Purita Pelayo cierra su puño y golpea sobre su mano. “Empezamos a sentir que construimos nuestra propia identidad como luchadoras”, dice con una sonrisa breve, como si la reafirmación de su identidad le produjera alivio, satisfacción pero, al mismo tiempo, le recordara su compromiso como activista.
Ella es una de las fundadoras de las Coccinelle, un grupo de mujeres trans que hace 25 años encabezó el proceso para la despenalización de la homosexualidad en el Ecuador. “Faranduleras, bailarinas, putas”, describe Purita Pelayo a la histórica organización.
En el cuarto episodio de Aurora, Purita Pelayo, precursora de la despenalización de la homosexualidad en Ecuador, recuerda cómo ella y sus compañeras se tomaron la Plaza Grande y, en 1997, lograron cambiar las leyes del país.
Purita Pelayo dice que en la década de los 80 y 90 la población trans y LGBTI del país estaba “harta de tanta cárcel” —ella misma ha perdido la cuenta de las veces que cayó presa. Aunque al principio las Coccinelle tenían miedo de salir a reclamar por sus derechos, Pelayo dice que decidieron hacerlo porque por años las habían apresado solo por mostrarse como eran. “Dijimos si nos apresan por nada, solo por el hecho de mostrarnos tal y como somos, que ahora nos agarren y nos suban a los patrulleros por algo bueno”, dice Purita Pelayo en este episodio de Aurora.
Entre risas y suspiros, Purita Pelayo recuerda la celebración que hicieron después de conseguir que el histórico fallo del Tribunal Constitucional —antecesor de la actual Corte Constitucional— despenalice la homosexualidad en el país. “Salchipapas y trago barato, como gente del pueblo”. El cambio legal, que ella define como “pequeño pero conmovedor”, dividió la historia del Ecuador en dos. “Pasamos a comprender que teníamos que estar incluidas en todo lo que representaba el progreso y el desarrollo de este país”, dice sentada en un salón de una vieja casona en el centro histórico de Quito.
Pelayo admite que pensaron que la despenalización de la homosexualidad en el Ecuador iba a cambiar por completo cómo la sociedad veía a las personas homosexuales —en especial, a las trans— y que no habría más discriminación. Sin embargo, pronto entendieron que el camino seguiría siendo cuesta arriba. Hoy, dice, conseguir que el espacio laboral sea más inclusivo es una lucha de igual importancia que la despenalización en 1997.
Purita Pelayo también habla sobre la demanda que las Coccinelle —hoy agrupadas en una organización llamada Nueva Coccinelle— presentaron contra el Estado ecuatoriano por los abusos cometidos por la Policía y otras dependencias estatales contra la población trans.
Además, habla sobre lo importante que fue para ella recopilar las décadas de activismo de las Coccinelle en su libro Los fantasmas se cabrearon para mantener viva la memoria de las que ya no están.
Este es el cuarto episodio de Aurora, la nueva serie producida por GK con el apoyo de Executive Forums, sobre personajes ecuatorianos inspiradores cuya vida, trabajo e ideas promueven la democracia, la libertad, la ciencia y el progreso.
Aurora es presentada por Executive Forums, una comunidad global de líderes empresariales, expertos, inversionistas, emprendedores y socios que crecen juntos y se conectan en busca de valiosas oportunidades, comparten las mejores prácticas y se abren puertas el uno al otro.
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