Cómo hablar de temas difíciles con los niños

Cuando los adultos enfrentan situaciones complicadas —como la violencia que vive Ecuador a inicios de 2024— los menores también deben ser tomados en cuenta. Tener conversaciones de temas difíciles con los niños es parte de la educación respetuosa. Aunque busquemos protegerlos, dejar de contarles lo que está sucediendo no es una opción, porque eventualmente se van a enterar, y probablemente no sea de la manera más cauta. 

Si hablar de la muerte, desastres naturales, convulsiones políticas, o violencia en las calles puede ser estresante y abrumador, tener esa conversación con un niño puede aumentar esa ansiedad. Por eso aquí te dejamos algunos consejos de expertos para abordar malas noticias o temas difíciles con los niños.

Unicef, la agencia de la ONU especializada en niñez, recomienda:

• Buscar un lugar tranquilo sin muchas distracciones para hablar
• Hablarles a los niños como iguales, respetando sus emociones; así se genera un ambiente de confianza
• Hablar con palabras sencillas que el niño o niña conozcan y con conceptos apropiados para su edad
• Preguntarle cómo se siente al respecto
• Mostrarle que a ti también te preocupa la situación para que sienta la apertura de expresar sus emociones

El centro de desarrollo infantil, Alouette, una institución de educación inicial con enfoque en crianza positiva, aprendizaje vivencial y seguridad y confianza emocional, sugiere:

• Ser honesto y responder todas las preguntas que surjan
• Garantizar que estás ahí para ayudar y acompañar
• Invitar a que te hagan preguntas
• Buscar hacer actividades divertidas juntos después de tener la conversación
• Buscar apoyo profesional si lo consideras necesario

Verónica Pastor, especialista en educación, dice que ante un hecho de violencia, como los que se han vivido en Ecuador en las últimas semanas y generan miedo, la función de los adultos es, primero, generarles calma, y segundo explicarles la situación:

“Ahora no podemos ir a trabajar o a la escuela porque ha habido algunos problemas que están tratando de solucionar afuera”, dice Pastor que puede ser una primera aproximación a los hechos. 

Pero en el caso de que sea un niño que ya ha visto o escuchado algo en las noticias, y ya tiene capacidad de entender la situación, se les puede decir algo más. “Nosotros estamos seguros y estamos bien, no nos va a pasar nada. Ahora, como en la ciudad hay algunos problemas y hay algunos ladrones que han salido, los policías están poniendo orden y necesitan que los niños y los papás nos quedemos en la casa”, explica la especialista en educación.

Dependiendo de la edad del niño va a variar el nivel de detalles, las palabras que se usan, pero siempre teniendo en cuenta que la idea es tranquilizarlos y liberarlos de la angustia, hablándoles en positivo y evitando ser pesimistas.

Además, se recomienda que evites:

• Esperar mucho para contarle la noticia o hablar del tema en cuestión
• Que la conversación sea muy larga y pierdas la atención del niño
• Tener la charla justo antes de que se vayan a separar, porque pueden quedar con incertidumbre y ansiedad sin nadie que los reconforte
• Dar demasiados detalles que puedan ser abrumadores y difíciles de procesar

Quien debe darle la noticia a un niño o niña —como una enfermedad grave, el fallecimiento de alguien cercano, un asalto o un atentado— también se enfrenta a una situación incómoda, por eso Unicef recalca lo importante que es estar tranquilo. Según Alouette, los niños son más sensibles a las emociones que perciben en los adultos. 

Cómo pueden reaccionar los niños

Hay varias formas en las que un niño puede reaccionar frente a las malas noticias. Depende de la edad, la cultura y la forma en que han aprendido a manejar sus emociones.

A veces puede ser silencio absoluto, algo que, de acuerdo con Unicef, se da porque están procesando la información o pensando en preguntas.

En otras ocasiones, la respuesta puede ser de llanto y enojo. Si eso ocurre, es importante generar empatía, mostrando que no están solos y que es normal que se molesten.

Independientemente de la situación, resalta Unicef, lo importante es validar sus emociones, responder a todas sus preguntas con honestidad y lenguaje claro y acompañarlos mientras procesan la información.