciudad?
Marcelo Cando dice que se debe detener el hundimiento de las demás casas que corren peligro y del único hospital del cantón, que también podría colapsar.
Cando explica que para que las casas no sigan colapsando “se tiene que hacer un análisis de deformación del relieve superficial”. Es decir, para analizar los orificios e irregularidades de la roca. También dice que se pueden poner muros de sostenimiento para que no haya más colapsos o hierros en las estructuras para reforzarlas. Sin embargo, dice que en ese lugar “no se puede vivir” hasta que se solucionen los problemas.
Cando dice que en el hospital hay un punto en el que llega el agua de dos galerías. Eso también está debilitando el suelo sobre el que está construido. “Mientras no haya solución para eso, el hospital tiene que cerrarse”, dijo Cando.
¿Qué pasará con las familias afectadas?
Victoriano Ochoa indica que el presidente Gillermo Lasso estuvo en Zaruma el jueves, 16 de diciembre. Ahí anunció el estado de excepción en la ciudad y dijo que iba a dar una ayuda económica a las personas afectadas.
Aunque todavía no hay información oficial al respecto, Ochoa dice que el presidente les dijo que daría entre 250 y 500 dólares a las familias que están siendo evacuadas, por daños y perjuicios. En total, son unas 300 familias, según Ochoa.
Por el momento, las familias cuyas casas se derrumbaron en el socavón están en casas de familiares o arrendando algún lugar provisional.
Ante esto, Yaku Pérez, abogado y ex candidato a la presidencia del Ecuador, fue el sábado 18 de diciembre a Zaruma. Según Ochoa, se reunieron con abogados en la unión de obreros.
Ahí hicieron un oficio “que se le va a pasar al Presidente de la República explicándole la gravedad del asunto y exigiendo que el gobierno a través de sus instituciones pague los daños y perjuicios”. Ochoa dice que lo hicieron porque “ el Gobierno tiene toda la responsabilidad”, haciendo referencia a la falta de seguimiento de los estudios y a la falta de control de la minería ilegal.
¿Qué otras soluciones hay y cuál es el futuro de Zaruma?
Marcelo Cando explica que primero hay que hacer una evaluación del yacimiento para ver cómo está actualmente la infraestructura del lugar y ubicar dónde exactamente están las minas que ponen en peligro a Zaruma.
También dice que “internamente hay que hacer un levantamiento geológico profundo, lo que describe como una “tomografía eléctrica del subsuelo para ver los vacíos sobre y debajo de las galerías”. Luego sugiere un análisis geotécnico, en el que se hace una malla de perforaciones para determinar la calidad de la roca. Con esto se podrá determinar estas zonas más vulnerables y definir un mecanismo para estabilizarlas.
Si esto no se hace pronto, los socavones podrían seguir ocurriendo. “Lo primero que hay que hacer es parar la minería ilícita, si no se cumple eso, se va a seguir hundiendo Zaruma”, dijo. La advertencia es clara.