En diciembre de 2020 se abrieron las puertas de PALATU Coffee Spot, una cafetería de especialidad en la calle Catalina Aldaz, al norte de Quito.
El lugar ofrece, a través del café de especialidad, una novedosa experiencia dirigida a estimular y satisfacer los cinco sentidos. El logo de PALATU y sus referencias gráficas lo explican perfectamente.
Pablo Puente, o como él se presenta, Pablo papá, dice que fue difícil empezar en plena pandemia. Lo que le dio confianza fue la certeza de que su equipo de trabajo estaba a la altura del reto. Eso lo sabía muy bien, considerando que PALATU es un negocio enteramente familiar.
Cada miembro de la familia Puente aporta algo, empezando por Pablo. Él se formó y trabajó muchos años en el ámbito financiero internacional. Su esposa, Mónica, es chef pastelera y se asegura de la provisión y control de calidad de todos los alimentos que se sirven en PALATU.
Una de las variedades de café que tiene PALATU. Fotografía de PALATU.
Sus hijos, Pablo Esteban y Daniela, estudiaron ingeniería y marketing, respectivamente. Ambos le dieron personalidad a PALATU, su estilo, color e imagen de la marca. Pablo E. vivió y trabajó en Canadá durante seis años. Allí se familiarizó con el café de especialidad y entendió que una cafetería puede ser un sitio atractivo, acogedor y divertido.
Él explica que para que un café sea de especialidad debe cumplir con algunos estándares, entre ellos la trazabilidad del grano de café, esto es que sea posible determinar su origen, proceso productivo y tueste. También es importante el procesamiento en cafetería, la calidad de los equipos utilizados, así como la técnica y experiencia del barista. Todo ello influye en los atributos de sabor, aroma, cuerpo y presentación del café.
PALATU actualmente utiliza café de la variedad caturra honey y caturra natural, que se cosechan en Pichincha e Imbabura. Los eligieron después de cuidadosas catas a ciegas. Era importante encontrar los atributos de sabor, aroma e identidad requeridos. Su espresso, por ejemplo, tiene notas de sabor a amaretto, dulce de leche y chocolate.
Según los Puente, Ecuador es un país cada vez más reconocido por su buen café. El público local es más exigente y tiene más cultura cafetera. La meta de PALATU es que en Quito, como en las grandes ciudades, la gente disfrute de los mejores cafés del mundo.
Como señala Pablo Puente, emprender en el país no es fácil, no sólo por el elevado precio del café de calidad, sino por las numerosas normativas que se deben cumplir. Hoy el negocio se sostiene bien y se espera el futuro con expectativa, después de haber navegado los duros tiempos de pandemia.
Café tostado de PALATU. Fotografía de PALATU.
¿Qué es lo que encuentran quienes visitan PALATU?
Todo lo que ofrece PALATU —”paladar” en latín—, satisface a los cinco sentidos. Un café delicioso en todas sus preparaciones: espresso, cappuccino, americano, flat white, etc. También los postres, su clásica torta de zanahoria o el cake de mantequilla de maní —favorito de muchos—, pizzas, sándwiches y más opciones, hechas artesanalmente.
Siempre habrá un motivo para ir, solo o acompañado, para una cita o reunión de negocios, con familia o amigos. PALATU es más que el excelente café y la comida. Es un gran ambiente para gente diversa, donde prima la atención a los detalles, que van desde la cerámica de las tazas hasta su playlist cuidadosamente seleccionada. Los eventos de música en vivo, los talleres, las ferias y las exposiciones no faltan en un lugar que promete a sus clientes “recargar sus sentidos”.
