Un coche fúnebre plateado sale por las puertas metálicas de una morgue en el centro norte de Quito. El capó está cubierto por una bandera de Ecuador. Adentro hay un ataúd. Dentro de él, Fernando Villavicencio. 

auto de la funeraria

El auto de la funeraria que llevaba el féretro de Fernando Villavicencio estuvo escoltado por policías. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

Son las 11:12 de la mañana del 10 de agosto de 2023. Hoy se cumplen 214 años del Primer Grito de la Independencia. Pero Ecuador no celebra la fecha que sembró la emancipación de España. Los actos de conmemoración se cancelaron. Hay luto nacional por tres días. Ayer asesinaron al candidato presidencial, político, activista y experiodista. 

Afuera de la morgue cerca de cincuenta personas apuntan con sus teléfonos a un portón, esperando la salida del féretro. 

Con gafas y desconcierto, Christian Zurita maneja el vehículo que precedía la carroza mortuoria. Un día antes, el periodista y amigo cercano de Villavicencio lo acompañó en el mitin a cuya salida fue asesinado. Fueron doce tiros mientras se subía a una camioneta blanca sin blindaje. 

“Mataron a mi amigo”, publicó Zurita en su cuenta de la red social X, antes llamada Twitter, poco antes de las 7 de la noche.

La salida de la carroza plateada toma un minuto. Está rodeada de motos policiales y agentes de a pie. Algunos ciudadanos aplauden mientras el vehículo avanza por el último tramo de la avenida Mariana de Jesús. Es seguido por apurados reporteros que se suben a camionetas para alcanzarlo.

➜ Contenidos sobre las elecciones anticipadas de 2023

La escena es breve y difícil de asimilar. Así como es difícil pronunciar lo indecible: Fernando Villavicencio, un candidato presidencial ecuatoriano, ha sido asesinado. 

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A las 11:52 de la mañana al menos 40 periodistas esperamos en la vereda mientras policías atraviesan una reja negra de extremos puntiagudos y dorados, pero no brillantes. Por esa puerta hace pocos minutos entró el coche fúnebre plateado con la bandera tricolor en el capó.

Del otro lado del cerco, más de una docena de policías, con cascos y chalecos antibalas, están de pie en la calle adoquinada, junto al edificio de ladrillos vistos de la funeraria Memorial. Es la imagen que se replicará en decenas de noticieros de hoy. 

ingreso a la funeraria

Una decena de policías custodiaba el ingreso a la funeraria donde estaba siendo velado Villavicencio al mediodía del 10 de agosto de 2023. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

Un hombre de gris dice que a la 1 de la tarde habrá una rueda de prensa en el hotel Quito. Contesta algunas preguntas, y se va. 

Liliana Tejada, 48 años, blusa negra, rosca en el pelo y gafas oscuras reclama a los guardias que la dejen pasar a la sala donde está el cuerpo sin vida del candidato. “Él seguirá siendo nuestra esperanza. ¡Nos arrebataron a nuestro héroe! Estoy con el corazón destruido”, grita llorando. 

Es una simpatizante de Villavicencio y dice que apoya al partido, apoya la campaña, lo apoyaba a él. Otra señora que está a su lado también grita:

¡Ecuador despierta!

¡Ni un voto al correísmo!

¡Asesinos!

Fernando Villavicencio era enemigo público del ex presidente Rafael Correa. En su gobierno y después reveló varios escándalos de corrupción. Uno mostró los millones de dólares que se gastaron para mantener asilado al informático Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres. Otro reveló la trama de coimas con Odebrecht que vinculó a altos funcionarios del correísmo. 

Un día antes de ser asesinado, Villavicencio presentó en la Fiscalía General del Estado supuestas pruebas de cómo el ex vicepresidente de Correa, Jorge Glas, habría renegociado 21 contratos petroleros en bloques de la Amazonía perjudicando al Estado por millones de dólares. 

simpatizante de Fernando Villavicencio

Liliana Tejada, una simpatizante de Fernando Villavicencio, entre gritos y lágrimas, habló con periodistas y acusó al ex presidente Rafael Correa del asesinato del candidato presidencial. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

Las dos mujeres seguidoras del candidato víctima de sicariato repiten que Fernando Villavicencio era el único hombre que nos iba a salvar. Que era el único que tenía las ideas claras. Que era el único valiente.

Indignadas, les gritan a los uniformados: “¡Ayer tenían que haberle cuidado!”. El reclamo es porque los videos que circularon del instante en que los sicarios abren fuego en contra de Villavicencio muestran cómo lo rodean policías que no logran protegerlo de los disparos. 

Después de gritar y llorar, las mujeres se alejan de las cámaras y micrófonos. Esperan que alguien les permita entrar. 

Los reporteros nos dispersamos. Algunos saludan y luego hay silencio. Cuando matan a un candidato a la presidencia por primera vez, un “cómo estás” resulta inútil. 

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A la 1 de la tarde en un salón del Hotel Quito una mesa alargada con mantel azul está flanqueada por más de cuarenta periodistas con micrófonos, cámaras o teléfonos. Sobre la superficie de tela hay tres carteles de papel que dicen Patricio Carrillo, Andrea González y Antonio López.

Veintiún minutos después las tres sillas son ocupadas por los tres nombres. Primero habla González,  binomio de Fernando Villavicencio en estos comicios. Con la calma de quien sigue en shock y no ha recuperado la tranquilidad, la ambientalista guayaquileña pide respeto por la vida del “presidente valiente y amigo”.

Reporteros de medios nacionales e internacionales

Reporteros de medios nacionales e internacionales se apretaron junto a la mesa donde estaban los tres representantes del movimiento Construye. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

“En estos momentos de dolor, pedimos la unión y la paz de la ciudadanía. Y sobre todo que aquellos que creen aún en la promesa de Fernando, respetemos y solo compartamos las noticias y la información que viene de las fuentes confiables”, dice la candidata a la vicepresidencia, que lleva un chaleco antibalas negro que dice Policía. 

Nunca antes habíamos visto un candidato a las más altas funciones del gobierno vistiendo la temible prenda. 

La advertencia de González se da porque en la mañana se divulgó información falsa sobre el supuesto candidato que reemplazaría a Villavicencio en un portal que prefiere pedir perdón que permiso. 

candidata a vicepresidente por Construye, Andrea González

La candidata a vicepresidente por Construye, Andrea González, y el director nacional de la campaña, Antonio López, pidieron respeto para la familia de Fernando Villavicencio. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

La captura de ese titular inventado, con la palabra falso encima, fue impresa por los coidearios de Villavicencio y entregada a algunos periodistas en esa rueda de prensa.

Andrea González dice que Fernando Villavicencio es irremplazable, que abraza a quienes comparten el dolor tan real como ellos, que insta a quienes quieran izar una bandera blanca para recordar a “nuestro valiente presidente”. 

Detrás de la mesa, además de los policías, hay al menos siete ciudadanos que sostienen una hoja blanca que en el medio dice Valientes pero no violentos. 

Andrea González Nader

Andrea González Nader, candidata a la vicepresidencia por Construye, pidió respeto por la memoria de su compañero de fórmula y amigo, Fernando Villavicencio. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

El pasivo tono de González choca con el de Carrillo. El candidato a la asamblea nacional por el movimiento Construye está visiblemente alterado. 

“Nos unimos toda la dirección de Construye para pedir a todos los actores políticos al menos silencio en estos momentos de dolor para la patria ecuatoriana. No puede ser que aquellos que tienen tentáculos con la mafia sean los primeros que empiecen a lanzar, a través de las redes sociales, falsedades”, gritó, con un guiño que podría ser tanto a la candidata del movimiento Revolución Ciudadana, como a un portal de comunicación

El también ex ministro del Interior del gobierno de Guillermo Lasso recuerda una cifra escalofriante: que el 95% de los homicidios del Ecuador quedan en la impunidad. “Que no dejen este caso en la impunidad, este caso es demasiado importante para la democracia”. 

Carrillo dice que, hoy, no van a decir nada sobre las elecciones. Una de las preguntas que surgió luego del shock del magnicidio ha sido quién reemplazará a Villavicencio en la papeleta del domingo 20 de agosto. La Ley ecuatoriana obliga a elegir un nuevo candidato, y no puede ser la vicepresidenta González porque ella no puede renunciar a su candidatura. 

“No vamos a improvisar. Tenemos que sentarnos en una gran asamblea”, dice, enfático, Carrillo, criticando que el CNE no les diera tiempos extraordinarios para sus procesos internos en medio de este dolor. 

Patricio Carrillo

El exministro del Interior y actual candidato a la Asamblea Nacional por Construye, Patricio Carrillo, alzó la voz al reclamar por el asesinato de Villavicencio. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

Carrillo deja el micrófono y lo coge Antonio López.

“La democracia ha sido acribillada; la lucha contra la corrupción, mutilada”, dice, de terno negro y lentes de marco grueso, el director nacional de la campaña de Villavicencio. Pide al Consejo Nacional Electoral (CNE) diferir el debate presidencial del domingo 13 de agosto de 2023 “por un principio fundamental de igualdad… en el ejercicio moral y cívico”. Para este domingo está planificado el debate entre los presidenciales, y tras el asesinato de uno de los ocho, el CNE confirmó que no se cambiaría la fecha. 

“Nosotros nos retiraremos a guardar nuestro luto, un luto sagrado de la familia de Fernando Villavicencio. Y un luto sagrado de la militancia que auspiciaba la coalición Construye 25”, dice López, y se escucha un grito atrás: ¡Viva la gente buena!

“La gente buena” es cómo se refería Villavicencio a quienes lo rodeaban. Era parte de su slogan de campaña.

Las tres intervenciones duran apenas 12 minutos. No hay espacio para preguntas. 

La tarde del 10 de agosto de 2023, los familiares y amigos de Fernando Villavicencio lo velan en una sala dentro del edificio de ladrillos vistos, protegido por la reja negra con los extremos puntiagudos y dorados. Un grupo de periodistas pernocta en la vereda en la que ocho horas antes habían visto llegar a la carroza fúnebre.

La tarde del 10 de agosto, un grupo de ciudadanos se reúne en la avenida Los Shyris para protestar pacíficamente contra el asesinato.

La tarde del 10 de agosto, el velorio público de Fernando Villavicencio, que había sido anunciado para esa noche, es cancelado. Amigos del candidato presidencial publican en sus redes sociales una invitación al Homenaje Póstumo: será el 11 de agosto a partir de las 12 del día en el Centro de Exposiciones Quito. 

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En el Centro de Exposiciones Quito hay un altar improvisado. En una de las esquinas, sobre una tarima mediana, hay arreglos florales de rosas blancas, un podio, y un sacerdote de casulla púrpura oficiando una misa. 

“¡Aplausos para nuestro querido Fernando!”, dice el cura.

Son las 2 de la tarde del 11 de agosto de 2023 y, desde el mediodía, este galpón que hace dos años sirvió como centro de vacunación contra el covid-19, recibe a familiares, amigos y simpatizantes de Fernando Villavicencio.

una misa en memoria de Fernando Villavicencio

En el galpón del Centro de Exposiciones hubo una misa en memoria de Fernando Villavicencio. Desde allí colgaban decenas de carteles de campaña de Fernando Villavicencio. Entre ellos había unos afiches nuevos que tenían la cara del candidato y un listón negro. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

Detrás y arriba del altar, una pantalla gigante proyecta una fotografía en blanco y negro: Fernando Villavicencio está sonriente, con la mano derecha sobre el corazón, mirando hacia arriba. Al lado está escrito su nombre y, abajo de él: 1963-2023. Cuando fue asesinado, tenía 59 años. 

Una fotografía mediana reposa sobre un atril en el altar. Sobre ella han colocado una banda amarillo, azul y rojo que dice Mi poder en la Constitución. Es la banda que visten los presidentes del Ecuador. Esa que Villavicencio anhelaba que se la coloquen, a pesar de que las encuestas lo ubicaron siempre entre el cuarto o quinto lugar, entre ocho aspirantes. 

Mi poder en la Constitución

En un atril, sobre una foto de Fernando Villavicencio, colocaron una banda tricolor que dice Mi poder en la Constitución, que es la que usan los presidentes en Ecuador. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

Frente al sacerdote, subido en la tarima decorada con una estructura blanca en arco, propia de los altares de las iglesias, hay 250 sillas beige —más de la mitad están llenas. A los costados del galpón, que hoy funciona como capilla, hay anchas gradas donde también hay hombres y mujeres sentados y de pie escuchando la misa. 

Llevan banderas del Ecuador, banderas del logo Construye, banderas con el rostro del candidato asesinado. El sol del verano quiteño calienta el techo metálico del galpón que, aunque es altísimo, sofoca todo el espacio.

Del lado derecho y abajo del altar está Antonio López, director nacional de campaña de Construye, que ayer habló en la rueda de prensa. Lo acompañan otras personas que también estuvieron en el hotel Quito. El grupo está rodeado de policías con cascos, con chalecos antibalas, con armas. 

decenas de policías

El galpón donde se ofició la misa y luego el memorial para Fernando Villavicencio estaba custodiado por decenas de policías. Al ingreso, uniformados revisaban los bolsos de los asistentes. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

Los uniformados no sólo están ahí sino repartidos en todo el galpón. Dentro y fuera. Unos quietos custodiando las puertas, otros dando vueltas como quien busca algo. Hay, también, otros policías sin uniforme.

Te ofrecemos señor, la alegría de amar.

Te ofrecemos señor, nuestra vida y nuestro amor. 

Te ofrecemos señor, el amor y la esperanza. 

Canta una mujer en un micrófono, de pie, junto a un guitarrista, al costado del sacerdote que también corea una de las canciones de misa. 

misa en memoria del candidato presidencial

En el Centro de Exposiciones colocaron una pantalla gigante para proyectar la misa en memoria del candidato presidencial. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

Mientras los creyentes siguen con atención las palabras del sacerdote, un señor que viste un suéter amarillo con el rostro del candidato dibujado y las palabras Don Villa, se acerca a una esquina del galpón. Allí, él, de barba y lentes gruesos, se saca el abrigo y un policía le coloca un chaleco antibalas. 

El señor regresa cerca del altar mientras las personas se dan la mano o se abrazan. Es el momento de “dar la paz”.

organización política Construye

Algunos de los asistentes llevaron sus banderas de la organización política Construye, la que apoyó la candidatura de Villavicencio. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

La pantalla que proyecta el retrato en blanco y negro de Villavicencio, cambia. Ahora muestra dos imágenes de lo que está pasando, en ese mismo momento, a cinco kilómetros de allí, en el camposanto Monteolivo. En la primera fotografía se ve a 10 policías: seis de ellos cargan el ataúd de una madera rojiza. 

La segunda es una toma del ataúd en primer plano, frente a un altar no improvisado, en una de las capillas del camposanto donde están familiares y personas más allegadas a él. A cada lado del féretro hay un policía: el chaleco antibalas, el casco, el arma. Al fondo, detrás de una mesa con mantel blanco, otro sacerdote con su casulla púrpura. 

La misa allá continúa. La de aquí está por terminar. 

despedida de Fernando Villavicencio

A la misa de despedida de Fernando Villavicencio, celebrada en el Centro de Exposiciones Quito, asistieron cerca de 200 personas. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

“Podemos ir en paz”, dice el cura, quien complementa el mensaje con “gracias Fernando”.

Los músicos entonan otra canción y algunos asistentes, despacio, se empiezan a ir. El sacerdote confirma que más tarde traerán el féretro aquí, para que todos se despidan.

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¡Se ve, se siente, Fernando está presente!

¡Se ve, se siente, Fernando está presente!

Gritan algunos simpatizantes que rodean el ataúd que acaba de llegar al Centro de Exposiciones. Son las 3:20 de la tarde y una mujer, desde la tarima que hasta hace poco era un altar, pide “hacer una fila ordenada”. Dice que todos tendrán su momento para despedirse. Un señor le entrega a un amigo su celular y le pide que le tome una fotografía junto al ataúd.

El aire es más de un mitin político que de un funeral. 

Con la llegada del féretro empieza a hacer frío. Enseguida, un estruendo. Las gotas gruesas de una tormenta, desubicada en el supuesto verano de Quito, caen sobre el techo metálico e impiden escuchar lo que dice la señora del micrófono. 

el ataúd

El ataúd llegó desde el camposanto Monteolivo hasta el Centro de Exposiciones el viernes 11 de agosto pasadas las 3 de la tarde. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

El ruido de la lluvia no dura más de 10 minutos. Escampa mientras en la fila una señora grita y llora, y espera llegar al féretro. Otra mujer entrega rosas blancas a quienes se acercan. Un señor, también en la fila, camina alzando un cartel con una foto del candidato y un listón negro, que dice:

En el mundo están de luto.

La esperanza

La confianza

La fortaleza y

La paz

Particularmente el Ecuador está de luto,

porque calló la voz de la libertad

Ecuador llora y llorará por ti

¡Serás eterno!

llegó el ataúd al Centro de Exposiciones

Cuando llegó el ataúd al Centro de Exposiciones, le colocaron dos bandas tricolor y rosas blancas y rojas. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

En la pantalla gigante ya no se proyectan fotografías. Ahora es un spot de campaña. Intercala tomas de montañas, playas, plantaciones de banano. Rostros de ecuatorianos trabajando, una familia en la Amazonía. Dos mujeres con guitarra cantando el jingle. Fernando Villavicencio camina, con suéter y bufanda, en un promenade de altos árboles. Luego escribe en una libreta. Luego cocina.

Los que no hacen fila, desde sus sillas, ven el video con atención. Un hombre de tez oscura, terno, y una bandera de Construye me cuenta, orgulloso, que hace poco echaron de allí a Bolívar Armijos, candidato a la presidencia. “Él es un correísta encubierto, y usted sabe lo que el correísmo le hizo a Fernando”, me dice. Pocos minutos después, el candidato publicaría que fue expulsado de ese espacio. 

Más adelante, una señora que lleva una bandera del Ecuador sobre su pecho, sostiene un cartel naranja; escrito a mano dice “Te callaron tu voz, Fernando. El pueblo exige justicia”. Muy cerca de ella, un hombre de barba espesa blanca lleva un megáfono pequeño y grita “justicia, justicia, justicia”. 

Desde el micrófono se escucha una voz que dice “un hombre que luchó contra la corrupción, un hombre que ha llevado a cabo investigaciones valientes”. 

El aire es más de una manifestación que de un funeral. 

Una mujer se despide de Fernando Villavicencio

Una mujer se despide de Fernando Villavicencio. Como ella, cientos de personas se acercaron al ataúd para dejar una rosa blanca o solo colocar su mano sobre la caja. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

pide justicia por el asesinato de Villavicencio

Un simpatizante pide justicia por el asesinato de Villavicencio. El ambiente era cambiante: a veces parecía un velorio, a ratos un mitin político, y a otros ratos una manifestación para pedir justicia. Fotografía de Vanessa Terán Collantes para GK.

El ataúd tiene una bandera del Ecuador, una banda presidencial, una bandera de la campaña. Flores rojas y blancas. 

Una señora vestida de blanco se acerca al féretro con el puño junto a su boca; contiene las lágrimas, toca el ataúd y sigue. Otra mujer, con un afiche de campaña con la foto de Villavicencio y González que dice ¡Es tiempo de valientes!, toca el ataúd y sigue. Un hombre junto al ataúd agita sus brazos y grita entre lágrimas, mientras alguien más, desde atrás lanza pétalos blancos para que caigan sobre la caja de madera rojiza. 

Los gritos se mezclan con el llanto. Esto no es sólo cubrir la muerte; es cubrir la violencia. 

Isabela Ponce Directora Editorial 150x150
Isabela Ponce
(Ecuador, 1988) Cofundadora y directora editorial de GK. En 2021 ganó el premio Ortega y Gasset. Dos veces ha sido parte del equipo finalista al premio Gabo. En 2019 ganó una mención de la SIP en la categoría opinión por una columna sobre violencia de género. Es consultora para medios de América Latina.
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