Pregunta: Mi vida sexual es limitada y siento que estoy envejeciendo. 

Mi esposa tiene depresión crónica, he decidido quedarme con ella, e incluso tenemos relaciones abiertas. Siento tanta dificultad en encontrar una pareja sexual y aunque quiero, a veces solo me siento cansado emocionalmente por lo complejo que es vivir con alguien con depresión. Amo a mi esposa.

¿Debo resignarme a mi vida sexual para evitar dramas en casa?

Respuesta:

Estimado lector, 

Quiero que te imagines a la depresión como una mascota particularmente fastidiosa, y quiero que sepas que soy fan de los animales y tengo tres hermosos perros. No odio a las mascotas. Llamemos Deppy a esta mascota tuya, e imaginemos que es muy cercana a tu pareja. A veces gruñe cuando te acercas a él, y tiene muchas necesidades: debe pasear, comer balanceado especial, y tomar medicamentos dos veces al día. 

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Tal vez tu pareja ya tenía a Deppy cuando la conociste, pero no sabías todas las responsabilidades que conllevaba vivir con ella. Amas a tu pareja, pero honestamente, su mascota puede ser una molestia. Hay veces que Deppy ocupa todas las energías de tu esposa, y en las decisiones de los dos siempre deben tomar en cuenta las necesidades de su mascota, tomar en cuenta cómo va a reaccionar. 

Vivir con depresión y vivir con alguien que tiene depresión es una situación que muchas personas enfrentan: según la Organización Mundial de la Salud, en el 2023, cerca de 280 millones de personas en el mundo sufrían de depresión. Sus familias también son impactadas por este desorden. 

No quiero trivializar la experiencia que viven las personas con depresión y sus familias, pero la metáfora de Deppy me sirve para ilustrar una experiencia de un grupo de personas que ha sido muchas veces olvidado en la conversación: los que están alrededor, cuidando y apoyando emocional y financieramente a sus seres queridos que luchan todos los días con depresión. 

El dolor de ver a alguien amado sufriendo sin poder hacer mucho al respecto es ignorado o minimizado, a pesar de que tiene un impacto en la salud física y emocional de toda la familia.

En la psicoterapia sistémica, que es una de las escuelas de la psicología, entendemos a la depresión y otras dificultades de la salud mental no como un síntoma dentro de la familia y la comunidad. Es decir, puede ser que tu mascota Deppy sea más pegado a tu esposa, pero igual tú tienes que vivir con él. Sus ladridos te despiertan en la mañana, no puedes planificar vacaciones sin llevarlo, y es casi imposible tener una vida sexual plena cuando los dos están agotados por cuidarlo.

Mantener el deseo sexual en una relación larga es un desafío para muchas parejas, incluso si no tienen dificultades con su salud mental. La depresión y los medicamentos antidepresivos pueden disminuir el deseo sexual. En tu caso, estás dividido entre un deseo de mantener una vida sexual activa o resignarte a abandonar las expectativas que tienes con tu sexualidad para evitar conflictos. 

Mi consejo

Yo veo tres opciones posibles, teniendo en cuenta que ya has decidido quedarte en esta relación. 

La primera opción, que es posible que ya la hayan intentado, es que sus necesidades sexuales sean satisfechas dentro de la relación. En el contexto de la depresión, puede sentirse imposible lograrlo, pero el apoyo profesional puede ser útil en este caso. 

La segunda opción es hacer un duelo de las expectativas que tenías de cómo sería tu vida sexual, y generar nuevas que se adapten a tu realidad. 

Y la tercera opción es la de abrir de una forma ética y consensuada la relación, permitiendo que ambos exploren otras relaciones. 

Como me cuentas, con tu pareja decidieron, en teoría, tener una relación abierta, pero se te ha hecho difícil saber cómo llevarla. Puedo imaginarme que poner en práctica su acuerdo te genera miedo de empeorar la depresión de ella. Pero debes saber que tú no eres responsable por la salud mental de tu esposa. 

En relaciones cercanas, nuestras acciones impactan al otro. En una relación comprometida, lo mejor que podemos hacer es tomar en cuenta cómo afectamos a los demás al tomar decisiones. Somos responsables de nuestras acciones, pero no de las emociones del resto.

Volviendo a la metáfora, quienes tomaron la decisión de abrir la relación fueron tu esposa y tú, no Deppy, porque la que tiene la agencia sigue siendo tu esposa. Lo que pueden hacer ambos es acordar las formas en que van a cuidar a Deppy durante sus citas con otras personas. Si tú te haces cargo de la salud mental de tu esposa, sería como dejar que Deppy, su mascota, decida los planes de los tres. 

¿Le has dicho a tu esposa cómo te sientes? 

Cuéntale. No solo lo que te pasa sino también cómo te sientes, y las preocupaciones que tienes. Algunas de esas conversaciones pueden ser incómodas y seguramente te sentirás vulnerable, pero así es como se construye más empatía y seguridad. 

En esas conversaciones pueden entender mejor los disparadores que generan malestar cuando uno de los dos está con alguien más. Algunos de los pensamientos comunes son el sentirse insuficiente, compararse con otra persona, o pensar que nos van a abandonar. Aborda estos pensamientos sin buscar culpables ni ponerte a la defensiva. Con una buena comunicación, pueden aclarar las expectativas y límites que tienen. 

Para aumentar la seguridad en la relación, ustedes necesitan tiempo de calidad, conversaciones sinceras y profundas, y cariño físico. Tener una buena base en la relación va a ayudarles a contrarrestar los pensamientos negativos cuando tú o tu esposa estén con alguien más. Individualmente, tener un sistema de apoyo fuera de la relación aumenta su seguridad individual.

Las personas cercanas a alguien con depresión también necesitan apoyo. Muchas veces los cuidados se centran en las personas que viven con depresión. Tener amigos o familiares que te permitan compartir cómo te sientes, herramientas para ti —prácticas como mindfulness, journaling, hábitos saludables—, y muchas veces la ayuda de un profesional, puede ayudarte a sostener tus propios síntomas. 

El cuidador también necesita ser cuidado. Un estudio de la universidad de Harvard que hizo seguimiento a un grupo de personas por 84 años mostró que el factor más importante para una buena calidad de vida es tener relaciones cálidas y cercanas. Eso no se limita a las relaciones de pareja. Fomentar buenas relaciones con amigos o familiares, tanto para ti como para tu esposa, puede aliviar la presión que tiene vivir con depresión. 

Tal vez Deppy siga acompañándolos, pero es más manejable cuidar a una mascota cuando tienes muchas personas que te acompañan.

Andrea Yandun 150x150
Andrea Yandún
Psicóloga clínica y master en terapia sistémica familiar. Crea contenido informativo sobre no monogamias éticas y relaciones respetuosas.
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