Los carteles con las fotografías y nombres de María Belén Bernal, Ivis Berrios, Valentina Cosíos, Nikita Soto encabezaron la marcha Vivas Nos Queremos del 1 de octubre de 2022.
Las pancartas las cargaban las madres y hermanas de las mujeres de las fotos, todas víctimas de femicidio. Con ellas, que reclaman que el Estado responda por las muertes violentas, marcharon más de mil personas que también protestaron contra la violencia machista en el Ecuador.
Solo entre enero y el 3 de septiembre de 2022 en el país ha habido 85 femicidios, 115 mujeres asesinadas por el crimen organizado y 6 transfemicidios.
Fue el femicidio de María Belén Bernal el que despertó indignación en todo el país y motivó esta protesta.
El cuerpo de la abogada de 34 años fue encontrado 10 días después de estar desaparecida luego de que entró a una escuela de policía, donde estaba su esposo, el policía Germán Cáceres, el principal sospechoso de su asesinato.
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Por eso, las consignas que históricamente se cantan en las marchas feministas en contra de la impunidad, de la incompetencia de las instituciones públicas y sus funcionarios, esta vez fueron coreadas con más fuerza.
¡Los chapas no me cuidan, me cuidan mis amigas!
¡Yo sabía!
¡Yo sabía!
Que a los femicidas, los ciuda la policía
Yo sabía
Allí están
Esos son
Los que encubren al agresor
Cientos de mujeres coreaban con sus pañuelos morados —símbolo de protesta en contra de los femicidios— y verdes —símbolo para exigir un aboto libre y legal; otras pintaron sus rostros con escarcha púrpura.
Muchas llevaron carteles para exigir que cese la violencia, que el Estado no encubra a los agresores, que el aborto sea garantizado.
La marcha fue convocada por 70 organizaciones que defienden los derechos de las niñas y mujeres en el país. Mujeres, niñas, niños y algunos hombres salieron pasadas las 11 y media de la mañana desde el Parque el Arbolito, el punto de encuentro histórico para las manifestaciones sociales en la capital ecuatoriana.
Recorrió la avenida 6 de Diciembre, la avenida la Patria e hizo una pausa en la Fiscalía de Flagrancia; continuó por la avenida Amazonas hasta que se detuvo afuera de la Comandancia de la Policía, en la misma avenida.
Allí un grupo de manifestantes, con pintura rosada y brochas escribió en la calle frente a la Comandancia: Vivas Nos Queremos, la consigna de la marcha y el nombre de los colectivos en América Latina que reclaman, de manera constante, por el aumento de los femicidios.
Las familiares de las mujeres asesinadas que encabezaban la marcha se pararon con sus carteles, flanqueando las letras rosas, mientras seguían llegando más manifestantes que se detenían formando un cuadrado que ocupó la avenida hacia al norte, el sur, y hacia el Parque La Carolina.
Ruth Montenegro, la mamá de Valentina Cosíos —una niña de 11 años que fue violada y luego asesinada en su escuela—, habló en nombre de las madres de víctimas de femicidio.
“No es posible que nuestras hijas salgan un día a la escuela y no las volvamos a ver. Y no nos den respuesta. Y que los agresores sigan libres”, dijo Montenegro, quien lleva seis años exigiendo que se esclarezca la muerte de su hija.
Las mujeres, entre abrazos y lágrimas, entonaron Canción sin Miedo —una canción creada en México para protestar contra los femicidios que se ha convertido en un himno feminista en América Latina.
Luego parte de los protestantes se dispersaron. Un grupo de al menos ciento cincuenta personas se quedó protestando con los mismos gritos en contra de la policía.
Mientras unas movían las rejas que flanqueaban el edificio de la Comandancia de Policía, otras echaban huevos que chocaban con la fachada o el vidrio de la puerta principal.
Fueron poco más de cuatro horas de caminata, gritos y consignas para reclamar que cada 28 horas una mujer es asesinada en el país.