A pocos días de ser posesionado como nuevo Ministro de Gobierno de Guillermo Lasso, Henry Cucalón me recibe en su despacho en el centro histórico de Quito. Han pasado 45 minutos de la hora pactada, pero Cucalón compensará la espera con una larga charla. 

Cucalón asumió su cargo tras la renuncia de Francisco Jiménez, a quien el Presidente cesó pocos días después de la derrota de la consulta popular convocada por Lasso. De las 8 preguntas planteadas, todas fueron rechazadas. La llegada de Cucalón al gobierno de Lasso es como el vencimiento de un plazo diferido: debía ser el Gobernador del Guayas, tras la victoria de Guillermo Lasso en 2021; sin embargo, el quiebre del acuerdo entre el Partido Socialcristiano y CREO lo impidió. 

Precisamente, Cucalón era uno de los cuadros jóvenes más importantes del Partido Social Cristiano. Sin embargo, en 2021, decidió separarse de la organización política por la que había sido dos veces legislador. 

Ahora,  casi 19 meses después, Cucalón es el ministro encargado de la política de un gobierno debilitado. Desde ese cargo, ahora, se sienta a conversar conmigo. Además de él, hay dos personas de su equipo de comunicación y un fotógrafo institucional. 

Empecemos por la cadena nacional del Presidente Lasso del 14 de febrero. 

Hizo acusaciones serias. Incluso infirió que el periodista Andersson Boscán o La Posta podrían tener vínculos con el narcotráfico.

Dijo que además lleva a su esposa a lo que llamó esas “aventuras”, sin considerar que Mónica Velásquez no entra en condición de esposa de Boscán, si no como periodista que es. 

¿El gobierno tiene pruebas de que La Posta está relacionada con el narcotráfico o tiene algún vínculo con el crimen como para que el Presidente de la República lo sugiera en cadena nacional?

El Presidente ha hecho una declaración firme contra todo este tipo de especulaciones que ha habido por parte de ese medio digital. 

Si bien, como no podía ser de otra manera, él es respetuoso de la libertad de expresión y de la democracia, tiene derecho a decir cuál es su posición. Y se lo dije hoy al señor Boscán: prácticamente lo han acusado de narcotraficante al señor Presidente. 

Hoy día, en la mañana, dijeron narcogobierno. 

 El gobierno respeta la libertad de prensa. Tanto es así que, si existiera algún tipo de amenaza, yo inclusive no hubiera tenido una entrevista con el señor Boscán. Cuidado, caemos en un libertinaje. 

Ministro de Gobierno

«Hay gente que quiere ver el mundo arder», Henry Cucalón. Fotografía de Diego Lucero para GK.

Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y según el convenio de San José, nosotros los funcionarios públicos somos susceptibles de mayor crítica.

Por eso jamás, podrá existir algún tipo de denuncia, demanda, peor de quienes a lo largo de nuestra trayectoria hemos defendido todos estos conceptos. Pero el presidente también tiene derecho a argumentar y yo le llamo a contrastar.

Para mí es una declaración que hace presidente sobre lo que él cree. Lo importante es que no hay ninguna, y lo repito, ninguna acción que vaya en contra de la libertad de expresión que, como debe ser, está garantizada.

Pero, Ministro, el Presidente dice “solo un querido amigo de Fito y Junior entraría y saldría de la cárcel sin problemas para hacer un reportaje policía del delito”. Usted dice que la libertad de expresión está garantizada, pero estas palabras estigmatizan al medio, al periodista y a la prensa, en general. 

El resultado de eso es que cuando hay manifestaciones, por ejemplo, salimos a la calle, no solo los periodistas de La Posta, y nos agreden. O, se piensa que los periodistas, cualquiera, de cualquier medio, son “prensa vendida”, o con vínculos con el narcotráfico. Eso se trasluce en agresiones. 

En ningún caso el Presidente ha generalizado. Ha puesto un detalle, así como para poner un ejemplo. Olvidemos que es el presidente —al ciudadano le dicen prácticamente narcotraficante.  

Claro, pero esa es otra cosa y es una responsabilidad del medio.

Pero el presidente no ha dicho “LA prensa”. Se ha referido únicamente a ese medio de comunicación.

Ministro, pero insisto en que el Presidente señala que “solo un querido amigo de Fito y Junior” puede entrar a la cárcel. ¿Conocen de un vínculo entre este medio de comunicación? 

Me sigo ratificando en lo que es la declaración oficial de ayer en la cadena. Me ratifico a lo que dice el Presidente. 

Eso es lo que dijo. ¿Nos vamos a quedar toda la mañana en esto? 

Es que usted no está respondiendo lo que le pregunto. El Presidente está asegurando que Andersson Boscán es amigo de Fito y Junior. Yo pregunto, ¿Usted, como representante del gobierno conoce de pruebas que certifiquen que demuestre que tienen vínculos La Posta o Andersson Boscán? 

Ratifico la declaración del Presidente de la República. Es su declaración. Hecha una cadena. 

Lo que asumo es que me está llevando al tema de las pruebas, que ya tiene una cuestión de carácter judicial. 

Lo que ha hecho La Posta es mezclar narrativas con hechos, etcétera. Pero bueno, así es la vida. Asumo.

Entiendo. Comprendo que debe haber algún tipo de relación periodística, etcétera, que le ha brindado las facilidades para poder hacer esas coberturas que yo, como ciudadano, también la he podido ver. 

Pero entonces cualquier periodista que entre a la cárcel puede tener nexos con el crimen, de acuerdo a esa lógica.

Yo me acuerdo cuando fueron, y me parece bien. Esa es la táctica del periodista. 

Yo me acuerdo cuando entrevistaron a Raúl Reyes, cuando llegó por primera vez al territorio ecuatoriano, mucha gente y periodistas lo hicieron, Carlos Vera lo hizo. 

Eso no significa que tenga vínculos con el crimen. 

Ministro, ¿entonces usted no considera que este discurso puede ser peligroso para los periodistas?

Mire. Comprendo como el que más, lo peligrosa que puede ser la estigmatización de la prensa  o la persecución a la libertad de opinión.

Yo asumo que es una declaración del Presidente defendiendo su integridad. No tenemos un régimen de facto, dictatorial en que puedan amenazar a la libertad de expresión, cerrar medios, enjuiciar, ni absolutamente nada de eso.

Lo de la cadena es, inclusive, un hombre hasta indignado en la parte humana porque esto no ha sido el primer día. Lo que pasó el lunes ya sobrepasó cualquier cuestión que le digan a él. Olvídese que sea Presidente de la República y que le digan narcotraficante. 

Entonces, el Presidente también tiene, como todos, el derecho a responder y a defender su integridad. 

Yo asumo que no puede ser un ataque bajo ningún concepto, ni ninguna amenaza a los medios de comunicación en general. No sería correcto. Yo no estaría en esa línea jamás.

Pero ¿no le preocupa el estigma que se puede crear? Porque así se empieza.

Comprendo la preocupación y eso no debería y no debe pasar. El hecho de que le responda, pero no hay demanda, no hay nada más. 

Yo sé por la Corte que no puedo demandar. Está bien, nunca yo lo haría y yo le aconsejaría al Presidente nunca hacerlo: estaría cruzando líneas jurídicas e inclusive hacia el autoritarismo que él ha criticado y que yo no comparto. 

Pero en algún momento él tiene derecho a responder. 

Claro pero responder como un Jefe de Estado, con calma, incluso desmitificando o aclarando los señalamientos, en lugar de atacar a la prensa.

Es cuestión de estilos. 

Una de las cosas que yo he recomendado, y por eso y entre las cosas que tengo que explicar, veo que este tema llama la atención y no tengo ningún problema, desde el domingo, que hice mi primera intervención, estuve mucho explicando, contrastando porque nadie tiene la verdad. 

Nosotros tampoco, eso solo lo pueden ver los ciudadanos.

He estado explicando cuáles son los hechos que se relacionan a este famoso caso. Valga la aclaración, yo defiendo que tanto la prensa como los actores políticos tengan la oportunidad, en derecho, de denunciar. 

Pero toda persona que se sintiera afectada en su honra, tiene la posibilidad vía civil de denunciar, cualquier ciudadano. 

Pero no debe hacerlo porque eso yo sí he sido bastante firme y lo he dicho públicamente. No es dable. Cuando uno ejerce de funcionario… 

Justamente, un funcionario tiene un estándar distinto.

Para mí es una línea roja que no se puede cruzar bajo ningún concepto, por supuesto. 

Pero como periodista, me preocupan estas respuestas del Presidente.

Correcto, a usted le preocupa igual que a mí el concepto.

Cucalón

«Espero que haya la cordialidad cívica básica para hablar», Henry Cucalón. Fotografía de Diego Lucero para GK.

La respuesta en una cadena nacional me preocupa. Además,ese tipo de prácticas ya las vivimos y usted era el primer crítico.

Es la primera vez que el Presidente lo hace.

Cuando salió el caso Encuentro y la denuncia válida y necesaria, no sé si usted se acuerde, en el primer programa, que pasó hace tres, cuatro semanas, hicieron un dibujo con un perfilamiento y lo pusieron al Presidente. 

Yo creo que no le gustó, pero se quedó callado. Es una crítica, a lo mejor una crítica muy dura. 

Yo le entiendo más que nada la paciencia. Pero lo del día lunes, creo que le afectó. 

O sea, afectó no a él, afectó porque está la imagen del país de por medio. El tema del narcotráfico es algo muy fuerte. Así que entiendo el concepto. 

Entiendo a lo que usted va. Y desde mi Ministerio de Gobierno puedo decirle que no es la intención estigmatizar a la prensa

Yo, como diputado, fui de los que más peleó por la Ley de Comunicación. En la primera gran reforma, con la ayuda del presidente Moreno y la Asamblea, mi proyecto trataba la eliminación de muchas cosas. Así que yo no puedo contradecirme. 

Tengo que ser lo más coherente y consecuente con esa lucha conceptual. Voy a precautelar que así sea.

¿Habló con el Presidente después de esta cadena?  Porque yo puedo entender que haya malestar y puedo entender que haya una narrativa que incomoda.

La respuesta debe ser un ejercicio democrático como lo que estamos haciendo ahorita, como todas las entrevistas que estoy dando y como igual tiene hacer la Asamblea de contrastar también con nuestra posición. 

Y serán los ciudadanos que determinen y, por ejemplo, esto se lo dije Boscán, esto ha servido de cama para que unos señores asambleístas, ahora encuentren un artículo que no existe para ver si sustituyen al Presidente de República vía juicio político. 

Entonces, bueno, en vez de estigmatizar A la asamblea, porque le corresponde con toda su competencia fiscalizadora,  yo tengo que ir a los casos puntuales a tratar de desvirtuar.

Esto, insisto, esta declaración del Presidente, la cual entiendo que tiene pleno derecho de hacerla y obviamente comparto sus posiciones, su dirección, no puede convertirse en una política. 

En eso sí, aclaro, porque hoy día en la mañana escuché unas cosas parecidas a lo que vivimos hace 10 años. ¿Usted cree que hay un estado de propaganda? 

A mí me preocupa el inicio, porque el inicio siempre es suave. No es que el primer día todos vamos presos, pero la primera vez siempre es contra un medio, al que, además, el Presidente fue varias veces a entrevistas. Y después, él dice, “no me imaginé nunca que se iba a convertir hoy en lo que es”.

Una reflexión interesante: mucha cercanía puede quemar, pero ni siquiera es el tema de crítica. 

Porque yo lo que veo, yo recién tengo seis días acá y he estado en medios de comunicación este año. Yo mismo he sido crítico algunas veces del Presidente y he tenido la libertad para hacerlo. 

Tengo un estilo un poco más formal y agudo, pero he sido crítico en muchísimos temas. Y yo he visto la prensa porque hago el mapeo, lo de los periódicos, veo todo. La prensa ha sido bastante crítica con el gobierno. Bastante. Y está bien que lo sea. 

Lo que pasa es que, y ni siquiera digo el caso Encuentro, pero el tema de relacionarlo con el narcotráfico con una simpleza nunca antes vista y que automáticamente la Asamblea quiera enjuiciarlo por traición a la patria porque “le ha entregado el país a los albaneses”. 

El Presidente consideró que, en su condición de Jefe de Estado, le tenía que dar un mensaje al país de que no tiene nada que ver con eso. 

Pero hasta los términos utilizados, “estos malcriados”, “libertinaje”, me recuerdan exactamente a lo que decía Rafael Correa. Y como le digo, me preocupa que así empieza esto y luego solo se agudiza. ¿Qué va a hacer usted como ministro para evitarlo

Lo que he hecho hoy: ir cara a cara. Ese, es un hecho que vale más que leyes y artículos. Para mí las acciones marcan y yo le dije “tengo que ir”.

Fui, debatí, algunas cosas salieron bien, otras salieron mal, porque así es el ejercicio de la prensa y mi responsabilidad como funcionario público.

Esa es una condición. Y yo mismo le propuse al presidente: “todos los ministros van a los medios”. El gobierno no tiene por qué tener censura, si es que alguna vez existió prohibiciones o lo que fuere. Todo el mundo tiene que ir, para que vean que son acciones. 

Yo me voy a encargar mucho de eso. 

¿Usted podría comprometerse a conversar con el Presidente para que esto no vuelva a suceder ni se convierta en un hábito?

Comprendo lo que pasó, comprendo la magnitud. Comprendo las palabras. Hasta cierto punto, le doy la respuesta acerca de sus expresiones.

El hecho no es que no puedes acusar de narcotraficante al Presidente. Ya cuando fue a la Asamblea, dijo “bueno, el vínculo”. Y en varios, segmento y claquetas para el WhatsApp que hizo el medio dijeron que el Presidente preside un narcogobierno. 

Puede haber cuestionamientos a la forma o al fondo o a cómo se ha planteado la información, pero eso no justifica que el Presidente salga en cadena nacional pagada, además, con fondos de los ecuatorianos a insultar, a señalar o a sugerir que un medio o un periodista tiene vínculos con el narcotráfico.

O a defenderse también.

Pero defenderse es otra cosa. Con acciones concretas.

Bueno, ahora se le pide visa a los albaneses, por ejemplo. 

Si usted me dice es algo mucho o poco, bueno, pero es un acto. Si tú estuvieras dependiente de los albaneses, no le vas a poner visas. Sólo con poner un pequeño caso.

Pero recojo, su inquietud es válida.

Usted dice que estas publicaciones pueden ser utilizadas para remover al Presidente.

Los medios tienen todo el derecho del mundo de todos los días, denunciar al gobierno. Es más, muchas cosas debemos agradecer, y lo dije. 

Y la fiscalía tiene que ponerse más activa para poder conseguir la orden ya no de detención con fine investigación, si no la orden de prisión preventiva cerrada la instrucción fiscal para coger lo preso a ese delincuente contumaz de Luque. 

Nosotros somos los más interesados. Sigan haciendo denuncias que permitan atrapar a malos elementos que debe haber en la administración pública. 

Si mañana, el actual Presidente o cualquiera, se logra demostrar que sí tiene una trama que opera como la del presidente Martinelli en Panamá, que era la cabeza de una operación, bueno, que se vaya preso.

Cucalón

El ministro de Gobierno habló sobre los acuerdos firmados con el movimiento indígena. Fotografía de Diego Lucero para GK.

¿Ha habido irregularidades para nombrar autoridades, por ejemplo, se escuchan audios en los que se piden currículums, por un lado, y por otro, la presencia del cuñado del Presidente en ciertos eventos públicos, en un viaje a Estados Unidos, eso no es sospechoso?

 Una comitiva pagada por sus propios medios y no fue a la Casa Blanca ni al Senado, sino a un think tank. 

Si, ¿pero qué tiene que hacer un familiar en un viaje oficial?

Ante esa suspicacia en la parte final de la declaración, el Presidente hace un señalamiento sobre eso. Lo importante es que no se repita. Y dos, el tema de los hechos y el Presidente de República no tiene un solo familiar en toda la administración pública.

Pero no hace falta que los tenga. 

Vamos a los hechos, déjeme terminar porque usted es una periodista muy aguda. Viene un familiar o un mejor amigo, porque esto es parte de la sociocultura ecuatoriana, el “tú no sabes quién soy yo”, “yo soy amigo de tal”. 

Yo trabajé durante nueve años en el Municipio de Guayaquil. Y fui ocho años diputado del partido Social Cristiano. No se imagina toda la gente que decía “ya hablé con Jaime (Nebot)”.

Yo nunca me comí el cuento, pero a lo que vamos, el tema con ejemplos concretos, el tema del señor Víctor Araus, el General que le pide una cita a fulano para que le consiga a mengano. Habla con mengano, que es el familiar del Presidente, sin el consentimiento y él le dice que no lo puede ayudar. 

Vamos al hecho: el Presidente de la República lo botó dos veces al General Araus. Ese es el hecho. 

Lo demás entiendo que puede generar sus susceptibilidades, que puede generar desconfianzas, y por eso dejó de ser Ministro de Agricultura el señor Manzano.

¿Pero justamente, Ministro, si no hubiese nada irregular por qué tendría que irse Manzano?

Primero porque está la palabra del Presidente, que lo he dicho en varias oportunidades, en varias declaraciones, en varias entrevistas que él no ha hablado jamás al respecto con el señor Carrera.

Dos: vamos al tema del Ministro de Agricultura. 

Entre que el señor dice que algún momento le entregó un currículum a una tercera persona que no es miembro del gobierno y que, aparte de ser un sátrapa contumaz, que yo, la primera vez que escuché el nombre de este sátrapa fue cuando yo trabajaba en la Procuraduría, porque ese señor tenía un juicio de narcotráfico y le incautamos el carro.

Quienes somos de Guayaquil siempre hemos sabido que es un sátrapa, porque ese es el término que se merece. Un gandul, un pelafustán.

¿Rubén Cherres?

Ese señor y ojalá que esté preso, es lo que se merece. Ojalá que la fiscalía se mueva, que ese será un capítulo aparte. 

Tengo entendido que hay una investigación. Pero tiene que avanzar para llegar también, al igual que a Luque, a prisión preventiva, a procesamiento, no solamente investigación para fines abiertos. 

Pero voy a seguir con el hilo del Ministro de Agricultura: pasa cerca de un año de ese hecho antes de ser nombrado.

Cucalón

El ministro también fue dos veces legislador por el PSC. Fotografía de Diego Lucero para GK.

¿Por qué se va, entonces?

¿Por qué se va? Porque esa es una muestra del gobierno nacional de que no hay contemplación alguna, inclusive ante la duda. 

Es un gesto político. El señor Ministro de Agricultura no cometió ningún ilícito.

Esa es la prueba que da el Presidente del gobierno, que cuando conoce de algo y ni siquiera estamos hablando algo ilícito, pero algo que pudiera verse mal, algo que pudiera interpretarse contrario el Código de Ética —que fue lo primero que me entregaron, no me dijeron ni buenos días y me lo dieron—, es una muestra de la transparencia del gobierno. 

Bueno, pasemos a otro tema, ministro.

Usted asume el cargo en un momento bastante complicado: se han roto puentes de diálogo entre las organizaciones políticas. Hubo este acuerdo con el PSC que se quebró…

Se quebró antes de nacer.

Incluía también un acuerdo con el correísmo que, de acuerdo a lo que han dicho algunos de sus protagonistas, buscaba gobernabilidad. 

Hoy hemos dado vueltas en círculos y parece que regresamos al mismo punto en el que el gobierno tiene que hablar con las fuerzas políticas. ¿Usted va a ser un puente para este diálogo? ¿Por dónde va a empezar?

La composición de la Asamblea tiene su origen en las elecciones de febrero del 2021, donde nadie tiene mayoría. 

A veces me río, porque cuando alguien tiene mayoría se dice “no, es que es peligroso que un partido tenga mayoría solo”. Y cuando no hay, “qué desastre que es la ingobernabilidad”. 

Te digo porque yo también he sido medio sociólogo vago, de eso me han criticado, que soy filósofo, como tantas cosas que me decían en el Partido Social Cristiano. En todo caso, me río porque no hay nada que nos calce.

Dos: si los puentes se quebraron porque desde el principio, desde que no se suscribió el acuerdo, en vez de ceder las partes —porque en democracia también tiene disensos y eso es lo maravilloso—, usted ha visto la posición permanente, por decirlo menos, de RC5, de tratar de derrocar al gobierno legítimamente constituido. O sea, para llegar al acuerdo, sí. 

Pero cuando no hubo acuerdo, porque el Presidente no lo quiso suscribir, por las razones que ha manifestado, resultó ser lo peor del mundo. Entonces ha habido situaciones complejas. 

He visto que algunos partidos políticos no quieren tomarse la foto.

¿Y sin foto quieren hablar?

Dicen que no quieren sentarse en la mesa, que no hay credibilidad. Yo respeto todo eso. Pero ya lo dije en mi discurso inicial, en todas mis entrevistas y es algo que voy a aplicar: voy a buscar dialogar. Estoy pidiendo una cita al Presidente de la Asamblea. 

Yo debo tener relaciones con todas las funciones del Estado. Yo quiero que todo funcione, porque el Estado para mí es uno solo y todos tenemos distintos niveles de responsabilidades. 

Va a ser bastante difícil, por un tema de cultura política, de parte y parte llegar a un acuerdo

Yo quiero un acuerdo sobre lo fundamental. Quiero aterrizarlo en cosas concretas porque va a haber muchos temas que nos separen más cuando hay elecciones Lo entiendo más que nadie. No de adorno estuve ocho años sentado ahí y casi nunca falté. Entonces, pongámonos de acuerdo en algo.

¿Ese acuerdo empezaría por la seguridad?

Para mí es seguridad. Cada uno en su cancha, porque los legisladores no manejan la Policía, y la Policía no maneja el Código Penal ni la justicia. Cada uno tiene un ámbito. 

El Presidente lo ha dicho como gobernante, yo como operador del Ministerio de Gobierno: creo que sí vamos a encontrar unos cauces. Sí vamos a encontrar lo que yo denomino una unidad de propósitos. Tengo detectado varios temas y espero que haya la cordialidad cívica básica para hablar. 

Las personas se comunican a través del habla y  yo puedo entender que prohíban a los diputados sentarse en una mesa por un acuerdo o que les prohíban sentarse para la foto de Carondelet. 

Pero yo imagino que no les pueden prohibir hablar porque eso sería atentar contra los derechos humanos. 

Entonces le pongo varios ejemplos. Uno, de hecho, en la tarde me reúno con los asambleístas de la Comisión de Enmiendas para la reforma parcial en materia de Fuerzas Armadas. 

¿Para la propuesta de que las Fuerzas Armadas participen en el control con la Policía?

Exactamente. Es una reforma que involucra a la Asamblea. 

Yo estuve en la Asamblea cuando el correísmo aprobó prácticamente lo mismo. 

Que luego la Corte Constitucional se bajó.

Lo pasó en el  2014. 

Lo que pasa es que esa enmienda se perdió dentro de las 14 enmiendas propuestas en esa época porque la que más hacía ruido era la de la reelección indefinida. Entonces, creería que no se van a contradecir. 

Es decir, ¿la propuesta sería sentarse a conversar sobre la participación de las Fuerzas Armadas en el control de la seguridad?

Ni siquiera necesito que vengan ellos: yo soy el que tiene que ir, porque esa discusión ahorita está en el seno de la Asamblea. 

Entonces, no se preocupen, no se preocupen por la foto, que veo que les causa un problema terrible. 

Yo creo que los ciudadanos van a ver bien que se puede trabajar en conjunto y lo demás, en lo que no estamos de acuerdo, pues se resuelve en las elecciones. 

Son para eso: para que cada cierto tiempo, el pueblo le dé la razón a alguien para que ejecute su propuesta de trabajo. 

¿Cuál sería la hoja de ruta? 

De hecho, es una iniciativa del Presidente, pero hay que contar con el apoyo.

¿Quién es el verdadero enemigo que no ha tenido el decoro? 

Este es un tema que ya traspasó todo y ustedes han hecho muchísimos análisis al respecto.

Si en ese tema, como sociedad, como instituciones, como Estado, tenemos un mensaje articulado, fuerte, al unísono, creo que va a ser una gran ventaja.

¿Se puede llegar a eso?

Esa es una de mis expectativas, que esto sea una política de Estado. 

Porque, ya sea que al Presidente le faltan dos años y pico o ya sea porque algunos lo quieren despachar en 58 días, porque ya tengo la hoja de ruta que quieren seguir, hay que entender que esto trasciende al gobierno. 

Es una política de Estado, como cuando fue el conflicto limítrofe del Perú y que como sociedad y como Estado, llegamos a un consenso.

Yo rescato de la consulta popular, pese a los resultados y que yo como ciudadano apoyé, de que en vez de ponernos a pensar más allá de que haya gente que haya votado a favor o en contra, se armaron debates por todos lados acerca de la conveniencia o no de la extradición. Eso es lo importante: cuando tú pones temas de debate nacional, nos salimos del metro cuadrado y comenzamos a mover el país. 

Bueno, no pasó se perdió por poco, pero bueno, ya la gente habla el tema, sabe de qué se trata.

Y ahora no quieren tomarse la foto, no quieren acuerdo, lo quieren bajar, ahora ya lo tengo más claro: ya no quieren ir por la muerte cruzada porque hay algunos que se quedan con cero asambleístas.

Entonces lo quieren destituir, pero en el ínterin de todo esto, seguimos sacando puntos de acuerdo en común en relación a algo. 

Ministro de Gobierno

Fotografía de Diego Lucero para GK.

¿El gobierno tiene tiempo para esos acuerdos antes de que, si lo que usted dice es correcto, el Presidente sea removido?

El veto a esta ley y la objeción debe salir mucho más rápido que esta intención sobre la que quisiera desarrollar un poquito más a fondo.

Esta intención que comenzó como una investigación que yo saludo, jamás podré rechazar o vetar que el legislativo arme una comisión para investigar cualquier cosa que llame la atención. Inclusive, es su labor fiscalizadora del Ejecutivo.

El día que yo diga algo contrario a eso, me voy de este despacho. 

Ahora comenzaron de la nada; pasó lo mismo que con Pandora Papers. Replicaron lo mismo que ya estaba en la prensa, porque ¿cuál es la lógica de las comisiones? Esto yo lo he estudiado porque viajé por invitaciones a muchas partes del mundo: lo de la prensa sirve de aporte para que en Estados Unidos por ejemplo el FBI, la justicia procedan. Así fue el caso de Nixon, ¿me explico? 

Acá es una copia de lo que ya presentaron, no aportan nada, y sirve solo para efectos mediáticos. 

Ojalá que esta investigación tenga temas nuevos, ojalá que sirva de referente para que la Fiscalía actúe. 

¿A qué investigación se refiere en concreto?

Estoy hablando del caso Encuentro, comenzó pegado a la denuncia periodística. La Comisión no aporta más, debería aportar, ¿me explico?

Algunos asambleístas quieren decir que esto es traición a la patria, sin ninguna base de derecho político.

¿Pero podrían hacerlo?

Pueden pedirlo, pero ahí está mi labor como ministro de Gobierno, mi labor como Henry Cucalón. 

Este es el momento más importante de mi vida. Así me vaya mal. Toda mi vida he estudiado derecho político, si alguien sabe de historia política de este país soy yo, mis dos tesis de maestrías tienen que ver con el control político.

Entonces esta va a ser su graduación. 

Esta va a ser mi graduación. Esto no va más allá de los votos, conozco todos los procesos de impeachment. Yo mismo he sido jugador. Yo conozco todos los procesos de la historia. 

No tiene ni pies ni cabeza lo que están tratando de hacer. Sin prejuicios, espero que la Corte Constitucional los ponga en su lugar.

Porque el proceso de juicio político iniciaría en la asamblea pero es la Corte Constitucional la que tiene que avalar.

Tiene que dar un dictamen de procedibilidad.

Y luego del dictamen, si fuera favorable, regresa el proceso a la Asamblea.

Sí, regresa para que se sustancie propiamente en la Comisión de Fiscalización y luego hay un proceso con defensa del Presidente. No es tan sumario como la muerte cruzada, que es un fenómeno mucho más expedito.

Voy a hacer una conversación no solamente con los asambleístas que yo conozco que la teoría es los votos por los votos, si no con la dirigencia ciudadana, la dirigencia política, con la sociedad civil y voy a estar alrededor de tres veces al día en los medios de comunicación. 

Voy a dar una batalla de ideas en la cual me voy a sentir enteramente a gusto.

Me parece lo más infame del mundo, nadie está por encima de la ley, un Presidente puede ser destituido, sí. Pero esto me parece una infamia. 

Así que sí va a ser parte de mis diálogos, para ir con pedagogía y con acción, a demostrar lo equivocados que están con esta pretensión.

¿Cuáles son las responsabilidades que el gobierno debería asumir por este contexto complicado en el que está en este momento? Había un acuerdo que nunca se concretó, por ejemplo.

Bueno, ahora me demoré en atenderte y te pido disculpas, pero salió la Vicepresidenta de la Fenocin, no sé si la viste. 

Estábamos conversando, porque yo ya veo también cuál va a ser la narrativa. Esperemos que no, y voy a tener que conversar y lo hago con mucho gusto con todo el mundo.

El señor Iza dijo que se han cumplido solo 10% de los acuerdos entre el gobierno y el movimiento indígena.

Ya subió entonces porque el sábado leí que dijo que solo 1% se ha cumplido.  

Ya vamos mejor, veo que ya vamos entrando en calor. Ahí tengo el informe, es muchísimo más que eso.

¿Qué porcentaje se ha cumplido entonces?

Ya te voy a dar la hoja que pedí, la leí en la noche porque tengo que empapar no todo puede ser dialéctica, tengo que también aterrizar en hechos. Es mucho más. 

Hay unos cumplidos totalmente, hay unos que tienen un cumplimiento en el transcurso, y hay unos que otros que tienen cierto nivel de dificultad. 

El tema del subsidio por ejemplo, el mecanismo para la focalización, ¿no?

En una parte sí se están desarrollando pero hay una parte que obedece a unas dinámicas que a veces el Ejecutivo no puede determinar. 

¿Y le preocupa que en esta narrativa del señor Iza que además ha dicho que se van a reunir el 24 de este mes, sirva como un eventual combustible para un paro como el de junio de 2022?

Claro, claro lo tengo señalado y quiero conversar. Por eso estuvo la Vicepresidenta de la Fenocin aquí. 

Claro que me preocupa: no solamente por un tema de gestión, sino para que sirva para lo que usted está diciendo. 

Pero quiero ser muy enfático en aquello, no voy a cambiar mi manera de pensar: la protesta es válida, la protesta es reconocida, la protesta es avalada por la Constitución.

Muchos de los grandes cambios en la sociedad, en el mundo entero, se han dado a través de la protesta.

Creo yo, y no solamente por las circunstancias estabilidad del Presidente de la República, que los levantamientos que involucran paralizaciones de todo, no le convienen al país. No por un tema de carácter legal. Voy a ser más frío todavía: no solamente porque está prohibido paralizar un servicio público y está muy mal que alguien cierre la llave de las plantas de  agua potable y deje sin agua. Todo eso está mal, ¿pero sí sabe cuánto le costó el levantamiento de junio al país? 

Más de mil millones de dólares. ¿Sabe qué es lo que pasa con eso? Los ricos se hacen un poco menos ricos pero los pobres se hacen más pobres. 

El costo en inversiones, exportaciones, en divisas, en trabajo, eso es mortal. Ecuador no merece eso. 

La protesta vale, un levantamiento inclusive, pero teniendo como norte un fin legítimo que es promover un cambio.

A mi me encanta debatir, me encanta contrastar, me encanta ir al lugar a hacer un choque de idea a dar una batalla de ideas. 

Señores, nos están llevando a que el debate va a ser quiénes son autócratas y quiénes demócratas. 

Pero regreso a mi pregunta sobre cuáles son las responsabilidades que el gobierno debe asumir para haber llegado a este punto en cuanto a relaciones políticas, contexto social, entre otras. 

A ver, a efectos del cumplimiento de los acuerdos tras el paro, como le estoy diciendo, estamos sobre la marcha.

Crítica siempre tiene que haber y que haya, para efectos correctivos, o para efectos de libertad de expresión, que haya.

Yo digo que no hay condiciones para que me digan que hay incumplimiento y que eso motive no una protesta, sino un levantamiento, que sirva de alfombra para claros fines desestabilizadores. 

Yo no estoy en contra de que la Asamblea haga un contrapeso al Presidente y que lo investigue. A mí lo que no me gusta, y voy a dar la pelea, es que se inventen una vinculación para  activar un artículo que ni aún así se aplica.

Eso es lo que yo voy a rechazar. 

Yo no voy a rechazar que investiguen, yo no voy a rechazar que llamen a los ministros, o que sirva de aporte para la Fiscalía. Pero sé a dónde va, el malestar debe ser ocasionado por algo, porque evidentemente las cosas no están enteramente bien.

 Yo rechazo otra vez más el maniqueísmo, el simplismo de que no hay nada, no hay salud, porque se han hecho tres hospitales, el de Durán es bastante grande y bastante importante,o que no hay educación. No, no: ha de ser que falta mucho por hacer. 

Claro pero sigue sin responder a mi pregunta que implica asumir responsabilidades como gobierno, porque finalmente es más fácil decir “todos nos odian”, “nos quieren botar porque son golpistas”, etcétera. No es que se lo haya escuchado a usted, pero sí algunos voceros del gobierno parecen más concentrados en culpar mucho al resto y no asumir responsabilidades.

Yo retomo las palabras del Presidente: por eso se motivó el cambio. 

Yo no llego por una cuota política, yo soy un ciudadano. Yo estuve, y agradezco la oportunidad que me brindó el Partido Social Cristiano, yo era presidente de Madera de Guerrero, hace un año y medio me dediqué a cuestiones privadas, a la cátedra y a seguir estudiando, etcétera. 

Yo represento a la ciudadanía y hay muchas cosas que cambiar

Hay que procesar muchos mensajes de la ciudadanía. Entre estas cosas, lo de la consulta que en la extradición se perdió por muy poco, hay temas de nuevas etapas que hay que cambiar, hay que mejorar la cercanía con la gente.

Hoy el Presidente está recorriendo hospitales. Si la memoria no me es ingrata va a hacer inauguraciones. Va a ir casa por casa en sectores que están consumidos por la violencia, va a invitar a todas esas personas. 

Hay cosas que se pueden mejorar sin duda y hay que hacer un ejemplo sencillo porque estamos en la línea de comunicación. 

No hay que crear conflictos. 

Pero los conflictos están ahí.

No hay que abrir más frentes innecesarios; inclusive en el choque de las visiones políticas. 

Ahora, sí hay gente que no cree en esos valores republicanos, que no entiende que este es un Gobierno legítimo que tiene que durar cuatro años a menos que exprofesamente viole la ley o  viole la Constitución. 

Ese no es el caso.

Pero a usted le toca un poco venir ahora a recoger la leche derramada porque ya las peleas con el Partido Social Cristiano, con UNES, con la Izquierda Democrática ya se dieron.

Una cosa son las peleas por motivos electorales, pero a mí me gustan las peleas conceptuales.

¿Pero tildar de “triunvirato de la desestabilización” a los oponentes políticos, no fue un error?

Dese cuenta que hay diferentes estilos, yo tengo uno distinto del Presidente.

¿Pero esos calificativos no quiebran muchos puentes? Ataques a los periodistas, Fundamedios ya se pronunció sobre lo que conversábamos al inicio, por ejemplo.

Más allá de que podamos o no estar de acuerdo en la forma, porque esto es lo mismo cuando lo dice un ciudadano que cuando viene del poder, yo estoy más que claro eso y no voy a cambiar mi posición.  

Mire, en junio de 2022, después de un levantamiento, muchos lo que querían era derrocar al régimen.

El ex presidente Correa en noviembre, después que en un solo día asesinaron a policías a mansalva, al azar, a los que atacaron al cuartel policial, decía que la solución era destituir al presidente. 

Qué lindo mensaje contra el crimen organizado. 

Entonces, obviamente esto ha generado reacciones con gustos y con colores. 

Lo han atacado de forma infame, unos por motivos ideológicos, otros porque quieren carnicería. Hay gente que lo quiere ver fracasar. Hay gente que quiere ver el mundo arder.

Primero,  yo no tengo cálculo político, yo no tengo capital político. Yo vengo a aportar un granito de arena en estos temas que me han fascinado toda mi vida, que son la democracia.

El relajo, la anarquía, la desestabilización conspira contra cualquier proyecto orgánico serio. Sea de izquierda, o sea de derecha. El país necesita estabilidad.

¿Es una posibilidad que el Presidente disuelva la Asamblea a través de la muerte cruzada y convoque a elecciones?

Cada vez que al Presidente de la República Guillermo Lasso le preguntan sobre aquello, ha dicho que siempre la tiene ahí en su escritorio. Creo que no han cambiado su posición. 

Yo no le he escuchado, y no le puedo aseverar como Ministro de Gobierno y premiere de la República, de que eso es lo que va a hacer. Repito lo mismo que dice él: siempre estará ahí.

¿Siente que hay riesgo de que el Presidente se caiga?

Yo creo que el Presidente está firme en la conducción de la nave de Estado. 

Hay algunas corrientes, no voy a decir ni siquiera partidos, hay algunas corrientes que evidentemente quieren provocar una desestabilización y no quieren que el Presidente termine su período. 

Sí, me doy cuenta. 

¿El Presidente está convencido de que va a terminar su periodo?

Ahora que he vuelto a trabajar con él, yo lo conocía evidentemente, siempre he votado por él. 

La única vez que no voté fue en 2007, pero ahora que hemos pasado muchísimo tiempo juntos, ahora que me he vuelto a reencontrar, porque yo trabajé con él hace muchos años, es un hombre con mucho temple.

Creo que en estos momentos que pueden ser de adversidad, de escenarios proclives a la desestabilización, lo he visto con una firmeza, con una templanza que me llama la atención. 

Como presidente de la República,no está exento de días malos, de días buenos, de errores, de victorias y derrotas porque así es la democracia. Parece que se nos hace un poco difícil comprender. 

Veo un hombre con carácter.

¿Escucha el Presidente?

Escucha, sí. Él sabe lo que quiere hacer y trascender. Lo veo muy firme. Es una persona consciente de su rol de Jefe de Estado, profundamente comprometido. 

Es muy tolerante ante la crítica. 

No se lo vio así en la cadena, Ministro.

Déjame terminar. Esta novela tiene varios meses. Infame. 

Pero a lo que vamos: es tan tolerante que yo lo he criticado y ahora nos volvemos a encontrar por un fin mayor que es el bien público. Tiene una cuestión que le llega a la obsesión: su honestidad. 

Perder o ganar elecciones, si se reelige o no, nada de eso —tiene un tema con la honestidad y la integridad y me parece bien. Explica todo: los gastos, cómo no deja que nadie de la familia use el avión, tiene una obsesión con el tema de la transparencia y la honestidad.

Maria Sol Borja 100x100
María Sol Borja
Periodista. Ha publicado en New York Times y Washington Post. Fue parte del equipo finalista en los premios Gabo 2019 por Frontera Cautiva y fue finalista en los premios Jorge Mantilla Ortega, en 2021, en categoría Opinión. Tiene experiencia en televisión y prensa escrita. Máster en Comunicación Política e Imagen (UPSA, España) y en Periodismo (UDLA, Ecuador). Ex editora asociada y editora política en GK.
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