Un avión presidencial habría sido vendido a la Fuerza Aérea de Colombia. La presunta venta del Embraer 135BJ Legacy 600 —uno de los aviones presidenciales— fue confirmada por el Ministro de Economía, Simón Cueva, la mañana de hoy 16 de mayo de 2022, en una entrevista con Teleamazonas. “El avión fue comprado por la Fuerza Aérea Colombiana y la aeronave será transferida en los próximos días”, dijo Cueva. 

Esta noticia fue actualizada el 17 de mayo de 2022. 

Sin embargo, horas después de la entrevista, la Secretaría Técnica de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar) dijo en su cuenta de Twitter que la venta no estaba concretada todavía y que se la continuaba gestionando.

Según la Secretaría, cuando la venta esté concluída “con total transparencia se brindará detalles del proceso mediante un pronunciamiento oficial”. 

El 17 de mayo por la  mañana, el discurso cambió otra vez. En  el espacio gubernamental de entrevista de los martes, el presidente Guillermo Lasso dijo que quería dar una primicia y confirmar que el avión sí había sido vendido. Según Lasso, en los próximos días se entregaría el avión al gobierno colombiano y Ecuador recibiría los 8 millones de dólares que acordaron por el avión, que fue adquirido durante el gobierno de Rafael Correa por 28 millones de dólares. 

Esa misma mañana, poco después de la entrevista de Lasso, el general Ramses Rueda, comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), dijo en un programa de entrevistas de Colombia que el avión no se había comprado todavía. “Estamos en el proceso de adquisición de alguna aeronave que reemplace los antiguos aviones Fokker que fueron comprados para el servicio de la Presidencia de Colombia”, aseguró Rueda. 

El general dijo que el negocio con Ecuador no se ha cerrado y que continúan en el proceso de compra. “En este momento tenemos una comisión técnica en Ecuador que está revisando la aeronave”, dijo Rueda. Si logran concretar la compra, uno de sus objetivos es reemplazar uno de esos aviones Fokker que está por salir de servicio con el avión presidencial ecuatoriano. 

“Hay una intención de compra, estamos realizando estudios técnicos”, insistió el general Rueda cuando le preguntaron si la compra ya había sido concretada como dijo el presidente Lasso. Rueda dijo que aunque el precio de 8 millones de dólares ya había sido concretado, esperarían a los resultados de los estudios que estaba haciendo la comisión para oficializar la compra y hacer el pago.

Sin embargo, la tarde del 17 de mayo, Iván Duque, el presidente de Colombia, dijo que no se comprará un nuevo avión en su gobierno, que termina en agosto de 2022. En una entrevista con medios colombianos, Duque confirmó que hay aviones de la Fuerza Aérea que van a salir de circulación porque ya están muy viejos. Por eso, dijo Duque, desde el presupuesto del año pasado se han asignado recursos para “hacer una evaluación y adelantar negociaciones que puedan permitir adelantar esa sustitución en los mejores precios para Colombia”. 

Duque dijo que han tenido conversaciones con Ecuador sobre el avión que está disponible, pero enfatizó que “no se ha finiquitado ninguna negociación, no se ha pagado ningún avión y no se va a comprar ningún avión durante mi gobierno”. 

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Pasado el mediodía del 17 de mayo, el presidente Guillermo Lasso dijo en su cuenta de Twitter que quería “ser preciso y ratificar que el proceso de venta del avión Legacy EMB 135-BJ se encuentra a cargo de Inmobiliar”. Aclaró que esa institución sería la que informe cuando la venta se confirme. 

La autorización de la venta 

La noche del 31 de agosto de 2021, el presidente Guillermo Lasso autorizó la venta directa de uno de los aviones presidenciales del Ecuador. Lo hizo mediante el decreto ejecutivo 180. 

El decreto ordenaba que el proceso de la venta de la aeronave, un Embraer 135BJ Legacy 600, debía estar a cargo del Ministerio de Defensa. Sin embargo, en enero de 2022, el presidente modificó esa disposición con el Decreto 311 y ordenó que la venta quedara a cargo de la Secretaría Técnica de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar).

El decreto establece que la venta del avión sea directa. Esto significa que no se necesitará involucrar a terceros o agencias externas, y se podrá hacer directamente entre el gobierno y el potencial comprador. 

Además, hasta que el proceso de venta no esté concluido, el avión solo podrá ser utilizado en “situaciones excepcionales”, dijo Lasso en el decreto. Estas serán calificadas por la Secretaría General Administrativa de la Presidencia, que está a cargo de José Yunes.

Para la venta de la aeronave, Inmobiliar también será responsable de emitir informes técnicos sobre sus especificaciones y condiciones. Además, será la institución encargada de evaluar y definir el precio del avión.

La noche del 31 de agosto de 2021, el presidente Lasso publicó en su cuenta de Twitter el decreto firmado y dijo que la autorización de la venta del avión presidencial era parte del trabajo de su gobierno para “racionalizar” el gasto público. Según Lasso, así se reducirá la “ineficiencia e ineficacia” de los gastos del Estado.

Los aviones presidenciales

El Embraer 135BJ Legacy 600 presidencial tiene la matrícula FAE-051 y es operado por la Fuerza Aérea del Ecuador. Es una clase de avión ejecutivo fabricado por la Empresa Brasileira de Aeronáutica (Embraer) basado en otro modelo de la misma empresa, el Embraer 135BJ. Según la agencia EFE, el Legacy presidencial tiene capacidad para 14 pasajeros, y dispone además de una cocina y una sala de equipaje. En 2008, el Legacy fue comprado por el gobierno del presidente Rafael Correa para ser utilizado como avión presidencial. En ese entonces, el Legacy costó 28 millones de dólares. 

Además del Legacy, que ahora está a la venta, el gobierno tiene otro avión presidencial: el Falcon 7X. Este avión fue adquirido en 2013, también por el gobierno de Correa. El Estado pagó 54 millones de dólares por él, aunque en Colombia se había pagado 14 millones de dólares menos por la misma aeronave. 

Además de la controversia por el supuesto sobreprecio del Falcon 7X, los aviones presidenciales han estado involucrados en otras polémicas. En 2019, un examen especial de la Contraloría General Estado encontró que entre enero de 2012 y mayo de 2017, ambos aviones habían sido utilizados indebidamente. 

El examen dice que solo en esos años, se hicieron al menos 261 vuelos internacionales, de los cuales varios fueron a países categorizados como paraísos fiscales. Muchos de estos vuelos no tenían los manifiestos de pasajeros de todas sus rutas, declaraciones de peso y balance, ni los detalles de los objetivos del viaje y su respectiva autorización. Según la Contraloría, el mal uso de estos dos aviones le costaron al Estado más de 9.6 millones de dólares. 

En agosto de 2017, tan solo tres meses después de asumir la presidencia, Lenín Moreno anunció la venta de uno de estos aviones (no especificó cuál). En uno de sus enlaces semanales de televisión, Moreno dijo que la venta del avión presidencial y automóviles de lujo sería inmediata. Además aseguró que este proceso sería una de las estrategias para solventar la difícil situación económica del país. Sin embargo, la venta del avión y los autos de lujo nunca se concretó y Moreno dejó el poder el 24 de mayo de 2021. 

La venta del Embraer presidencial se da meses después de la polémica causada por un viaje que hizo el presidente Guillermo Lasso a Miami en uno de los aviones presidenciales para realizarse una intervención quirúrgica en junio de este año. 

¿Cómo se deben usar los aviones presidenciales?

Según el Código de Ética establecido por el presidente Lasso en mayo de 2021, los aviones presidenciales solo se deben usar “para asuntos de carácter oficial del Estado” para de esa forma evitar su uso indebido. Además, cada vez que se use un avión presidencial, se debe presentar una lista de las personas que viajan en el avión y una descripción del equipaje que lleva cada una. 

Es, además, necesario mencionar la ruta que recorrió el avión, cuál fue el lugar de salida, cuál es el destino, y cuál es el objetivo del viaje. Todos estos detalles deben presentarse máximo 48 horas después de que el viaje termine. El Código dice que todos los viajes que se hagan en un avión presidencial y sus respectivos reportes deben ser coordinados con el Grupo de Transporte Aéreo Especial de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.