El caso por el femicidio de Lisbeth Baquerizo avanza. La mañana de hoy, 11 de febrero de 2021, se instaló la audiencia de vinculación contra Luis Javier Hermida, esposo de Baquerizo; Richard Anzoátegui, trabajador de la funeraria y que, supuestamente, habría ayudado cubrir las heridas y Ronald Pazmiño, cercano a la familia de Hermida. Los tres por su “presunta participación en el femicidio” de Baquerizo. Una audiencia de vinculación es un proceso en el cual la Fiscalía vincula a un sospechoso a un proceso penal.

Tras la audiencia, el juez dictó prisión preventiva para Hermida y  Pazmiño. Anzoátegui tendrá que presentarse periódicamente ante las autoridades para evitar que huya. 

Hermida era el esposo de Lisbeth Baquerizo y es el principal sospechoso. La joven de 30 años fue asesinada el 21 de diciembre de 2021 en su casa en un conjunto residencial de la ciudad costera de Guayaquil. Hermida le habría dicho a los familiares de Lisbeth, que la joven se cayó por las escaleras y falleció. Pero de inmediato hubo contradicciones en su versión.

Amigas de Lisbeth le contaron a su madre, Katty Muñoz, que la joven era víctima de violencia de género. Por lo que Muñoz notificó el caso a la Fiscalía y esta ordenó que se hiciera una autopsia. Esta determinó que la causa de muerte fue un “traumatismo craneoencefálico” causado por dos heridas hechas con un “objeto contundente” —es decir, un objeto pesado. 

De ser declarado culpable por el femicidio de su esposa, Luis Hermida podría ir a la cárcel entre 22 y 26 años, según lo establecido por el Código Orgánico Integral Penal (COIP). Hermida y su familia están prófugos, pero según una cuenta de Twitter que abrieron los familiares de Baquerizo, todos estarían en Bogotá, Colombia.

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Richard Anzoátegui en cambio es acusado de participar en el encubrimiento del femicidio. Los médicos forenses de la Policía Judicial determinaron que las heridas en la cabeza de Lisbeth Baquerizo habían sido cubiertas por un pegamento con el cabello. Esto lo habría hecho Anzoátegui en la funeraria en la que trabajaba y donde velaron a Lisbeth. 

Ayudar a encubrir un crimen es fraude procesal y es un delito. Según el COIP se sanciona con prisión de 1 a 3 años. Por este delito se investigaba también a la madre, al padre y al hermano de Hermida. Sin embargo, aún no han sido vinculados al proceso. 

Otro de los sospechosos vinculados por la Fiscalía hoy es Ronald Pazmiño. El abogado de la familia Baquerizo, Silvio Enríquez dijo a GK que no sabe ni entiende por qué lo vinculan. Según Enríquez, Pazmiño es un motociclista que trabaja con la familia Hermida. Se cree que Pazmiño llevó a Luis Hermida a su casa a cometer el crimen. Pero según el abogado Enríquez, Pazmiño no entró a la casa y no vio que Hermida había asesinado a Lisbeth Baquerizo.  

Otro implicado en el caso era Marlon Eras Martínez.  El supuesto médico había firmado el acta de defunción original de Baquerizo que decía que había fallecido debido a un infarto. El 9 de enero de 2021, Martínez rindió su versión del caso y fue trasladado a la Policía Judicial para que hiciera una ampliación de su versión. El mismo día, la jueza Jennifer Montaño dictó prisión preventiva por el presunto delito de femicidio, como cómplice. 

Hace dos días, el 9 de febrero, Katty Muñoz, la madre de Lisbeth denunció  en redes sociales que el fiscal Luis Machado quería exhumar el cuerpo de su hija para dilatar el proceso. En la cuenta de Twitter creada por los familiares de Baquerizo, Muñoz tachó de “espeluznante e inhumano” lo que se pretendía hacer. Además dijo que exhumar el cuerpo de su hija era innecesario porque el departamento de medicina legal de la Policía ya determinó la verdadera causa de muerte de la joven.