El IOTA se paga a las 06:36 horas a 0,54 dólares, lo cual implicó una mejora del 2,05% con respecto a los 0,53 dólares de la jornada previa.

Si consideramos los datos de la última semana, el IOTA marca una caída del 11,53%, por lo que desde hace un año aún conserva una bajada del 48,65%.

En la foto anual, el IOTA ha llegado a cambiarse en un máximo de 1,40 dólares, mientras que su nivel más bajo ha sido 0,53 dólares. Por otro lado, el valor de esta criptomoneda basada en Blockchain se sitúa más cerca de su mínimo que de su máximo.

Con respecto a fechas anteriores, gira las tornas respecto del de la sesion previa, en el que se anotó un descenso del 2,98%, mostrando recientemente una falta de continuidad en los resultados.

¿Cuál es la volatilidad de esta criptomoneda?

La volatilidad es un elemento que puede condicionar la rentabilidad, valor y activos financieros y gestión de carteras en general. Básicamente, la volatilidad financiera muestra una variación o cambio de tendencia de un activo dentro de periodo de tiempo determinado.

Dicho de otro modo, si una criptomoneda apenas tiene variaciones significativas, esto supondrá una baja volatilidad. ¿Por que razón? Porque su tendencia apenas ha variado en ese tiempo. Por el contrario, un precio mucho más cambiante en el tiempo repercutirá en un incremento de la volatilidad. Como consecuencia, una volatilidad alta conlleva un mayor riesgo para los inversores potenciales, mientras que una baja implica menor riesgo.

En la última semana la volatilidad del IOTA presenta un comportamiento notoriamente inferior a la volatilidad que reflejan las cifras del último año, lo que indica que su cotización está presentando menos variaciones de lo habitual últimamente.

Podemos asumir, por lo tanto, que la volatilidad mide la posibilidad de que una inversión pierda valor. Un valor estable implicará seguridad para el inversor, mientras que las alteraciones llevarían un riesgo mucho más alto para los inversores más activos.

Por supuesto, hay diferentes maneras de medir la volatilidad de un activo (principalmente, en función del periodo y momento en el tiempo en el que se entienda el concepto) y es un valor generalmente constante, pero como en todo, no está libre de riesgos que pueden desembocar en cambios en la tendencia.