El 20 de junio se conmemoró el Día Mundial del Refugiado y el Alto Comisionado de Acnur —la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados— Filippo Grandi, estuvo en Ecuador en esa fecha. Durante su estadía en el país, se reunió con el vicepresidente Alfredo Borrero, ministros, funcionarios públicos, organizaciones sociales y personas refugiadas. En esos días en Quito, Grandi —quien también es filósofo y escritor italiano— conversó poco más de 20 minutos con GK sobre la situación actual de los refugiados en Ecuador y el mundo, y sobre todo sobre las oportunidades que tienen los países al acogerlos.

En el 2020, según un informe de Acnur, se cerraron las fronteras de 160 países. Sin embargo, según el mismo informe, el número de refugiados y desplazados en el mundo aumentó. ¿Cómo se explica eso?

Claro, se limitó mucho la movilidad pero si se analizan las cifras se ve que el aumento es particularmente de desplazados internos. Es decir, los refugiados (moviéndose) en su propio país. Hubo menos refugiados en el sentido tradicional, es decir personas que cruzan fronteras precisamente porque la mayoría de las fronteras estuvieron cerradas. Pero sí hemos visto casos de fronteras cerradas y refugiados que las cruzaron, en África especialmente.

¿Y por qué se da este desplazamiento interno? 

Los desplazados internos generalmente son un producto de conflictos internos que causan un desplazamiento de corta distancia, son más bien cercanos. Pero son muy difíciles de manejar porque son conflictos muy duros con las poblaciones civiles. El desplazamiento pasa en zonas de conflicto, entonces es difícil (para nosotros) el acceso a las poblaciones de desplazados. 

Por ejemplo, en Afganistán hemos visto, en los últimos años, cómo cada año aumenta el desplazamiento interno, más que el externo. En el norte de Etiopía, el año pasado durante la pandemia, vimos que más o menos 50 mil refugiados cruzaron la frontera de Sudán; pero la mayoría fue desplazamiento interno: casi 1 millón de personas. Y hay que considerar que no todos están contados en el informe porque es de 2020, y el desplazamiento ha continuado en 2021.

Filippo Grandi

«Yo espero que el reconocimiento de los refugiados aumente un poco porque hay solicitantes de asilo que son venezolanos», dijo el Alto Comisionado de Acnur, Filippo Grandi. Fotografía de Ana Cristina Rea para GK.

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Este desplazamiento interno, ¿también se da en Venezuela?

Ahí hay desplazamiento interno también. Pero el desplazamiento venezolano es muy particular porque no hay guerra, tampoco se puede decir que hay un conflicto, lo que hay es una crisis de gobierno, de servicios públicos, crisis política y violencia. Cuando hablamos de los venezolanos siempre hablamos de refugiados y migrantes. 

Yo pienso que como la situación mundial está muy confusa vamos a ver más situaciones como Venezuela, más flujos mixtos, que son muy complejos. En este contexto, es muy importante defender la definición tradicional de refugiado porque esta definición permite activar una protección. 

Por ejemplo, un gran flujo de personas que llega a Libia y trata de cruzar el mar hacia Europa, ¿que son estas personas cuando están en Libia? Algunos son refugiados clásicos, otros son migrantes, pero todos están en una situación de extrema vulnerabilidad. Las categorías son muy difíciles. El fenómeno migratorio se vuelve más complejo cada año. Todo esto es porque a pesar de la pandemia, las guerras no se han parado. 

Aunque el término refugiados cada vez es más entendido por una población mayor en todo el mundo, aún existe desconocimiento y, sobre todo, prejuicios. Solo en Ecuador viven 70 mil refugiados. Para combatir estos prejuicios y falta de información, me gustaría preguntar: ¿cómo se dinamizan las  sociedades con la llegada de los refugiados a los países? 

Creo que este es un tema importante en Ecuador, con el proceso de regularización (de refugiados) que también se da en Colombia. Creo que los dos presidentes entienden muy bien eso, que la regularización del fenómeno migratorio y de los refugiados es importante para que el Estado garantice un control, orden y que sepa dónde está la persona. Es una forma de buen gobierno. También si las personas están regularizadas, por ejemplo, pueden acceder al empleo. Son personas que vienen a desarrollar su potencial y a contribuir a la economía del país. 

La diversidad enriquece económicamente a un país, no sólo lo enriquece culturalmente. Las sociedades cerradas tienen menos potencial de desarrollo y de competitividad, que las sociedades abiertas. 

Todo esto es fantástico, pero en un país como Ecuador —que tiene problemas de desempleo— es complejo absorber una población migrante y refugiada. Por eso, en esta situación creo que es importante (que se active) la cooperación internacional. La cooperación internacional se activa según criterios precisos de pobreza, pero es difícil activar cooperación internacional en países de “ingresos medios” como Ecuador. Pero hay que considerar que estos países (como Ecuador) a pesar de la pandemia y de la crisis, tienen además la responsabilidad de acoger esta población. Esto (el acogimiento) debería ser más un criterio de activación de cooperación y de ayudas internacionales.

alto comisionado de Acnur

Filippo Grandi, Alto Comisionado de Acnur, visitó Ecuador la semana del Día Mundial del Refugiado. Fotografía de Ana Cristina Rea para GK.

¿No es un criterio ahora? 

No lo era, pero desde hace algunos años ha empezado a serlo. En los países más pobres como los de África, por ejemplo, ya está este concepto. Y hay herramientas financieras cuando un país acoge un número de personas refugiadas. Es más difícil en países menos pobres. Pero se entiende que este concepto se empezó a aplicar en Oriente Medio, en Jordania donde tienen una enorme población de refugiados sirios. Ahora, lo hemos aplicado aquí también con el Banco Mundial. Es muy interesante porque no es solamente es la economía nacional que absorbe un apoyo internacional, que no es humanitario. 

Sé que esta pregunta puede parecer un poco evidente pero por el contexto actual en el que hay un político en un país vecino —que seguramente será el próximo presidente— que dice que expulsará a migrantes y refugiados de sus país, es coyuntural… Si habría que explicar por qué es mejor “negocio” social y económico recibir a los refugiados que expulsarlos, ¿cuál sería la respuesta?

La expulsión es en contra de los derechos humanos. Eso no se debe hacer. El factor económico es difícil y complejo (de explicar) pero por eso hay también la posibilidad de movilizar recursos que sí pueden movilizarse solamente en estas situaciones. No son apoyos humanitarios, son inversiones en la economía local. Entonces funcionan como un beneficio a mediano plazo. 

Hemos visto (esta movilización de recursos) en lugares en África, donde hace 3 o 4 años empezamos (a trabajar) en zonas de acogidas de refugiados, por ejemplo en Kenia, donde está ahora el sector privado y es importante porque estas zonas antes eran muy pobres y ahora hay un principio de desarrollo. 

Tomando en cuenta esa experiencia, ¿hay ejemplos de buenas prácticas o de políticas públicas que Ecuador podría imitar para poder acoger de mejor manera a los refugiados? 

Yo creo que aquí el concepto está muy claro, no tenemos que convencer a este gobierno. Este gobierno no está hablando solamente de regularización sino también de inserción, de inclusión. La integración, por ejemplo, es una palabra muy fuerte porque significa que las personas van a estar aquí por siempre. Pero en realidad unos dicen que van a regresar (a su país). Ayer hablamos con venezolanos, y unos dicen que si la situación se vuelve mejor, van a regresar; por el momento no quieren pero si mejora, regresan.

La política pública debe enfocarse en la inclusión a la educación, en el sistema sanitario, en las vacunaciones y la inserción al mercado laboral. Este gobierno tiene un discurso liberal, un discurso de mercado. No es solamente la perspectiva de solidaridad, sino también se puede crear una economía positiva alrededor de la migración que viene. 

¿Cuál podría ser la principal deuda del Estado ecuatoriano? ¿O lo que haya que trabajar más, ahora en el Ecuador con el tema de refugiados? 

Lo que falta ahora es el proceso de regularización. Esa es la prioridad porque hay una gran población irregular. Esta situación crea abuso, crea economía ilegal en una región como esta donde la economía ilegal es un riesgo para todos. La regularización está bien diseñada, y tenemos que hacerlo, aunque sea un reto. 

Ayer almorzamos con las dos ministras (de Educación y Salud) y me quedé muy impresionado por sus ideas muy claras y sus competencias. La coyuntura económica es difícil, pero es mejor hacerlo que no hacerlo. 

¿Cuáles son los siguientes pasos para el país en este tema?

Aquí hubo una regularización parcial con el gobierno de Moreno, pero no fue suficiente. Es importante hacerlo porque si no se deja una población registrada, los problemas son muy graves de orden público, de legalidad, de abuso. La regulación va a ordenar todo eso. 

Ecuador es prácticamente el único país de la región donde tenemos el esfuerzo de regularización migratoria, y hay un sistema de asilo para los refugiados —un sistema más tradicional que es fuerte y es muy positivo. 

Otra cosa muy importante es que hay una sociedad civil muy vibrante. Esta sociedad civil es muy activa, e incluye grupos venezolanos que no pueden trabajar sin un gobierno que brinde liderazgo a este esfuerzo. Yo pienso que no había tal liderazgo, y no es un juicio político. Este liderazgo es necesario en esta situación, tiene que ser el gobierno (quien se encargue) por eso es tan importante que en las iniciativas de regularización e inclusión el liderazgo venga del Presidente. Esto da fuerza y cohesión. Es difícil coordinar la inclusión en educación, salud, sin un liderazgo centrado. Yo creo que aquí se debe desarrollar más.  

¿Cómo fueron las conversaciones con los funcionarios del gobierno?

Le dijimos ayer al gobierno que es importante desarrollar una inclusión migratoria. Esto no significa que el sistema de asilo se deje a un lado. El sistema de asilo es importante porque hay personas que llegan aquí, que quizás quieren pedir asilo, que es diferente que la migración. Y la protección temporal es muy buena porque si usted pide asilo y está reconocida cómo refugiada, el Estado no puede enviarla a su país. La protección temporal acompañada de inclusión migratoria. Yo espero que el reconocimiento de los refugiados aumente un poco porque hay solicitantes de asilo que son venezolanos.