El cabo de la Armada ecuatoriana en servicio activo, Pedro Chiriguay, fue detenido el pasado 25 de mayo de 2022. Se sospechaba que Chiriguay era líder de una banda de sicariato en Durán —uno de los cantones más conflictivos del país. Aquella detención aumentó aún más la sospecha de la consolidación de redes de delincuencia organizada en la Policía y las Fuerzas Armadas.
Chiriguay fue detenido junto a Julio César Torres y José Miguel Zambrano por la presunta tentativa de asesinato contra un funcionario municipal de Durán. El hombre sobrevivió a varios disparos contra su vehículo; una bala llegó a su antebrazo. Chiriguay fue señalado como uno de los hombres armados que le dispararon al funcionario. Incluso la Armada confirmó, un día después de su detención, que Chiriguay estaba en “situación de disponibilidad” que, en la milicia, se da previa a la baja —es decir, al cese obligatorio de sus funciones. Pero la baja no se concretó.
El cabo Chiriguay y los otros dos procesados fueron sobreseídos el 7 de septiembre último.
El juez Ricardo Arias, de la Unidad Judicial Penal del cantón Durán, dictó el sobreseimiento para los procesados porque, según él, “los elementos en los que la o el fiscal ha sustentado su acusación no son suficientes para presumir la existencia del delito”. En la audiencia, los abogados de los acusados presentaron versiones y dijeron que el parte policial que los inculpaba carecía de veracidad.
El cabo Pedro Chiriguay recibió el fallo judicial favorable —que fue dictado el 7 de noviembre y expedido el 9 de noviembre. Tras la decisión judicial, fue reintegrado a la Armada ecuatoriana.
La Armada confirmó a GK que Chiriguay —que tiene, entre sus antecedentes, un proceso penal por tenencia y porte de armas en 2015, según registros de la función judicial—fue reincorporado a la Marina por “decisión judicial”.
Desde el 21 de noviembre pasado trabaja en el Servicio de Dragas, una dependencia de la Marina suscrita a la Dirección de Intereses Marítimos de la Armada del Ecuador. El Servicio enfoca su labor a actividades de dragado y relleno hidraúlico.
En un documento interno de la Armada al que GK tuvo acceso, se detalla que la reintegración del cabo Chiriguay llegó días antes, el 8 de noviembre pasado.
Cuando el cabo Pedro Chiriguay, Julio César Torres —que registra un antecedente por tráfico de drogas, aunque su inocencia fue ratificada— y José Miguel Zambrano fueron detenidos, el general Alain Luna, director de Investigación de la Policía, dijo que ellos formaban parte de una “estructura que cometía actividades ilícitas como delitos contra la vida”. Y aseguró que a Chiriguay se lo conoce como alias “El Gordo”. Luego de la difusión del parte policial de la detención, Luna confirmó lo que decía el documento: “varios ciudadanos al interior de un vehículo, al ver a policías realizaron disparos, produciéndose un cruce de balas”.
El alcalde de Durán, Dalton Narváez, e incluso el coronel Jorge Hadathy, jefe del distrito Durán, dijeron que lo ocurrido con el funcionario podría corresponder a la delincuencia común. Narváez contó —en una transmisión del medio local El Ferrodiario— que era una tentativa de robo contra el tesorero municipal. “Supongo que pensaron que llevaba dinero del municipio”, dijo.
Hadathy coincidió con Narváez y explicó que el servidor municipal que recibió los balazos —y por cuyo atentado Chiriguay fue procesado— habría sido interceptado porque los hombres armados pensaban que transportaba “réditos del Municipio”. Sin embargo, ni las afirmaciones de Narváez ni de Hadathy fueron comprobadas durante el proceso penal.
Luego de la decisión del juez Arias, GK revisó el proceso penal. Este es un recuento de cómo comenzó el caso y con qué argumentos se llegó al sobreseimiento.
La detención y la persecución
Pedro Chiriguay, Julio César Torres y José Miguel Zambrano habrían intentado evitar su detención a toda costa, incluso se enfrentaron a tiros con policías para fugarse, de acuerdo con el parte suscrito por ocho policías el 25 de mayo de 2022.
En el documento, se detalla que los policías estaban haciendo un patrullaje por el sector de Los Helechos, en Durán, cuando vieron un vehículo blanco, modelo Land Cruiser, que viajaba a alta velocidad, como intentando escapar. Detrás de él —dijeron los agentes en su versión— iba una camioneta Luv D-max 4×4, sin placas, desde la que los acusados disparaban al Land Cruiser, conducido por el funcionario municipal.
El vehículo en el que presuntamente iban el cabo Chiriguay, Julio César Torres y José Miguel Zambrano perdió pista y se trepó al parterre de una calle, mientras que el funcionario municipal pudo escapar en el carro blanco.
José Miguel Zambrano, según el parte policial, habría bajado del auto para seguir disparando al carro del empleado municipal. Los agentes dijeron que cuando lo vieron, se dieron cuenta de que él y las personas que estaban en el auto tenían “chompas verdes aceitunas con similares características a las de la Policía Nacional del eje investigativo”.
Otro detalle descrito en el parte: los policías se percataron de que el arma que usaba supuestamente Zambrano no era igual a la que los agentes suelen utilizar durante sus operativos. La Policía intentó detenerlos pero, de nuevo, escaparon con dirección al parque de Los Helechos. Los policías neutralizaron al auto, pero cinco hombres —entre ellos, los acusados— salieron corriendo en diferentes direcciones para fugarse. Según los policías, iban con dirección al parque de Los Helechos y allí habría comenzado la persecución.
Decían los agentes que en la “persecución a pie”, los sospechosos se fueron “despojando” de las chompas similares a las de la Policía Nacional.
A Pedro Chiriguay lo detuvieron a unas cuantas calles, cerca de la Unidad Educativa Ilinizas. Allí encontraron su credencial de la Armada ecuatoriana, un Iphone, entre otros. A José Miguel Zambrano, en cambio, lo detuvieron mientras intentaba viajar en un taxi en la avenida León Febres Cordero. Policías en moto lo persiguieron y lograron detenerlo.
En una maleta que Zambrano recogió en un terreno baldío —tras el atentado y antes de ser detenido—, los agentes encontraron un arsenal grande:
- alimentadoras con nueve cartuchos calibre 9 milímetros
- una pistola calibre 380 con una alimentadora con ocho cartuchos
- seis cartuchos calibre nueve milímetros
- cuatro cartuchos 380
- una radio Handy de color negro
- cuatro gorras
- cinco chompas verdes con el logo de la Policía Nacional en el centro
Julio César Torres era el conductor del taxi en el que Zambrano intentó huir luego de recoger la maleta. A él, en cambio, le incautaron celulares y chips.
En el parte policial, los policías aseguraron que al verificar el chasis de la camioneta Luv D-max 4×4 registró que había sido robada el ocho de abril de 2022.
¿Qué dijo el funcionario municipal?
Luego de escapar, Pablo* —nombre protegido del funcionario municipal— llamó al ECU 9-1-1 para contar que, mientras intentaba llegar al Municipio de Durán, un vehículo amarillo —sería el taxi que conducía César Torres—, le obstaculizó el paso. Por el retrovisor, dijo, logró ver a la camioneta Luv D-max, que aceleró y los acusados comenzaron a dispararle.
Cuatro de los disparos llegaron a la ventana izquierda de su vehículo, y uno lo hirió en el antebrazo. Pero logró huir. Los policías tomaron su versión y trasladaron a los acusados a la Unidad de Flagrancias de Durán.
El fiscal Edison Dequilema, como representante de la Fiscalía, formuló cargos contra los tres acusados y solicitó prisión preventiva mientras dure el proceso penal. El juez Ricardo Arias aceptó el pedido de la Fiscalía y dispuso prisión preventiva para los procesados, que fueron trasladados a la Penitenciaría del Litoral.
¿Cómo avanzó el proceso contra el cabo Chiriguay?
El cabo Pedro Chiriguay estuvo en la Penitenciaría del Litoral del 26 de mayo al 8 de junio. Su defensa pidió que la orden de prisión preventiva que cumplía se revirtiera. Y así fue: el 8 de junio se instaló la audiencia de revisión de medidas cautelares y el juez Ricardo Arias dispuso la libertad de Chiriguay, aunque le prohibió salir del país.
La defensa técnica de Chiriguay alegó que el cabo recibía atención médica y controles mensuales a sus 35 años por su padecimiento de diabetes, hipertensión arterial, enfermedad renal crónica y colon irritable.
El juez Arias también dictó medidas de protección para el funcionario municipal, víctima de los disparos, durante un año, incluyendo la emisión de una boleta de auxilio.
La audiencia preparatoria y llamatoria de juicio se había agendado para el 1 de agosto de 2022. Sin embargo, se suspendió pues el cabo Chiriguay cambió de abogado. Hasta ese día, una defensora pública lo había representado.
Pero esa diligencia se pospuso tres veces más: el 8 de agosto, el 17 de agosto y el 1 de septiembre. Finalmente, fue agendada para la tarde del 7 de septiembre del 2022.
El sobreseimiento
El sobreseimiento ocurrió el 7 de septiembre de 2022 —menos de cinco meses después del atentado contra el funcionario municipal. Para ese día, el fiscal a cargo presentó, de nuevo, el parte policial suscrito por los ocho policías, la denuncia del funcionario municipal en la que aseguraba que intentaron asesinarlo, y un informe médico que corroboró sus heridas. La víctima dijo que, debido al ataque y a que los agresores estaban con el rostro tapado, no lograba identificarlos.
La Fiscalía no presentó nuevas pericias para sustentar la acusación de los procesados, pese a que emitió un dictamen acusatorio.
También se expuso la versión libre y voluntaria del cabo Pedro Chiriguay. Ahí, el cabo dijo que no cometió “ningún tipo de acto ilegal”. En la declaración que el cabo dio al fiscal, citado en el expediente, contó que a las 11:30 del 25 de mayo habría ido a la casa de su padrino, ubicada en el sector Los Helechos, donde fue detenido. Aseguró que tenía descanso médico porque tenía una herida en los glúteos.
Después de comer, dijo que su padrino le había dicho que se cuide “por el riesgo que corre como miembro de las Fuerzas Armadas”, pues él trabaja en la unidad de Monte Sinaí. Contó que al salir, mientras iba a tomar un carro para ir a su casa, se le acercó un patrullero de la policía. “Me dice para dónde me dirigía. Les dije a coger el bus en la principal. En eso se bajan tres policías de sexo masculino y una de sexo femenino y me dicen que los acompañe que están investigando un hecho suscitado ese día”.
Chiriguay dijo, según él, que le habrían hecho subir al patrullero “a la fuerza para llevarme con rumbo al UPC del centro de Durán sin decirme los motivos me registraron y me quitaron mi pertenencia, o sea, mi celular. Me decían que dónde estaba el arma, pero les respondí de qué arma me hablaban, ya que está prohibido sacar el fusil entregado por las Fuerzas Armadas en ratos de franco”, contó.
El padrino de Chiriguay, según consta en el acta de la audiencia, corroboró la versión del cabo. Presentó una plantilla de servicio básico para comprobar que el cabo había estado en su vivienda.
Julio César Torres, la persona que conducía el taxi, según la versión policial, dijo que, mientras almorzaba, recibió una llamada de José Miguel Zambrano, su amigo, para que le hiciera una carrera, pues él es taxista. “Llegué a las 13:20 aproximadamente, hice la carrera y me retiré del lugar. Mi trabajo es de taxista y tengo algunos clientes entre ellos a Miguel Zambrano y su familia a los cuales le hago carreras por ser una persona de su entera confianza, siempre esa ha sido mi actividad, no sé porque se me tiene detenido, desconozco por completo los cargos que se me atribuyen”, dijo.
José Miguel Zambrano también negó su participación. Dijo, también en su versión libre y voluntaria, que él habría estado trabajando cuando se “sintió mal” a las 12:30 de la mañana. Dijo que un médico —el mismo que certificó las enfermedades del cabo Chiriguay para que el juez Arias revirtiera su prisión preventiva— lo atendió y le concedió un día de reposo. Después, dijo Zambrano, llamó a Julio César Torres, su “taxista de confianza”, para que le hiciera una carrera en su casa, en el sector de Los Helechos.
Aseguró que camino a su domicilio vio la maleta negra en un terreno baldío. “Le dije al taxista que pare la marcha para ver ese bolso que se veía bueno y me bajo a verlo. En eso cojo el bolso y llegan cuatro motos de la Policía y me dicen que deje eso ahí, que es evidencia”, contó. Luego, según él, cuando iba a subirse de nuevo al taxi, uno de los policías le habría dicho que “no se vaya, que espere hasta revisar el bolso negro”. Afirmó que tomó el bolso porque se veía bueno, no “porque lo haya puesto en ese lugar”.
Luego de escuchar esas versiones y las evidencias, el juez Arias dispuso el sobreseimiento del cabo Chiriguay, debido a la “falta de pruebas”. El 20 de septiembre, un juez encargado de la Unidad Judicial Penal de Durán dispuso la devolución de la credencial de la Armada a Chiriguay, que ya volvió a la institución.
GK solicitó una entrevista a la dirección de Investigación de la Policía para conocer cuál era el mapeo delincuencial de Chiriguay y la presunta banda que integraba, pero un comunicador de la institución refirió que el tema debe consultarse con la Fiscalía.
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