A partir de este 1 de diciembre de 2021, insumos sanitarios como toallas higiénicas, tampones, copas menstruales y pañales desechables populares ya no pagarán IVA (el impuesto al valor agregado, que en el Ecuador es del 12% sobre el precio de los productos).
La reforma tributaria que entró en vigencia el 29 de noviembre pasado, fijó la tasa del IVA en 0% para estos productos.
El Código Tributario vigente en Ecuador, en su artículo 11, indica que toda ley tributaria, sus reglamentos y sus circulares regirán a partir de su publicación en el Registro Oficial.
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La normativa tributaria establece dos escalas de aplicación. La primera para los impuestos que se pagan cada año, como el impuesto a la renta.La segunda, en cambio, es para impuestos que se pagan en períodos menores, como el IVA. En ese caso, la reforma entra en vigencia el primer día del mes siguiente —como la reforma entró en vigencia el 29 de noviembre pasado, la tarifa IVA 0% para las toallas higiénicas, tampones, copas menstruales y pañales desechables populares rige desde hoy, 1 de diciembre.
Dentro del grupo de productos que también reducirá su costo por la eliminación del IVA, constan artículos como mascarillas, alcohol y gel antibacterial.
Es una buena noticia para las mujeres en edad menstruante que deben comprar sus insumos cada mes. Sin embargo, se necesita también una política de salud integral que aún adeuda el Estado.
¿Cuánto cuesta menstruar en Ecuador?
En promedio, 42 dólares al año. Un estudio de la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung de Alemania determinó que esa era la cifra económica que las mujeres asumen, aunque la misma organización dijo en el informe que podría ser una cifra aún conservadora.
Puede parecer una cantidad relativamente pequeña, pero, en realidad, no lo es para las personas menstruantes más pobres. El 32,2% de la población ecuatoriana —es decir, más de 5,7 millones de personas— vive en pobreza, según el reporte de julio de 2021 presentado por el Instituto de Estadística y Censos (INEC). La economista Diana Morán dijo en un reportaje publicado en GK que el impacto económico de menstruar se siente especialmente en aquellas familias con ingresos básicos en las que hay dos o tres mujeres.
Cuando esas dificultades socioeconómicas impiden que una mujer acceda a toallas sanitarias, tampones o protectores para controlar su sangrado se produce lo que se conoce como “pobreza menstrual”, un problema que afecta a millones de niñas, adolescentes y mujeres alrededor del mundo.
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La situación empeora para las mujeres que cumplen condenas y órdenes de prisión preventiva en cárceles ecuatorianas. Sin acceso a la salud, agua potable, privacidad y productos sanitarios adecuados, las mujeres viven la menstruación, un proceso biológico diverso en cada cuerpo, en la absoluta soledad.
En Ecuador, son más de 2.300 las mujeres en edad menstruante que viven en las cárceles. Ellas deben buscar mecanismos para vivir la menstruación o pedir a sus familiares que las provean de insumos sanitarios ilegalmente, es decir, pasando los productos de forma oculta en las visitas.
Esa cifra quiere decir que para las mujeres que están en las cárceles se necesitarían poco más de 96 mil dólares, un costo que el Estado no asume: en el presupuesto de este año del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI), que es de 99.514.065 millones de dólares, no hay un rubro destinado a su compra.
Frente a la falta de acción de la institución estatal, son las organizaciones sociales quienes, a través de donaciones de la empresa privada, intentan suplir su presencia para que las mujeres presas accedan a un producto que no ponga en riesgo su salud.