El hospital Pablo Arturo Suárez se está hundiendo. En una rueda de prensa la ministra Ximena Garzón, acompañada por varios gerentes de los hospitales del sistema público de salud de la zona 9—perteneciente al Distrito Metropolitano de Quito—, aseguró que la nueva torre del hospital que fue entregada durante el gobierno de Rafael Correa se está hundiendo a causa del peso de la estructura, por lo cual han tenido que establecer algunas medidas emergentes, aunque no dio más detalles.

Según Garzón, en la misma torre existen cuarteaduras en pisos y paredes, a pesar de que esta infraestructura fue entregada en 2015 y cuenta con 75 consultorios de atención general y 33 para especialidades médicas—. Para reforzar la estructura, la ministra informó que se han depositado tres millones de dólares con lo que se intentará solucionar este problema, sin embargo la ministra no aclaró si el pago ya fue realizado.

Durante la pandemia, el hospital Pablo Arturo Suárez sirvió como hospital centinela, es decir que se dedicó la atención específicamente para casos de covid-19,  lo que implicó que se detuvieran varios servicios que se han ido restableciendo lentamente, como consulta externa, emergencia y cirugías. Mientras fue hospital centinela, “se restringieron los turnos, pero se está habilitando toda la capacidad” aseguró la Ministra. Sin embargo, varios reportes de medios de comunicación se ha denunciado cómo pacientes claman por atención médica y entrega de medicinas en hospitales públicos. Garzón también dijo que “en el primer cuatrimestre de 2022, se han atendido 1.743 cirugías, traumatología 431 cirugías, consulta externa 28.657 pacientes, emergencia 160 pacientes diarios”.

Desabastecimiento de medicinas

El 26 de mayo, el Colegio de Médicos de Pichincha, a través de varios representantes hospitalarios, denunciaron la falta de abastecimiento de insumos, dispositivos, medicamentos y el escaso mantenimiento preventivo de los equipos médicos en las instituciones de salud. Por lo que solicitaron que se establezca “la emergencia en el sistema de salud”. “No hay insumos, no hay material para operar”, dijo Carlos Cárdenas, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha. También dijo que los pacientes no son recibidos en otras casas de salud porque tampoco tienen insumos para operar. Según explicó este problema se da porque se cambia el personal administrativo constantemente  y los procesos de compra se deben iniciar nuevamente. 

Sin embargo, la ministra de Salud hoy dijo que “habría que preguntarles por qué” dice esto el Colegio Médico de Pichincha . Según ella, en la zona 9 existe un abastecimiento del 70% a nivel general, y en el caso específico del Pablo Arturo Suárez se llega a un “86 % de medicamentos y 88 % de dispositivos médicos”; sin embargó, aclaró, que se están comprando los insumos necesarios, especialmente para las cirugías traumatológicas. 

La corrupción

El problema del desabastecimiento se agrava porque según la ministra de Salud, los procesos de compra de medicamentos se deben detener cuando se detectan irregularidades. Según ella, su administración no permite que haya “procesos dirigidos o amarrados para impedir los procesos de corrupción”. Garzón aseguró que este problema “es difícil de afrontarlo, porque es un problema que lleva décadas”. Por ejemplo, dijo que en el hospital Enrique Garcés, ubicado en el sur de Quito,se encontró un caso “gravísimo” de corrupción: se estaban vendiendo a los pacientes los medicamentos que son gratuitos por lo que ya se han desvinculado varios servidores públicos a causa de este suceso, dijo la Ministra.

Garzón también dijo que se están realizando algunos cambios en los procedimientos de compra, porque actualmente “no existe un control en el precio de la compra de medicamentos que se hace con un clic, sin ningún control”. 

El sistema público de salud es responsable de atender el 60 % de la población, el 32 % se divide entre Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Instituto  de Seguridad Social de la Policía Nacional  (Isspol), Instituto  de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) y 8 % se hace atender en la red privada.