Tras la apertura de la sesión bursátil el IOTA se cotiza a las 06:35 horas a 0,77 dólares, lo que supuso del 1,05% con respecto al dato del día anterior, cuando se situó en 0,78 dólares.

Teniendo en cuenta la última semana, el IOTA registra una ganancia del 5,12% y desde hace un año todavía mantiene una subida del 4,76%.

En la foto anual, el IOTA ha llegado a pagarse en un máximo de 1,40 dólares, mientras que su nivel más bajo ha sido 0,68 dólares. Por otro lado, el valor de esta criptomoneda basada en Blockchain se sitúa más cerca de su mínimo que de su máximo.

Comparando este dato con el de fechas pasadas, invierte el resultado de la jornada previa, cuando acabó con una mejora del 0,91%, mostrándose incapaz de establecer una tendencia recientemente.

¿Cuál es la volatilidad de esta criptomoneda?

La volatilidad es un factor que puede afectar considerablemente a la rentabilidad, valor y activos financieros y gestión de carteras en general. Básicamente, la volatilidad financiera muestra una variación o cambio de tendencia de un activo dentro de un momento temporal.

Dicho de otro modo, si una criptomoneda apenas tiene variaciones importantes, esto supondrá una baja volatilidad. ¿Por que razón? Porque su tendencia apenas ha variado en ese tiempo. Por el contrario, un precio muy cambiante en el tiempo repercutirá en un incremento de la volatilidad. Como consecuencia, una volatilidad alta supone un mayor riesgo a la hora de invertir, mientras que una baja implica menor riesgo.

En la última semana la volatilidad del IOTA presenta un comportamiento visiblemente inferior a la volatilidad que muestran las cifras del último año, por lo que su cotización está presentando menos alteraciones de lo normal en los últimos días.

Podemos afirmar, por lo tanto, que la volatilidad mide la probabilidad de que una inversión pierda valor. Un valor estable implicará seguridad para el inversor, mientras que las alteraciones tendrían más riesgo para los inversores más activos.

Por supuesto, hay muchas formas de medir la volatilidad de un activo (principalmente, en función del periodo y momento en el tiempo en el que se quiera entender el concepto) y es un valor generalmente constante, pero como en todo, no está libre de riesgos que pueden provocar cambios de tendencia.