En la última jornada el Ethereum se negoció a las 18:00 horas a 2.723,66 dólares, lo cual supuso una subida del 2,96% frente a la cotización de la jornada anterior, cuando finalizó con 2.645,25 dólares.

En la última semana, el Ethereum anota un descenso del 2,28% aunque, por el contrario, desde hace un año aún conserva una ganancia del 15,24%.

En la foto anual, el Ethereum ha llegado a pagarse en un máximo de 3.832 dólares, mientras que su nivel más bajo ha sido 2.409,01 dólares. Por otro lado, el valor de esta criptomoneda basada en Blockchain se coloca más cerca de su valor mínimo que del máximo.

En relación a días previos, acumuló dos sesiones consecutivas en cifras positivas.

¿Cuál es la volatilidad de esta criptomoneda?

La volatilidad es un factor que puede influir en consideración sobre la rentabilidad, valor y activos financieros y gestión de carteras en general. Básicamente, la volatilidad financiera indica una variación o cambio de tendencia de un activo dentro de un periodo determinado de tiempo.

Dicho de otro modo, si una criptomoneda apenas tiene variaciones relevantes, esto supondrá una baja volatilidad. ¿Por qué? Porque no ha habido cambios de tendencia. En cambio, un precio muy cambiante en el tiempo repercutirá en un incremento de la volatilidad. Como conclusión, podemos decir que una alta volatilidad conlleva un mayor riesgo si queremos invertir, mientras que una baja implica menor riesgo.

En la última semana la volatilidad del Ethereum presentó un comportamiento manifiestamente inferior a la volatilidad que reflejaron las cifras del último año, de manera que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad en las últimas fechas.

Podemos afirmar, por lo tanto, que la volatilidad mide la posibilidad de que una inversión pierda valor. Un valor estable significará seguridad para el inversor, mientras que las alteraciones supondrían un riesgo más alto para los inversores más activos.

Por supuesto, hay diferentes maneras de medir la volatilidad de un activo (principalmente, en función del periodo y momento en el tiempo en el que se mida el concepto) y es un valor generalmente constante, pero como en todo, no está libre de riesgos que pueden desenvocar en cambios en su tendencia.