Se acuerdan de enero, cuando sentíamos que era interminable?
Luego febrero pasó escabulléndose y desde marzo el reloj se detuvo hasta hoy, que ya estamos en diciembre. El año más largo de nuestra vidas está a punto de terminar y ahora en su último mes, quiero hacer un recuento de las recetas de Quiero Comer que más nos gustaron, a mí y a ustedes, las que nos acercaron más a la cocina, nos ayudaron a sobrellevar la cuarentena y nos recordaron que la alegría está en las cosas más sencillas.
¿Cómo sé cuáles les gustaron a ustedes? Es una medida difícil, pero me he guiado por una combinación de porcentajes de apertura, respuestas que cada receta generó y cantidad de quierocomidistas que me contaron que la habían hecho (algunos incluso me mandaron fotos, ¡gracias!)
Aquí les dejo nuestro ranking.
Gracias a los que hornearon tantos pasteles como yo en cuarentena y compartieron sus experiencias conmigo. Batir las claras a punto de nieve y preparar tortas nos ayudó a desenchufarnos de lo que pasaba afuera. Concentrados en la receta, entre los sonidos de la batidora golpeteando los recipientes, horneamos más que nuestros pasteles: creamos momentos de tranquilidad en medio de una incertidumbre que parecía no tener fin.
Quien prueba las remolachas asadas de esta receta se enamora para siempre. Para muchos, entre esas personas, yo, es un amor a segunda vista: a mí no me gustaban las beterabas hasta que fui a un asado donde me las presentaron a la parrilla. Gracias a quienes le dieron una segunda oportunidad a la remolacha y, como yo, después ya no pudieron parar de comerla.
El café es la forma líquida en que respiramos durante nuestra rutina. En cada sorbo hay una pausa y una alegría en cualquier momento del día. Convertido en tiramisú, dilecto antojo dulce, adquiere otra dimensión y sirve, también, para alargar las sobremesas.
Bowl asiático de arroz con atún
La receta más preparada por mis compañeros de trabajo en GK: “hoy hice tu bowl asiático porque no tuve tiempo”. He creado un clásico para los días de mucho trabajo y pocas ganas de cocinar.
La esperanza se encuentra en las cosas más simples. Esta versión casera de un mac & cheese fue una bonita manera de recuperar el apetito en días no tan alegres.
No quiero despedirme sin antes agradecer a todos ustedes, que me han leído con cariño cada sábado, y quienes responden mis correos con anécdotas, reflexiones, preguntas y felicitaciones. Me encantaría saber cuál ha sido su receta favorita de Quiero Comer y cuántas veces la han preparado. Soy toda ojos, oídos y paladar.
¡Buen provecho!
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